Capítulo 23
Té
Después de llevar aquel maldito corsé por poco más de una hora, había estado intendado respirar, por otro lado me gustaba como alzaba notablemente mi busto y eso me hacía sentir sexy en cierto punto, pero prefería mil veces mi comodidad que usar aquella prenda que torturaba a niveles extremos.Caminaba junto a Ginebra por los pasillos del castillo, acababamos de tomar el desayuno y ahora había estado dándome un recorrido, era un lugar maravilloso, diría que demasiado lujoso aunque no tanto como el de Arturo.
—En un rato saldré y tendrás que tomar el té con mi tío.
Mencionó.—Ni me lo digas, como si pudiera olvidarlo. Antes de que regresaras esta mañana a la habitación ¡me miró los pechos!.
Contesté. Aquella situación no había salido de mi cabeza durante todo el desayuno.—¿Estás hablando en serio?
Pregunto divertida.
—La verdad es que no me sorprendería para nada que en un futuro te vuelvas mi tía.Reímos a carcajadas.
—Pará eso primero tendría que comenzar a cortejarla. ¿No creen?
Escuchamos una voz a nuestras espaldas.Me quedé helada al pensar que había escuchado mi queja y la broma de Ginebra al respecto.
Nos dimos vuelta. No hicimos ningún comentario sobre el tema.
—He venido para que vayamos a tomar el té, señorita Sofía. Y así quizá pueda conocerla un poco más.
—Por supuesto.
Conteste tajante.Mire a Ginebra.
—Vayan, de todos modos yo ya tengo que irme.
Contestó a mi mirada de Auxilio de que no quería ir.Gin se soltó de mi agarre, habíamos estado paseando como dos chicas de secundaria en el receso.
El señor William me ofreció su brazo para que me sostuviera de él. A lo cual acepte dudando si sería correcto.
—Nos vemos después.
Se despidió Gin con una sonrisa.Una vez estando solos no dije ni una sola palabra.
Habíamos llegado al jardín, ahí tomaríamos el té.—Parece que la incomoda mi presencia.
Me habló directamente.Lo mire directamente a los ojos, lo cual no debí haber hecho porque me había puesto aún más nerviosa de lo que estaba.
—No es así.
Negué de inmediato.—Si no es así ¿entonces porque la noto tan tensa y nerviosa?
Preguntó mientras servía té caliente en la taza que yo tenía justo en frente.Trague saliva porque no sabía que responder, así que decidí hablar seria y con la verdad.
—La verdad es que me ha incomodado nuestro encuentro de esta mañana.
Respondí.—Le pido una disculpa por mi inoportunidad. Espero que olvidemos aquel suceso incómodo.
—Agradecería que lo hiciera. Me molesta la tensión.
Contesté.—En ese caso consideremoslo olvidado.
Llevó la taza hasta sus labios y mirada lo siguió hasta que puso la taza sobre la mesa.Bebí el té intentado no quejarme por lo caliente que este estaba. No podría acostumbrarme.
—Hableme de usted. ¿Cuánto tiempo lleva en Camelot?
—La verdad no llevo la cuenta exacta pero sé que llevo aquí poco menos de cuatro meses. ¿Y usted?
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Viajando A La Época Del Rey Arturo.
Historical FictionUna caída de la cama que te llevaría hasta la cama del Rey Arturo. Un viaje en el tiempo, conocer al Rey Arturo, su caballero Lancelot y sufrir de amor, guerras y demás. Acompaña a Sofia y Arturo en esta aventura. (...) -¿Puedo preguntar quien ere...