Viajando A La Época Del Rey Arturo.

Capítulo 43 No Te Alejes

Capítulo 43
No Te Alejes

El hecho de herir a alguien con mi arco o mi espada no me hacia sentir bien en ningún sentido.

Pero no iba a permitir que nadie me hiciera daño, mucho menos a Arturo, sonaba egoísta en muchos sentidos arrebatar una vida y en algún punto de la mía se me iba a ser cobrado pero estaba dispuesta a aceptar las consecuencias de ello.

Lagos de sangre se esparcian sobre el pastizal donde se había puesto las campañas, teníamos muchas bajas sin duda, pero los hombres de Mordred tampoco salían limpios del campo de batalla.

-Eres ágil con ese arco-se dirige a mí Lancelot con un tono burlón haciendo que me cause gracia.

-Soy ágil en muchas cosas-respondo orgullosa.

-Me gustaría saber en qué cosas-dice Arturo con seriedad pero sin duda se entiende en otro sentido. Mierda, este no es un el momento ni el lugar para decir ese tipo de cosas.

Me sonrojo ante lo que acaba de decir, sin embargo lo ignoro y agradezco que no sea visible para los demás el tono carmesí que han tomado mis mejillas.

Lanzo una última flecha al hombre que queda de pie a unos cuantos metros de nosotros y en unos segundos cae al suelo.

-Bien hecho-.

-Gracias-contesto orgullosa.

-Necesitamos reagrupar a todos los que podamos, no puedo permitir que sigan muriendo a causa mía-dijo Arturo en medio de la oscuridad.

En su voz escuchaba culpabilidad, ¿será de que sus hombres estaban muriendo a causa de esto?

A todos mis pensamientos se me vino la pregunta a la mente. ¿Por qué motivo estamos haciendo todo esto?

-Haz que den la señal, ya sabes lo que tienes que hacer-interrumpió mis pensamientos la voz de Arturo, se estaba dirigiendo a Lancelot y él le respondió con un asentimiento de cabeza.

-Cuidate mucho Zanahoria- se dirigió a mí.

Admiraba que aún en este punto tenian un poco de humor.

-Claro que sí, no dudes de eso.-respondí fingiendo ánimo, por que por primera vez estando aquí me estaba dando miedo esta situación y ni siquiera comprendía el por qué de ello.

-¿Ahora que haremos?-pregunte dudosa a Arturo.

-Hubiera sido muy tonto de mi parte si no hubiera considerado el hecho de que Mordred podría hacer esto. Él cree que me engañó pero lo que él no sabe es que yo tenía planeado todo desde el principio-. Contestó serio.

-¿Qué quieres decir? -pregunté curiosa, la verdad es que no entendía nada.

-Él me cree un tonto, desde el principio supe que atacaría por la noche, ese siempre ha sido su método de batalla, reducir a su enemigo. Es decir, él piensa que todos mis hombres están aquí, lo que él no sabe es que ni siquiera la mitad están aquí sino aprovechándose de la situación para atacar.-respondió serio.
-Jamás me ha gustado atacar por la espalda pero si se trata de un traidor cómo él no tenía otra opción. -

-Es decir que él mismo creó su propia distracción-dije susurrando.

-Sí y lamento no haberte dicho el plan, solo no quería que todo se saliera de control-dijo sincero.