SNAKES AND LIONS

Capítulo 47: Desires and Obligations

-Entonces-, dijo Harry. No pudo hacer nada más.

-Entonces-, repitió Draco. Durante un rato, permaneció en silencio. Las hojas crujían a su alrededor en el cálido invernadero.

Harry observó a Draco con nerviosismo. Draco lo miraba fijamente, con esa mirada fría y absorbente que tenía a veces, como si estuviera memorizando a Harry o comparándolo con alguna colección de datos. La cesta de picnic estaba olvidada a sus pies.

Finalmente, Draco se acercó y apartó un mechón de pelo de Harry. Sonrió. -Siempre sé qué decir, ¿sabes?-, comentó con ironía.

Harry sonrió. -Me alegro de no tener que mantener ese tipo de imagen-.

Draco se inclinó hacia delante. Sus labios rozaron ligeramente los de Harry. Empezó a retroceder, pero Harry le puso una mano en la nuca, manteniéndolo cerca. Draco avanzó voluntariamente hacia el beso de Harry.

Durante unos minutos, Harry no pensó en nada más que en la flexible presión de los labios de Draco y en la suavidad de la piel de su nuca. Draco presionó su lengua entre los labios de Harry y éste gimió, abriéndolos aún más. Deslizó su propia lengua a lo largo de la de Draco, explorando, invitando, jugando. Finalmente, se relajaron y se separaron.

-Más vale que no haya sido un experimento-, gruñó Draco, -porque creo que estoy jodidamente enamorado-.

-¿Está bien si fue un experimento exitoso?- Preguntó Harry.

-Harry...- Dijo Draco amenazadoramente.

-Oh, sí... estás enamorado-. Dijo Harry, incrédulo. Miró a Draco de forma apreciativa. -¿Lo suficientemente enamorado como para decírselo a tu madre?-.

-¿Eres mi novio?- replicó Draco.

-Si me lo admites-.

Draco gruñó. -Harry, no lo entiendes. Se lo diré a mamá. Pero tú me importas. Voy a decírselo como es debido... de la forma que más le guste, y eso no es decírselo de golpe. Va a llevar tiempo. Y tú eres una figura política, y yo soy una figura política, en menor medida. Atravesar los jardines del castillo cogidos de la mano no es algo que se pueda hacer sin la preparación adecuada, y desde luego no mientras mi casa esté tan enfadada conmigo-. Miró a Harry con el ceño fruncido. -Intenta hacer entrar en razón a Slytherin-.

-No hay nada que me haga ser tan irremediablemente Gryffindor como los impulsos románticos-.

-Sin embargo, notarás que soy el único que ha dicho algo sobre el amor. Estás tratando de negociar conmigo-.

Harry pensó por un momento. -¿Querías decir eso?-, preguntó.

-¿Qué quería decir?-.

-¿Que me amas?-.

Draco rechinó los dientes. -Sí-, gruñó.

-Bueno, no suenes feliz por ello, ni nada por el estilo-.

-Estoy jodido. ¿Por qué debería alegrarme?-.

Harry extendió la mano y tomó la de Draco. Draco la dejó flácida. Harry la giró y acarició un dedo suavemente por la palma. Observó la cara de Draco mientras los ojos del rubio se cerraban, y los espasmos de éxtasis recorrían sus facciones.

-Yo también te amo-, dijo Harry en voz baja. Los ojos de Draco se abrieron con sorpresa. -Eres hermoso, inteligente e intenso, y...- Respiró profundamente. -Es aterrador-.

Draco lo agarró y lo acercó para darle un beso mucho más violento que el primero.

-Si me amas-, dijo con fuerza, -todo lo demás estará bien-.