capítulo 34

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Si lanzaba una hoja de papel en aquel ambiente que se extendía en la sala de espera del hospital Great ormond street seguro se cortaría en mil pedazos cayendo destrozados en el suelo.

El ambiente estaba tan tenso que las personas que esperaban información de sus pacientes se alejaban de ahí a alguna otra área.

Chae y Blake se lanzaban miradas afiladas al igual que Alain lo hacía sobre su ex cuñado. Shun al ver a su padre minutos atrás lo abrazo sollozando que tenía miedo por Gian. Estuvo a nada de decir que el pequeño infante de Aixa era su hermanito pero prefirió quedarse callado.

—¿Que sucede?— pregunto Naila —quien recién llegaba a la sala con un par de cafés y rosquillas— al ver a su hermano con el cuerpo tenso, había supuesto lo peor; que algo malo le había pasado a su princesa. Nadie contesto.

Naila observo a la madre de su mejor amiga platicando con la suya.

Al poco rato el señor Joseph llegaba con el saco mojado y la cara llena de preocupación estilando agua, beso a su esposa, dejo el maletín en el piso y saludo a la señora Molly.

—Dime que está bien— pidió a su esposa. Se quitó el saco y lo dejo junto al maletín.

—Tranquilo amor. Gian está bien. El pediatra dijo que era una reacción alérgica. Pero Aixa aun no sale para decirnos que sucedió.

Lo poco que había logrado escuchado Naila le había servido para entender la situación... Se acercó a la madre de Aixa y estuvo platicando con ella acerca de Gian.

En el exterior la lluvia ya no golpeaba con fuerza los vidrios, pero las gotas no dejaban de caer del cielo gris.

La escena era tan triste, con los relámpagos alumbrando todo el área de la clínica a través de los ventanales que parecía una de esas escenas de terror, con los bajos murmullos y el rechinido de las puertas al abrirse y cerrarse de paso.

Aixa entro en la sala de espera echa un mar de lágrimas Alain fue el primero en avanzar hacia su hermana y estrecharla en sus brazos pero fue cuando Chae se le acerco que se derrumbó en los brazos de su amigo.

—Mi bebe— susurro. Chae la pego más a su torso mientras le susurraba al oído que todo estaría bien. Y esta solo negaba.

—La llevare por un café— informo a los familiares pero estos avanzaron junto con ellos.

—¡Aixa!— llamo Shun. Corrió a los brazos de la chica sollozando igual que la pelinegra. Aixa lo apretó en sus brazos mientras estaba a la altura del niño —mi hermanito— susurro solo para que ella escuchará —¿estará bien, verdad?

—Por supuesto, cariño. Solo no te preocupes, de acuerdo.

—¡Quiero ir con ustedes!

Aixa miro a Blake. Quien deseaba ser él quien mantuviera a Aixa en sus brazos reconfortándola.

Quería ser parte de todo aquello que le estaba pasando a la chica así como ella era parte de lo que le pasaba a su hija. Pero las cosas no podían ser así y eso le partía el alma.

—Deberías ir a ver a Abei— le acaricio la mejilla a Shun y señaló a su padre. Aixa mordió su labio, Blake aún tenía ese efecto en ella; y como no si aún lo amaba como la primera vez.

—Escuche que ha estado preguntando por ti— le beso la frente, le limpio las lágrimas, se giró y salió de la sala rumbo a la cafetería con Chae abrazándola del costado fuertemente.

Shun se dio la vuelta jalo la manga de la gabardina de su padre llamando su atención pues todos parecían estar afectados por lo que estaba pasando con la familia de Aixa, la señora Molly estaba muy preocupada por su nietecito, pero no se sentía con la confianza suficiente como para preguntarle a Tessa ni mucho menos a Aixa sobre el estado del bebe.

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