Capítulo 9 Esta Noche

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Capítulo 9
Esta noche

Estaba lista, el baile parecía que sería aún gran éxito. Me había empeñado tanto en el favor que me había pedido Arturo, que hasta había olvidado que tenía que hayar la manera de regresar a casa.

Me sentía tan bien aquí pero no como para permanecer.

El sonido de la puerta al entrar captó mi atención.
Arturo posó su vista en mi. Casi sin parpadear.
Estaba arreglada para aquel baile.

-Te ves hermosa -dijo antes de un saludo.
-Te lo agradezco-contesté -el vestido combina con mi cabello-prosegui.

-Y con tus ojos-. El calor de mis mejillas fue aumentando a 1000 por segundo. Y logré ver un brillo en aquellos ojos.

No dijimos absolutamente nada, nos fuimos acercando lentamente. Hasta estar a casi nada de rozar nuestras narices. El perfume de aquel hombre inundó mis fosas nasales, e inhale aún más su aroma como si oliese lo más bello del mundo.

Nuestros labios a punto de tocarse, mi aliento se mezclaba con el de él.

Y entonces... Alguien tocó la puerta..

-Adelante-contestó Arturo retrocediendo unos cuantos pasos.

-Su alteza, los invitados llevan un rato esperando- dijo una señora que servía en el castillo.

-En unos minutos estaremos ahí-respondió serio -Gracias-.

La señora hizo una reverencia antes de irse.

Se acercó nuevamente a mí.

-¿No te parece que hemos sido constantemente interrumpidos? -tomó mi mejilla y depósito un beso muy muy pero muy lento.

La sensación de sus labios en mi mejilla se había convertido en un remolino de emociones combinadas en mi ser.

Trague saliva.

-Esta noche nada me detendrá-aquellas palabras habían salido de sus labios. Y habían hecho que mi corazón latiera más de lo que podría llegar a imaginar.

Se dirigió a la puerta y la abrió. Pará que yo pasara.

-¿Vamos? -.

Asentí.

Me ofreció su brazo para que lo tomará. Lo acepte gustosa.

Me sentía feliz y no sabía porque. Estar con él me hacía sentir bien de una forma inexplicable. Mi corazón estaba cálido. Lo sentía, era un momento maravilloso.

Al llegar al gran salón, aún estaban cerradas la puertas.

-En este momento todo cambiará-pronunció aquella voz que me volvía loca.

-¿En que sentido? -pregunté.

-Lo veras pronto-dijo.

Sus hermosa mirada hacia que me perdiera en ella.

Arturo asintió con la cabeza y entonces en ese presiso momento las puerta se abrieron..

Las miradas detrás de esas puertas se centraron en nosotros. Todo hicieron una reverencia.

Me sentí nerviosa, sin embargo me controle tras las palabras que Arturo estaba por decirme.

-Simplemente se tú, cariño-.

Comenzamos a caminar en el salón y entonces Arturo habló.

-Disfruten de esta gran noche-seguido de eso comenzó a sonar música clásica.

Después de un rato, comenzaron a llegar más personas y Arturo me daba a conocer ante todas ellas, la verdad no hacían preguntas sobre quien era yo exactamente, estaba agradecida y eso me hacía sentir un poco más cómoda.

-¿Quieres bailar?-pregunto en un momento en el que estábamos solos.

-Pero no se hacerlo-confesé.

-Yo te guio-dijo, y entonces asentí.

Música sonaba por todo el salón, era una mezcla espectacular, me envolvió la cintura con su brazo y nos acercamos un poco más.

En ese momento solo eramos el y yo.
Me enfoqué en aquel momento, en aquél sentimiento, en él solamente.

-No puedo más- dijo interrumpiendo nuestro pequeño baile. Ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado desde que habíamos comenzado a bailar.

Me arrastró de aquel lugar y yo le seguí, lo guardias nos abrieron la puerta para salir de aquel lugar, y al cerrarse nuevamente, se adueñó de mi boca, y me estampó en un pilar.

Me envolvi en aquel beso, y disfrute de el como si nunca hubiera un mañana. Mi interior le suplicaba que no parara, era como el cielo.

Mis manos estaban posadas en su cabello y tirando de él ligeramente, ni siquiera sabía porque hacía eso. Y él me sujetaba de la cintura y del rostro como si quisiera que no escapara.

Lentamente sacio aquel sentimiento y nuestro beso fue disminuyendo hasta Separarnos.

-No se que hice -dijo -pero no me arrepiento-.

No respondí nada. Tomó mi mano y la puso en su antebrazo, y caminamos nuevamente al salón.

Ni siquiera podía concentrarme en lo que estaba alrededor. Aquel beso me había dejado pasmada.

No sabía que un hombre podía ponerme de tal manera. Así que me controle.

El resto de la noche pasó lento. Hasta llegó la hora de encontrarnos nuevamente...

(...)

Sky<tres

CAPÍTULO NO EDITADO

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Viajando A La Época Del Rey Arturo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora