El martes, los alumnos debían volver al colegio. Harry y Malfoy pasaron la mayor parte de la tarde del domingo en el campo, aunque era un día frío y gris. Una vez, Harry miró hacia abajo y vio a Hagrid de pie junto a las puertas, observándolos. Fingió que no se había dado cuenta.
Cuando aterrizaron, en la nieve helada y recongelada, Malfoy le dio un codazo a Harry. -Mi lugar esta noche... en Slytherin, quiero decir. Ponte la capa y reúnete conmigo en la biblioteca después de la cena, podemos bajar juntos-. Y se fue corriendo hacia el castillo. Harry le dio un poco de ventaja, y luego caminó más despacio.
Cuando Harry llegó a la biblioteca, vio primero a Crabbe y Goyle. Estaban frunciendo el ceño ante los rollos de pergamino casi vacíos. El Slytherin de segundo año estaba sentado con ellos, frunciendo el ceño.
-¿Por qué tengo que ayudarles a escribir?-, se quejó.
Desde las pilas, Harry oyó la voz de Malfoy.
-No tienes que hacerlo, Ruthven-, dijo. -Podrías terminar los deberes de Pociones tú solo, en su lugar-.
El chico miró hoscamente a Crabbe y Goyle, y luego se inclinó para leer el trabajo de Crabbe. Malfoy se rió. Harry rodeó el otro extremo de las pilas y tocó a Malfoy en el hombro.
Malfoy giró, y Harry tuvo que retroceder rápidamente para evitar ser golpeado por el brazo del chico. Se asustó al ver que Malfoy había sacado su varita mientras giraba. Malfoy parpadeó ante el espacio vacío, y luego pronunció el nombre de Harry.
-Hola-, susurró Harry.
Malfoy asintió y se relajó. Volvió a guardar su varita en la túnica.
-¡Nos vemos por la mañana!-, llamó a los tres estudiantes. Harry pudo imaginar la sonrisa de Malfoy sólo por el tono. Malfoy se dirigió a la puerta y Harry lo siguió.
Un nivel por debajo del Gran Comedor, Malfoy se detuvo. -¿Sigues ahí?-, susurró.
-Todavía aquí-, respondió Harry. Malfoy sonrió y siguió caminando.
Bajaron, cada vez más bajo el castillo, no serpenteando sin rumbo, como habían hecho Ron y Harry la vez que habían ido a buscar el dormitorio de Slytherin, sino al ritmo asertivo de Malfoy. Finalmente, Malfoy se detuvo en un pasillo que Harry no habría conocido de los otros, y susurró a la pared. Una parte de ella se deslizó hacia atrás, dando entrada a la baja y tenue Sala Común de Slytherin.
Harry se acercó nervioso a la luz de las lámparas verdes colgantes. El fuego ardiente al final de la sala convertía todo lo que había delante en una silueta oscura.
-Puedes quitarte la capa, ahora-, dijo Malfoy, en un tono normal. -Todos los demás están en la biblioteca, y Snape se ha ido por la noche: le he visto salir-.
Harry había visto a Snape, durante la cena, crisparse con un dolor repentino, y luego salir del Gran Comedor, con el brazo izquierdo apretado discretamente contra su costado. Snape, entonces, estaba con los mortífagos, y Malfoy parecía saberlo. Harry esperaba no tener ninguna visión mientras estaba con Malfoy. Voldemort parecía no ser consciente de que Harry tenía esas visiones de sus acciones, y Harry quería mantenerlo así el mayor tiempo posible.
Harry se quitó la capa. Él y Malfoy avanzaron por la Sala Común de Slytherin. Desde más adentro, Harry podía mirar hacia los lados iluminados por el fuego, lo que hacía que la sala fuera un poco menos espeluznante, aunque no más alegre.
-Por aquí-, dijo Malfoy. Pasó por una puerta a la derecha de la chimenea, por un pasillo corto, a la izquierda, arriba y otra vez a la izquierda. La siguiente puerta les llevó a un dormitorio cuadrado ligeramente más grande que la habitación de la torre de Harry y sus compañeros de curso. Desde allí, Malfoy pasó por otra puerta, a una habitación más pequeña con una cama.
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SNAKES AND LIONS
FanfictionCuando Ron y Hermione se juntan, solo se notan el uno al otro. Una pesadilla hace que Harry regrese solo a la Cámara de los Secretos vacía y lo lleva a una nueva mirada a un viejo enemigo. Harry disfruta de la compañía, pero con Bellatrix Lestrange...