El Abismo de Nuestras Verdades [Borrador]

Capítulo 22: La despedida

Leah

Me despierto por el rayo de sol que impacta justo en mis ojos, parpadeo un par de veces intentando acostumbrarme a la luz.

Miro a mi lado y veo que esta vacío, un pinchazo en mi corazón me surge al pensar que se pudo haber marchado sin despedirse y el nerviosismo me toma nuevamente obligándome a salir de la cama.

Bajo en silencio y me topo con la misma escena del primer día, Chris cocinando con una Emma durmiente en su hombro.

Sonrío y decido subir a darme una ducha, hoy era la despedida y decir que no me dolía seria mentir, sabía que Emma haría un escándalo y que lloraría por horas hasta que ya no le quedaran más lágrimas.

Me visto con un vestido con mangas largas pegado al cuerpo y con escote algo pronunciado, seco mi cabello y lo dejo libre.

- ¿Vamos a despertar a mami?

Sonrío y termino de bajar encontrando a mi princesa más despierta.

- Creo que no hace falta.

Chris se acerca y deja un pico en mis labios sorprendiéndome, mi hija suelta un jadeo de sorpresa y casi río al ver su cara.

- Estás hermosa, ven a la cocina a ayudarme un momento.

Deja a nuestra hija en la silla escuchando como protesta, hago lo que me pidió y apenas entramos me estampa contra una pared.

- Joder, estás matándome.

Rodeo su cuello con mis brazos y lo atraigo a mi boca, me siento una adolescente haciéndolo a escondidas, me apretujea las caderas y los senos mientras yo me doy el gusto de tocar su abdomen marcado.

Se separa y respira agitado mientras pega su frente a la mía.

- Creo que voy a necesitar una ducha fría.

Lo miro con lujuria al notar el bulto que se alza frente a mí.

- Eso no será necesario...

Me arrodillo lentamente y bajo su pantalón hasta que cae en sus tobillos.

- Leah, no podemos...

No logra terminar cuando mis labios ya le están devorando la polla, puede que sea inmoral hacer esto mientras nuestra hija está en el comedor pero me reconforta saber que no puede vernos.

Saboreo su erección y disfruto de los pequeños jadeos que intenta ocultar, acaricio sus testículos y noto como se tensa cuando arremolino la lengua en su glande, no pasa mucho cuando suelta su descarga en mi boca.

- Está dulce...- le comento saboreandome.

Me toma de nuevo besándome en los labios y debemos parar ya que Emma nos grita desde el comedor.

- Voy en un segundo- le digo.

Me acerco al lavabo y enjuago mi boca, acomodo mi vestido y arreglo mi cabello antes de volver.

Emma estira sus brazos hacia mí y la cargo, intenta abrir mi escote para tomar leche pero ya no voy a dársela, no después de anoche que su padre se la pasó chupandome las tetas como un maldito bebé.

- Ah no, esas ya son mías bebé- Chris coloca sus manos para taparme y nuestra hija suelta un bufido.

- ¡Mía! ¡Mami, mía!- le grita enojada.

- Y mía también- lo miro enarcando una ceja cuando le saca la lengua a su hija.

Ruedo los ojos, la obsesión por mis tetas la sacó de él seguramente.