En el laboratorio de Pociones, Draco se inclinó más cerca de lo habitual y susurró en voz más baja que de costumbre para preguntar.
-¿Por qué me ayuda Hermione?-.
-Es una cosa de Gryffindor-, le susurró Harry. -Necesitas ayuda para hacer algo que ella cree que debes hacer. Ella puede ayudarte, por lo tanto, lo hará-.
-Pero siempre he sido horrible con ella. Me ha oído desear que la maten-. Draco se dio cuenta de que su voz se había elevado y la bajó de nuevo. -Al menos debería obligarme a hacer algunas concesiones-.
-Los Gryffindors no hacen eso. Si creemos que debemos ayudarte, lo hacemos gratis-.
Draco salió del laboratorio de Pociones cuando se despidió explícitamente. El profesor Snape cerró y vigiló la puerta en cuanto se fue. Harry se reunió con él en la parte delantera del aula.
-¿Y bien?- preguntó Snape.
El corazón de Harry latía desbocado, pero respondió con un encogimiento de hombros casual. -Tienes razón. Me sentiría un poco idiota si descubriera que en realidad no puedo hacerlo-.
-Estoy de acuerdo. Accio Serpent. Accio Block-. Una víbora inmadura y un pequeño bloque de madera volaron hasta las manos de Snape. Snape puso la serpiente en una caja sobre la mesa, y colocó el bloqueo sobre su borde largo. -El mismo procedimiento que antes. El movimiento para Imperio es un punto directo, normalmente con la muñeca inclinada ligeramente hacia abajo, pero eso es sólo una ayuda mental-. Hizo una demostración. -Concéntrate en ser innegable-.
Harry asintió y sacó su varita. Volvió su atención a la mesa. Snape inclinó la caja y la serpiente se deslizó fuera. Comenzó a buscar frenéticamente una forma de salir de la mesa. Harry sintió bastante pena por ella.
-Cuando quiera, señor Potter-, dijo Snape secamente.
Harry apuntó con su varita a la serpiente. Sentía la boca seca. Tuvo que humedecerse los labios para lograr el encantamiento. -Imperio-. La palabra salió temblorosa, y enseguida pudo comprobar que no había pasado nada. -Lo siento-. Se concentró en el recuerdo del lanzamiento de Umbram Jubo. Su voluntad era como un misil de la varita.... -¡Imperio!- Un parpadeo de sensación, luego nada.
-Inténtalo de nuevo-.
Harry lo intentó una tercera vez, luego una cuarta. Nada. -No puedo...- Mordió su frustración. -¿Qué me estoy perdiendo, señor? Esto es... No pasa nada-.
Snape dejó caer la serpiente de nuevo en la caja, y la empujó a un lado. -Dices que has hecho un poco de Artes Oscuras antes-. El profesor apretó los dedos y se inclinó hacia delante. -¿Qué, señor Potter?-.
-Umbr... Espíritu de mando, señor-.
Un parpadeo de sorpresa en el rostro de Snape fue rápidamente reemplazado por un ceño fruncido. -Hm.... No es útil, en este caso-.
-Yo pensaría que sería similar-.
Snape negó con la cabeza.
-La maldición del espíritu de mando es muy concisa, y agresivamente directa. Es penetrante, pero no se puede mantener. La Maldición Imperius es más sutil y abrumadora... Tú la has recibido varias veces, ¿no es así, Potter?-.
-Sí, pero... pero siempre la he superado, señor-.
-No obstante. ¿Cómo se sintió?-.
Harry recordó al falso Moody, diciéndole que saltara sobre la mesa, a Voldemort intentando hacerle una reverencia. No pudo reprimir un pensamiento sobre Draco y el hijo de muggles. Se estremeció.
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SNAKES AND LIONS
FanfictionCuando Ron y Hermione se juntan, solo se notan el uno al otro. Una pesadilla hace que Harry regrese solo a la Cámara de los Secretos vacía y lo lleva a una nueva mirada a un viejo enemigo. Harry disfruta de la compañía, pero con Bellatrix Lestrange...