SNAKES AND LIONS

Capítulo 19: The Dark Mark

Advertencia del capítulo: este capítulo es el que merece las advertencias de archivo. Contiene un relato no detallado de actos violentos en un ataque de Mortífago, incluida la violación de un niño. 
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Harry oyó el golpe de Draco al aterrizar antes de identificar el leve movimiento de su capa de invierno. Draco dejó caer la capa de invisibilidad de golpe y dejó que su escoba cayera al suelo.

-¿Estás satisfecho con mi actuación?- preguntó Draco. El tono de la pregunta era un poco nervioso. Harry lo miró y se sorprendió al notar que Draco tenía la mandíbula apretada. Harry esperaba que no se sintiera demasiado humillado por el ejercicio.

-Bastante-, dijo Harry, volviendo deliberadamente a la relajación inducida por el coñac. -Has sido inteligente, ingenioso y sutil. Sin embargo, es todo un giro ver cómo te haces el simpático con una niña perdida-.

Draco se estremeció visiblemente. -¿Y qué sabes tú de mí y de las niñas, Potter?-, gruñó.

-¿Eh?-.

-Tengo dos primas de casi esa edad. Me gustan. Es decir... son brujas, por supuesto, pero tan jóvenes, casi no importa-.

Draco se sentó y se llevó las rodillas al pecho. De repente, parecía totalmente miserable.

-¿Estás bien?-.

-¡No, no lo estoy!- gritó Draco. Sus ojos se abrieron de par en par ante el ruido. -Lo siento-.

Harry dejó su copa y se desplazó para estar sentado frente a Draco. -¿Quieres hablar de ello?-.

Draco negó con la cabeza, y luego apoyó una mejilla en las rodillas, de modo que Harry ya no podía verle la cara. Harry reprimió cuidadosamente el impulso de tocar a Draco, o de intentar hablar con él. En lugar de eso, se acercó a coger su coñac y continuó bebiéndolo. Desde donde estaba sentado, podía ver un tramo de cielo azul cerúleo y trozos de nubes blancas y esponjosas que flotaban vertiginosamente hacia el este. La luz del sol se inclinaba ahora hacia arriba. Se dio cuenta de que estaba bastante borracho, pero seguía disfrutando. Decidió que dejaría de beber al atardecer, para que pudieran volar de vuelta no muy lejos en plena oscuridad.

-¿Recuerdas que me fui el fin de semana de Halloween?- preguntó Draco. Harry lo recordó. Había habido un ataque de mortífagos en un pequeño pueblo de Gales la noche de Halloween; en ese momento se había preguntado si el desaparecido Malfoy había participado. En los últimos meses, Draco se había mostrado tan tímido respecto a los mortífagos que Harry había decidido que no lo había hecho.

-Estuve en el ataque-, continuó Draco. -No oficialmente, pero padre quería que estuviera allí. Para entrenar, dijo. Para ver cómo me comportaba en un 'entorno más caótico'-.

Harry tragó saliva. Se encontró incapaz de moverse o hablar. Había oído algunos detalles de aquel ataque: había sido horrible.

-Estaba bien, al principio-, dijo Draco. -Teníamos un montón de comerciantes gordos que habían estado en una especie de reunión de comerciantes, y los atormentamos. Eran hombres sin forma, con ropas grises sin forma, y mujeres corpulentas con faldas demasiado rígidas para que se cayeran, incluso si las hacías girar con los pies hacia arriba. Les obligamos a hacer cosas, les hicimos daño y les dijimos lo que íbamos a quemar -(sin quemar, todavía, porque eso llamaría la atención)-. Luego vinieron sus guardias con sus tontos uniformes y sus inútiles armas, y fue muy divertido humillarlos, y su humillación hizo que fuera más emocionante herir a los demás-.

Draco hablaba ahora con mucha claridad y rapidez. Había levantado la cabeza, pero miraba más allá de Harry. Sus mejillas estaban sonrosadas y su respiración era rápida y superficial. Harry se quedó congelado en una fascinación horrorizada. ¿Cómo podía algo tan terrible hacer que Draco pareciera tan brillante y perfecto?.