Capítulo 36 Encuentra La Forma De Volver A Casa

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Capítulo 36

Encuentra La Forma De Volver A Casa

Estaba comenzando a salirme una clase de salpullido en el brazo, era signo de estrés y ansiedad. Lo peor es que no dejaba de rascarme en esa zona hasta el punto de que unas gotas de sangre se asomaran.
Eso solo me había sucedido en época de exámenes en la universidad pero esta vez se sentía peor.

—Necesitas tranquilizarte—me dijo Arturo con una mirada de  preocupación.

Lancelot le estaba ayudando a colocarse la armadura.

—¿Cuál es tu plan?—pregunté evadiendo el tema de mi ansiedad.

—Evitar un derramamiento de sangre, no quiero ver a mi pueblo sufrir, evitaré a toda costa la guerra. Pero si acepta el duelo y yo muero entonces probablemente querrá conquistar Camelot, entonces Lancelot sabrá que hacer.—contesto acomodándose la espada al lado de su muslo.

—Ni siquiera hables sobre morir—dije de repente.—¡Te lo prohibo!—dije casi en un grito, bueno, más bien fue grito.

Volteó a mirarme y se acercó a mí a unos cuantos centímetros de ni rostro.

En ese instante Lancelot salió de la tienda.

—No te preocupes por mí, estaré bien, es mi elección. Y si debo morir por mi pueblo, entonces que así sea.—me tomó de las mejillas y me dio un beso en la frente.
—Ojalá tuviéramos más tiempo, pero prometeme qué encontrarás tu propósito, aún si no estoy aquí para ayudarte—dijo muy cerca de mis labios, apenas audible.

Yo no dije nada, simplemente asentí.

—Encuentra la forma de volver a casa, si yo falto entonces haré qué alguien te apoye, cómo mi última petición—contestó a mi asentimiento.

—Mierda, cállate de una vez—en un arrebato le grite para aprisionar su boca con la mía.

Le besé con coraje, con mucho sentimiento. Con ese beso le dije que no quería que nada malo le pasara. El beso fue largo, increíblemente maravilloso.

—Quiero ir contigo, si me lo prohíbes de igual forma iré—le dije interrumpiendo el beso.

—De acuerdo, no te lo prohibire. Ahora ve a prepararte—dijo abrazandome con un brazo y con su otra mano colocó un mechón de cabello detrás de mi oreja.
—¿Ya te he dicho cuanto me encanta tu cabello?—dijo y me dio un beso rápido.

—Jamás lo habías mencionado—contesté con una sonrisa.

—Bueno, pues así es—respondió.

—Me prepararé, te veo en unos minutos—reí.

El asintió antes de darme un último beso en los labios.

Salí de la tienda y me dirigí a la que se supone que compartiría con Gin.
Al entrar me encontré a Lancelot y Gin hablando.

—Bueno las dejaré prepararse—habló Lancelot antes de pasar a un lado mío para salir.

—¿También irás?—Le pregunte a mi castaña amiga.

Viajando A La Época Del Rey Arturo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora