El Abismo de Nuestras Verdades [Borrador]

Capítulo 15: El secreto

Leah

Miro al pequeño secreto.

Está sonriendo y me mira con esos ojos que me enamoran cada que los miro.

- ¡Mami!

Corre hasta mis brazos y la acuno con delicadeza dejando besos en esas mejillas regordetas que me provocan mordelas, la abrazo con todas las fuerzas del mundo sintiendo su calidez y me siento la persona más feliz.

- Mi bebé- le hago cosquillas y ríe abiertamente.

Miro a los lados y no veo a nadie, pero por seguridad la tomo en mis brazos y me adentro a nuestra casa.

- Te extrañé mucho princesa de mamá.

Sonríe y esconde su carita en mi cuello.

- Mami...ti amu.

Ahuyento las lágrimas que amenazan con salir y alzo la vista cuando escucho pasos.

- ¡Emma!- la voz enfadada y preocupada de mi hermano menor se hace escuchar sacándome una sonrisa.

Aparece y se detiene en cuanto me mira, una sonrisa crece en su rostro y corre aferrándose a mí.

- Princesa....volviste.

Me agacho a su altura abrazándolo con fuerza escuchando los quejidos de la celosa de mi hija.

- Jamie, mira de guapo que estás- miro a mi pequeña que se cruza de brazos de manera chistosa, tiene dos años y parece de cinco- ¿Qué hizo esta señorita? Parecías enfadado.

La mira y ella hace un puchero que conozco a la perfección.

- Se escapó de papá y destrozó mi tarea.

Alzo una ceja y la miro.

- No la regañes, ha estado algo triste y desobediente desde que te fuiste.

Mi corazón se aprieta y asiento con los ojos cristalizados sintiéndome culpable por haberla dejado sola.

- Ve a buscar a papá y dile que ya llegué por favor.

Asiente y se marcha mientras que yo me dedico a hacerle mimos a mi princesa.

- Hija- abrazo a papá en cuanto aparece.

- Hola papi, te eché de menos...

Sonríe acariciando mi mejilla.

- Y yo a ti pero sé que no soy el motivo de tu visita...¿Quieres que te dejemos la casa principal para ti y Emma?

Asiento en cuanto me lo dice, quiero mi tiempo a solas con mi hija, necesito hacerme cargo de ella como no lo he hecho durante un mes entero.

- Gracias pa.

- No es nada, iré a descansar, esta pilluela me quita toda la energía- le hace cosquilla y ella se ríe a las carcajadas.

Se marcha y nos quedamos las dos solas, disfruto de la soledad en mi casa y soy feliz con Emma a mi lado.

- Mami, ñam, ñam- señala su barriga y sonrío.

- ¿Tienes hambre?- asiente chupandose un dedo.

Me mira con esos ojos que son la combinación de los nuestros y siento que me derrito, el peso me cae sobre los hombros y suspiro cuando las lagrimas amenazan con salir.

- tiste- me habla tocando mis mejillas.

- No estoy triste, mira- le muestra una sonrisa con dientes exagerados sacándole una risa.

- Mami felish- aplaude sonriendo.

La coloco en el asiento de bebés que tanto odia y preparo una de crema de verduras para las dos mientras me parlotea de cosas que no entiendo pero finjo que sí lo hago.