La Boda

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Omnisciente

Los preparativos para el gran día de Christopher y Leah habían comenzado desde hacía meses, hoy por fin sería la tan esperada fecha por los integrantes de la familia.

Mientras Leah dormía plácidamente junto con su prometido, su mejor amiga atravesaba otra noche de insomnio que la mantuvo despierta verificando que todo saliera perfecto, mientras que ella llamaba a los del servicio del catering y los de decoracion, el hermano de la futura novia reflexiona en la cama sobre como comenzaba a aborrecer que Tess se encargara de todo, amaba a su hermana y se merecía lo mejor pero sin duda odiaba dormir sin Tessa a su lado, casi no la veía últimamente y su único alivio era que ya mañana se acabaría todo el martirio.

Otro ansioso por el matrimonio era el mismo novio, se levanta a media noche para observar a la mujer durmiente a su lado, ha estado cansada últimamente pues su pequeño hijo es un mimado que demanda atención todo el día y aunque ambos adoran aquello es algo cansador cuidar a dos bebés. Un estridente llanto que ya es conocido por ambos lo distrae de seguir admirando a la que sería su esposa en unas horas.

La futura novia no movió un solo músculo, Christopher por su parte bajó el volumen del monitor que tenían en el cuarto de su pequeño Noah y decidió hacerse cargo él mismo, desde que nació vive pendiente de él en cualquier cosa y por lo mismo sabe que no quiere su leche sino que necesita dormirse nuevamente en los brazos de alguno de los dos, era algo que siempre hacía.

- Ya campeón- besó su frentecita en cuanto lo tomó de la cuna.

Ya tenía cuatro meses y era la cosita más tierna que él hubiera visto, decidió también revisar a su muñequita mientras que el pequeño Noah se acomodaba a gusto en los brazos de su padre.

Christopher miró a su princesa dormir tranquilamente abrazada al primer dinosaurio que le había regalado, pensó en el día en que la conoció y supo de inmediato que fue su día favorito; él no había presenciado el embarazo de su pequeña y le dolía cuando lo recordaba pero cada que veía como ella lo miraba con tanta adoración no podía evitar agradecer el que su pequeña lo amara como lo hace, a pesar de haberse perdido casi tres años de su vida, sus hijos son lo más preciado de su existencia junto a su gran amor.

Leah se siente segura al lado de Chris y es el único capaz de velar por su sueño, por lo que se despierta cuando siente inquietud, toca el lado derecho de la cama y nota que su casi esposo no se encuentra en la cama, se sienta refregandose los ojos antes de levantarse colocándose la bata que cubre su camisón de satén; sale del cuarto y nota que el cuarto de su hijo pequeño tiene las luces encendidas, al no encontrar a ninguno ahí visita el cuarto de la princesa de casa. Empuja la puerta entrecerrada y se da con la sorpresa de su esposo medio dormido con sus dos hijos sobre él, Emma duerme acurrucada en su cuello mientras la sostiene en un brazo y Noah que está dormido plácidamente en el otro, no parece una posición muy cómoda para Christopher, piensa dentro de ella, pero a la vez dan mucha ternura y por lo mismo termina tomándoles una foto para el recuerdo.

Decide despertarlo y ambos vuelven a su cama en compañía de los pequeñines que siguen de largo hasta que amanece para el gran día.

Al estar juntos los cuatro ambos confirman una vez más que siempre han estado destinados y que están tomando la decisión correcta en unirse formalmente para siempre.

Los novios vuelven a dormirse con una pequeña sonrisa tirando de los labios de cada uno y ansiosos por unirse completamente mañana.

Leah

Nunca me había sentido tan cómoda y calentita como ahora, no quiero abrir los ojos pero luego lo recuerdo...

¡Es hoy!

El Abismo de Nuestras Verdades [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora