Capítulo 30: The Conspirators

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Draco parecía más distante que nunca en el desayuno. Hermione se acercó a Harry para susurrarle

-La mantequilla no se le derretiría en la boca, ¿verdad? Pero no está comiendo-.

-Te diré un secreto-, respondió Harry. -¿Esa mirada? Está nervioso, o preocupado-.

Hermione se apartó y lanzó a Harry una mirada incrédula. -¡Sinceramente, Harry!-, dijo ella.

-¡Lo digo en serio!-.

Harry ayudó a Hermione a encontrar libros probables, pero insistió en ir al partido de quidditch. Dijo que aunque no quisiera, que lo hacía, era su deber, como capitán de Gryffindor, observar cómo jugaban los equipos. Sin embargo, esperó hasta justo antes del partido para irse, y dijo que volvería justo después.

-¿Cómo ha ido?-, le preguntó, cuando volvió.

-Un poco largo. Slytherin ganó, 180 a 50. Draco estuvo brillante. Aunque empiezo a ver el punto de McGonagall creo que ha mejorado, volando conmigo-. Harry escudriñó la pila de libros que Hermione había elegido y seleccionó uno titulado Aplicación de la Ley Mágica. Susara se deslizó hasta su muñeca para investigar las páginas mohosas. -El partido Slytherin-Gryffindor va a ser interesante-.

Draco apareció dos horas más tarde, lo que era mucho antes de lo que Harry esperaba. Todo Slytherin debía ciertamente adorarlo, en este momento, y Draco disfrutaba de ser mimado.

Harry le echó un vistazo. -¿No me digas que Slytherin no puede festejar más de dos horas?- se burló, más que nada para que Draco supiera que lo apreciaba, y en parte para recordarle a Hermione, que había parecido molesta por la tardanza de Draco, lo que estaba sacrificando.

-No esperaría que lo entendieras, Potter-, se burló Draco, -pero tengo cosas más importantes que hacer que ser adulado por un montón de idiotas que apenas pueden mantenerse en una escoba-.  Se acercó. -¿Qué estás leyendo?- Leyó los títulos de su pila. "Aplicación de la ley mágica. Historia del transporte en Europa. De un lugar a otro". Sus ojos pasaron por encima de Hermione como si fuera un mueble. -Qué apasionante-.

Draco desapareció entre las pilas y volvió media hora después con su propia pila de libros. Se acomodó en una mesa a la vista de Harry y Hermione. Harry deseó poder comparar notas con Draco, que estaba hojeando Entrar (y salir) a escondidas de los lugares más interesantes.

Después de la cena, volvieron a sus mesas en la biblioteca. Harry, habiendo renunciado a las selecciones de Hermione, se aventuró en los estantes y volvió con Memorias de un Auror. Intentó ojearlo a propósito, pero se distrajo una y otra vez con los relatos de emocionantes persecuciones, horribles ataques y magia de alto poder.

-¿Harry?- le interrumpió Hermione, justo cuando estaba terminando la descripción de una masacre que el autor había sido llamado a investigar. -Creo que deberías cambiar a otra cosa-.

-Aunque esto podría tenerlo. Tiene unos detalles increíbles-.

-Estás perdiendo demasiado tiempo-.

-Sí, pero... Trataré de escanear sólo los lugares donde comienzan las investigaciones, ¿de acuerdo?-.

Hermione miró su reloj. -Quince minutos-, dijo. -Luego pasas a otra cosa-.

Harry asintió y volvió a mirar frenéticamente el libro.

Hodgson sólo encontró una firma del Aparato, pero era evidente que había habido muchos atacantes. Mientras ella rastreaba el Aparato, Lu y yo buscábamos otros rastros. Encontramos el rastro de un Traslador, pero tenía al menos cinco minutos de antigüedad y era imposible de rastrear.

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