Capítulo 24: Mónica

3.1K 195 18
                                    

Christopher

El viaje fue silencioso por parte de ambos, Gian parecía pensativo mientras que yo no dejaba de pensar en lo que iba a encontrarme; la última vez que vi a Mónica él la trajo a mí y ahora yo iba hacia ella, tenia miedo de las condiciones en las que se encontrara.

Nos detuvimos en una lujosa casa, siendo sincero no era lo que esperaba encontrarme pero como dice el dicho no hay que juzgar el libro por su portada.

- Bien, eres libre de entrar, vendré en unas horas más- me miró serio- cuidado con lo que vayas a hacer, recuerda que yo no juro en vano.

Me bajo del coche ignorando sus palabras, inconscientemente mi mirada viaja hacia todos los de seguridad, hay al menos cinco hombres en cada lado de en frente y supongo que hay otros diez en la parte de atrás y algunos merodeando las esquinas, entrar aquí sin un equipo sería un puto suicidio, necesitamos armarnos un muy buen equipo para sacar a mi madre o utilizar la técnica del caballo de troya.

Me adentro a la casa y todo se ve pulcro, el ambiente huele a algún tipo de flor.

- ¿Mamá?- pregunto inseguro.

Enseguida escucho pasos apresurados por la escalera que da al primer piso.

- ¿Chris?- aparece y me mira con una sonrisa- ¡Chris!

Se tira a mis brazos y la envuelvo con fuerza, beso su cabello aspirando el aroma a rosas que mantiene impregnado, es increíble que antes la odiara, ahora es una de las personas más importantes en mi vida.

- Mamá ¿Estás bien? ¿No te ha hecho nada?

La tomo del rostro y la inspecciono, tiene un gesto cansado, con ojeras, está delgada y se nota su deterioro.

- Estoy bien, no me hace daño afortunadamente, muy dentro de él aún queda algo de amor por mí o eso creo.

- No te veo bien...

Sus ojitos se llenan de lágrimas y me abraza con fuerza, solloza contra mi pecho y la aprieto con fuerza.

- Solo estoy cansada....la soledad me está matando Christopher, ya no quiero vivir así.

Le acaricio el cabello y beso su cabeza repetidamente en un inútil intento de reconfortarla.

- Te sacaré de aquí ¿Si? Espera unos días y prometo que saldrás.

Se separa un poco y me mira.

- ¿De verdad? ¿Harías eso?- susurra.

Asiento.

- Pero debes actuar normal, Gian no puede saber esto o me matará ¿entiendes? No solo estoy en riesgo yo, sino más personas.

- Haré lo que sea, solo liberame por favor....

Estuve tentado de confesarle que tiene una nieta preciosa que estaría encantada de conocerla pero no podía fiarme de nadie y no expondría a mi princesa de ninguna forma.

- Necesito tiempo para estudiar todo, necesito un recorrido por la casa y que me digas cuantos hombres hay cuidadote.

Nos sentamos en la sala y mi vista se pasea entre los hombres que van y vienen fuera de la casa observando todo alrededor.

El Abismo de Nuestras Verdades [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora