𓀡 𝐐𝐮𝐢𝐧𝐜𝐞 𓀡

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El bifrost se abrió, así, succionandome y llevándome hacia mi destino.

Cuando caí mi maleta de vestidos se abrió y cayó en un fango de lodo, por lo cual se arruinaron.

-Enserio heimdall?!, tenias que hacerme caer aquí?!- me levante sacudiendo y tome el otro maletero que aún seguía cerrado por suerte.

Me encontraba en un callejón, bastante mal oliente a mi opinión, camine y estaba sobre un terreno plano, con rayas amarillas.

-Por Odin, donde estoy?!- dije mirando al cielo reclamando a Heimdall.

Hasta que escuché un ruido bastante ensordecedor, voltee atrás mío y era como un carruaje pero con linternas, se acercaba a mi, y me arrolló.

Narrador omnisciente.

El auto arrolló a la chica, los pasajeros de adentro estaban estupefactos.

-La mataste?!- decía el filántropo.

-No lo se señor.- decia el en shock con las manos en el volante.

-seguramente ella vendría de una fiesta de disfraces pedorra- decía el saliendo del auto.

-Señor que hace?!-dijo Happy aún en el auto, ya que vio que el filántropo tomaba una rama.

-Ver si está viva- dijo poniéndose en cuclillas, frente a el estaba el cuerpo de la chica, tomo la rama y la pico con ella para esperar una reacción.

-Nop, creo que si la mataste- dijo levantándose- como sea, llamemos a una ambulancia-

El filántropo marcó a emergencias para llevarse a la muchacha que aún estaba inconsciente.

-Señor, hay posibilidad de que vaya a la cárcel?

-Soy Tony Stark, no te llevaran, pero si vuelves a atropellar a alguien más, olvídate de tu sueldo- dijo serio, para luego meterse a la ambulancia junto a la joven, dejando a un happy asustado, aunque el sabía que su jefe bromeaba.

Narra [T/n].

Me desperté en un cuarto totalmente blanco con un pequeño sillón y mesa de noche, quise bostezar pero sentí algo en mi nariz, cuando vi, tenía algo en mi brazo y unos delgados tubos en mi nariz.

-Que diablos?...- dije arrancandomelos.

-Hola chica medieval.- entro un tipo vestido con ropas raras.

-Quien eres, y que hago aquí?!- dije levantandome.

-Nononono, no es buena idea que te levantes- dijo volviéndome a recostar.

-Te arrolle con mi auto.- dijo serio.

-Que es un auto?- dije a lo que el soltó una carcajada.

-Bueno realmente te atropelló mi guardaespaldas, pero todo esta saldado, ya te puedes ir a tu casa.-dijo abriendo la puerta.

-Espere!- dije levantando mi mano en signo desesperado que se detuviera.

-Dime-dijo volviendo su mirada a mi.

-No tengo donde alojarme, usted podría...ya sabe...darme alojo en su casa?- me daba pena el hecho de pensar que pensé en todo menos en eso tan importante.

-Nisiquiera te conozco, debes ser alguna nerd o friki- dijo haciendo cara de asco.

-Oh, lo siento, no me he presentado, soy Lady [T/n] Odinsdottir, duquesa del palacio de Asgard.- dije dando un leve asentimiento.

-Estas loca, bien, te llevare a mi casa, y veré haré contigo.-dijo saliendo de la habitación, afuera pude divisar al hombre de prendas raras hablando con otro hombre con túnica blanca y sombrero...muy raro.

Y entro el señor del sombrero.

-Buenos días [t/n]- dijo sonriente y con una tabla en sus manos.

-Lo conozco?- dije reclinandome.

-Nop, solo haré unas revisiones y te podrás ir con el señor Stark.-dijo sonriente.

Me hizo revisiones, y ya, yo no quise preguntar, al parecer preguntar que era cada cosa les causaba gracia, la cual no me agradaba.

El señor Stark, vino por mi subimos a su nave, conducida por otra persona, este lugar no era realmente como lo describían los libros que había leído, era más increíble, áreas verdes, torres azules y brillantes.

Llegamos a una increíblemente enorme, subimos a una jaula que subía totalmente cerrada, y entramos al último piso de alojo.

-Te mostraré tu habitación, mandaré a Pepper a que te dé ropa y algún celular.- dijo emprendiendo viaje, yo iba tras de el con mi maletero.

La Midgardiana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora