Viajando A La Época Del Rey Arturo.

Capítulo 15 Suframos Juntos

Capítulo 15
Suframos Juntos

Desde que había llegado la supuesta  prometida de Arturo todo se había estado tornando en un ambiente tenso. Esto no me gustaba.

Aún tenía que hablar con Lancelot y estaba anciosa por saber que es lo que quería contarme. Era increíble la forma en la que habíamos estado conectando, de una manera amistosa.

Más a parte de aquella situación me sentía inquieta por el hecho de tener cerca a tal mujer que se volvería esposa de Arturo, de solo pensarlo por alguna extraña razón me comenzaba a hervir la sangre.

Si hay algo que odio tanto es estar en contra de otra mujer sin conocerla.
Espero que sea diferente a como se había mostrado momentos atrás.

Ahora íbamos camino hacia el comedor, íbamos a tomar el desayuno. Arturo y Ginebra iban delante de nosotros, a unos cuantos pasos. Y yo aún estaba tomada del brazo de Lancelot, e íbamos siguiendolos.

Por un instante comencé a preguntarme si Arturo lo habría malinterpretado, luego me dio igual, porque él era quien se iba a casar con otra persona. Y si en algún momento me llegase a preguntar yo no tenía porque darle explicación alguna.

Estábamos ya todos sentados en el comedor, estaban a punto de servirnos.

—Entonces...
Habló por primera vez Ginebra.
—¿Como es eso de que irá a la guerra?

Aquella pregunta había sido dirigida hacia Arturo.

—Bueno, ella y yo llegamos a un acuerdo y me pidió que le permitiera ir y se lo prometí.
Ella pareció desconcertada.

—¿Y cuál fue el resto del acuerdo?
Preguntó enseguida.

—Ese ya es un asunto más privado
Respondí tan pronto como pude de una forma dura y firme.

Ella giro su cabeza rápidamente para mirarme directamente a los ojos. Estaban llenos de enojo.

Todos guardaron silencio.

Comenzaron a servir, comenzaron por servirle a Arturo que estaba sentado en la cabecera de la mesa, a su derecha estaba Lancelot, a su izquierda Ginebra, y yo estaba sentada al lado de Lancelot.

Ahora yo ya no era la invitada principal de Arturo, sino aquella mujer. Me sentí celosa. Adoraba la atención de Arturo.

Estaban a punto de servirme a mi, un chico castaño bastante joven estaba poniendo ensalada en mi plato pero en un instante de nerviosismo se le cayó una cucharada de ensalada sobre mi ropa. Inmediatamente su cara se tornó de color rojo.

—Lo siento, ha sido un accidente
Se apresuró a decir.

—Si eso llegase a pasarme a mí, lo despediria de inmediato
Habló Ginebra, ni siquiera se le había pedido su opinión para que hablase ni era asunto suyo. Oh cierto, es una princesa.

—Pues entonces que bueno que no le pasó a usted, a si que no será necesario hacerlo
Respondí limpiandome la pequeña mancha sobre mi ropa, evitando ver su rostro.
—Estoy bien así que no te preocupes
Me dirigí esta vez al chico.

Él hizo una pequeña reverencia antes de irse.

—Creo también me retiraré, necesito entrenar
Dije poniéndome de pie.