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capítulo 32

Estaciono el coche frente a la dirección que Naila le había mandado a su celular, estaba algo confundida cuando el GPS la mando a un barrio marginal, el asombro llegaba a ella como balde de agua fría, no podía creer lo que sus ojos veían, se estremeció de pies a cabeza viendo la pequeña casa de una sola planta, frunció el ceño y se mordió el labio, alzo la mano libre para subirse el suéter de la parte donde se deslizaba. Suspirando bajo del coche, antes de rodearlo para abrirle la puerta al niño, Shun ya estaba a su lado, abrió la puerta trasera y saco de su silla especial a Gian, tomo de nuevo la mano de Shun y abrazo aún más a Gianni dejando besos en su delicada cabcita, cerro los ojos decidida a continuar adelante.

Habían pasado solo dos días desde que Abei fue operada, y ahora se encontraba en Inglaterra, y con ella sus abuelos y padre; Shun se había quedado a cargo de ella, tantas suplicas y lloriqueos a su padre por parte de Shun habían funcionado y ahora se quedaba con Aixa y su hermanito... porque si, aquella vez que escuchaba tras la puerta del doctor el escucho claramente como Aixa le decía al señor que Gianni era hijo de su padre.

—¡Shun!

—Siii

—Puedes traer de la cajuela del carro la maleta de Spider-Man— el niño asintió saliendo corriendo hacia el coche, Aixa saco del pantalón las llaves del coche y presiono un botón que hiso abrir la cajuela del carro desde la distancia.

—Listo— sonrió Shun mostrando sus encías desnudas donde faltaban dos dientes y comenzaban a aparecer los de hueso.

Aixa presiono de nuevo el botón apuntando hacia el coche y la cajuela se cerró de nuevo automáticamente, tomo la maleta y comenzaron a caminar hacia la casa.

—¿Entonces aquí viven ahora?— quiso saber.

—Sí, papa perdió nuestra vieja casa... vinieron unos señores y se llevaron todo.

Aixa se sintió mal, creía que aquello en parte era su culpa, si tan solo hubiese escuchado lo que Blake tenía que decirle aquel día... pero ya no había vuelta atrás, y por remediar el mal que creía haber hecho, aria hasta lo imposible para que Abei estuviera bien y cómoda en su casa.

—Ya veo— Aixa abrió la puerta con una llave de repuesto que Naila le entrego antes de despedirse en el aeropuerto. Con un ligero empuje la puerta se abrió —con un crujir de bisagras oxidadas— dejando ver lo que esperaba dentro.

Una mueca salió de los labios de Aixa, suspiro, de reojo vio a Shun quien salía corriendo a algún lugar. Un —¡puedes venir aquí!— de shun la hiso moverse hacia donde la voz provenía. Deposito la maleta de Spider-Man en uno de los deteriorados sillones y con Gian en brazos se dirigió hacia la voz.

Mordió sus labios al ver la amplia cama, no había ningún espacio donde no estuviera un lindo peluche; deposito a su hijo en la cama.

El pequeño Gian no dudo en tomar un conejo de orejas blancas que se encontraba en la cabecera de la cama cercas de ella, lo azoto en la cama un par de veces para después llevárselo a la boca, balbuceaba en tono alto; pero eso mantenía alerta a Aixa, si no lo escuchaba entonces habría que preocuparse.

—Que tienes ahí— Aixa sonrió al ver la carta que sostenía el niño.

—La hice para ti— bajo la mirada sonrojada. Aixa no creía poder ver algo más tierno en Shun, le acaricio la mejilla y después le revolvió el cabello. Tomo la carta, la desdoblo y comenzó a leer.

—Tienes una bonita caligrafía.

—Blake dice que es igual a la de mamá— la chica frunció el ceño, no le gustaba que Shun llamara por su nombre a su padre, le debía respeto a pesar de lo que haiga pasado entre ellos. No reprendió al niño por su falta de respeto asía su padre no por ahora... aún tenía que preguntar por qué Blake lo había golpeado.