capitulo 19

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La mañana del 5 de agosto llego antes de lo esperado, desde muy temprano los chefs especializados en el arte culinario habían abordado la mansión Lawhorn junto a sus compinches, una vez más la casa estaba patas arriba, demasiado ajetreo, personas entrando y saliendo de la casa cargando sillones de mimbre y mesas del mismo material. Familiares tanto maternos como paternos terminaban de llegar al igual que uno que otro invitado allegado a la familia. Ahora sí que el dicho como aguja en un pajar se encontraba ese día la casa...

Tessa en la ciudad de New York se encontraba triste y melancólica a pesar de haber recibido la llamada de su esposo e hijos felicitando ella quería estar con su familia disfrutando y agradeciendo a dios por un año más de vida.

Recién terminaban las tomas de invierno para la revista quien tendría una sección especial que hablaría sobre la pasarela llevada a cabo en el centro de new york al aire libre, era un evento único y demasiado especial, y sus chicas habían sido solicitadas para modelar aquellas cálidas y extravagantes prendas.

Ahora se hallaba recogiendo el cuarto de hotel 5 estrellas, mientras tomaba una copa de vino blanco, sonrió una vez más al recibir otra foto de su princesa con su trompita parada junto a la bebe de meses de la hija de su hermana menor.

"Quiero una" decía como titulo la foto, y Tessa no pudo estar más feliz; ella en verdad quería un nieto o nieta, de igual manera los amaría por igual, jamás aria distinciones como tampoco las hizo con sus hijos.

—¡Hay mi pequeña Aixa! —susurro bebiendo un sorbo más del exquisito licor.

Tecleo una respuesta rápida y guardo el celular en su bolso sobre la cama cuando la puerta fue tocada varias veces.

Aproximándose para abrir, se encontró con su asistente quien con una amplia sonrisa le tendió una bolsa de regalo. Oscar también estaba al tanto sobre la fiesta sorpresa que le organizaba su familia a Tessa por lo tanto era un cómplice.

—¿Estas lista? —pregunto echando un vistazo a la habitación.

—Eso creo.

—El avión sale en dos horas, ¿quiere ir a desayunar antes?

—Me encantaría —mencionó, tomo su maleta de mano y salió del cuarto pero tan solo poner un pie fuera escuchó como todos sus trabajadores y amigos le cantaban el feliz cumpleaños fue tanta la emoción que se soltó llorando, agradeciendo y recordando que no era necesario; pero aun así amo la sorpresa.

***

—Nos iremos en una de las vans, ya lo dije —seguía alegando Tara, Alain estaba aferrado en querer llevar a sus hermanitas a ponerse bellas pero estas se reusaban, conocían lo desesperado que era al chico, y sería muy mala idea que las acompañara.

—Me rindo... ¡me eh rendido! —exclamo con los brazos arriba, meneando la cabeza hacia su cuñado y Blake, las chicas reían ante la derrota de su hermano, eran pocas las veces que podían apreciar esto.

En Australia eran más de las 2 de la tarde y las mujeres querían ir a la estética, Naila y su madre solo miraban desde lejos, no creían tener voz ni voto ahí, pues ellas no irían a la estética, creían que las mujeres familia de Aixa irían a una lujosa y carísima estética y ellas no tenían el dinero suficiente para pagar.

—Que esperan para ir por sus bolsos —dijo Aixa parando frente a ellas con una amplia sonrisa mientras meneaba su mano sana con una tarjeta dorada y una negra —Tara papa me ha dado sus preciadas tarjetas para pagar —presumió la chica ganándose un bufido de su hermana.

Las pisadas fuertes en la madera indicaban que su hermana efectivamente había tenido la reacción que Aixa esperaba, soltó una carcajada, hizo un ademan a madre e hija para que fueran por sus bolsos de nuevo.

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