El Abismo de Nuestras Verdades [Borrador]

Capítulo 2: El comienzo

Leah

El ventanal frente a mí me da la vista perfecta al mar.

Siempre que lo observo me produce sensaciones extrañas, es como un arma de doble filo, puede traerme calma pero también recuerdos duros que me ponen débil nuevamente.

A pesar de que han pasado dos años...es algo que jamás podría olvidar, el rencor y el deseo de venganza siempre estan presente en mi mente.

- ¿Estás bien?

No volteo a pesar de escuchar la voz, me mantengo unos segundos en silencio antes de responder.

- Siempre estoy bien, papá.

Sus brazos se colocan en mis hombros causandome un escalofrío que no me agrada en lo absoluto, me alejo de su toque volteando para mirarlo.

- No es necesario que te hagas la fuerte siempre, Leah, lo que ha sucedido....

Lo corté antes de empezar una conversación que no quería.

- Pasaron dos años papá, ya lo he superado, ahora te agradecería que me dejaras sola, debo alistarme y marcharme cuanto antes.

Apretó los labios en una fina línea, el que evada el tema era algo normal, no me gustaba hablar de eso y no tenía pensado hacerlo con nadie. Se marchó tal y como le pedí, cerré la puerta con pestillo y comencé a desnudarme frente al espejo una vez más.

Miré mi cuerpo con atención, detallandolo por completo, mi piel continuaba siendo tersa y blanquecina pero ahora tenía algunas marcas que siempre serían el recuerdo constante de lo vivido. Mi cuerpo estaba cambiado, mis caderas se habían ensanchado y mis pechos eran más grandes que hace dos años, sin embargo aún mantenía una pequeña cintura y mi vientre plano, toqué otra cicatriz que permanecía en mi vientre bajo, la acaricié con suavidad y las lágrimas comenzaron a salirme solas.

Con los ojos goteando caminé al baño y encendí la ducha, me coloqué debajo de la lluvia artificial dejando que me empapara por completo. Los recuerdos se me hicieron presentes un momento y la sonrisa de satisfacción de mi demonio personal apareció en mis recuerdos haciéndome caer de rodillas.

Los sollozos no se hicieron esperar y pegué mi cabeza a la pared sin dejar de llorar, el dolor que sentía era algo que jamás me dejaría tranquila y puede que en momentos me sienta bien, pero siempre existirá ese vacío que me ataca en la soledad, esa sensación de estar sucia....arruinada....destruida.

De tan solo recordar todo lo que había vivido durante un mes en ese lugar, un sentimiento de angustia me invadía completamente, sentía temor de volver a pasar lo mismo. De intentar confiar en alguien de nuevo y que otra vez me traicione como ya lo hicieron dos veces.

Cierro los ojos un momento y la imagen de Gian White sobre mí aparece logrando que explote en un llanto desgarrador. Nunca imaginé que alguien que conocía desde pequeña y que había compartido tantas cenas y risas con mi padre hubiera sido capaz de hacerme eso.

Toques en la puerta hacen que me quede en silencio soltando las lágrimas que me quedan.

- Leah...abre- la voz de Tessa se cuela en mis oídos.

- Estoy bien, Tess, saldré en un momento.

- Abre...- suplica.

- En un momento iré.

Cierro los ojos con fuerza y me pongo de pie terminando mi ducha con rapidez. Salgo con la toalla envuelta a mi alrededor y miro a Tessa quien está sentada en mi cama con las manos en sus piernas, al escucharme se voltea hacia mí mirándome con ese sentimiento que no me gusta una mierda.