Una tormenta se aproximaba hacia la ciudad de North Alaska, las "vacaciones" si es que así se le podían llamar, estaban llegando a su fin, aunque pronto regresarían a Londres Inglaterra para ver de nuevo al especialista que había tratado a su hijo al nacer.
Gianni, era él bebe más hermoso que los ojos de Aixa habían visto jamás, cuando nació tenía una abundante cabellera oscura como la noche y unos impresionantes ojos azul verdoso que te atrapaban y enamoraban al verlos; sin mencionar su tono de piel, y sus delicadas facciones angelicales que heredo de su madre.
Gianni era un bebe bastante consentido por todo el mundo y aún más por sus abuelos, Aixa continuaba trabajando en la empresa de sus padres, pero también por si misma haciendo exposiciones fotográficas sobre las bellezas que ocultaban muchos países, pero lo que era más frecuente encontrar en las explosiones de Aixa era la naturalidad con la que se desenvolvían las personas en sus áreas.
—¿Tienes todo?— Aixa sonrió al hermoso hombre que sostenía a su hijo, asintió a su pregunta dejando una mamila preparada en su bolso. Tomo a su bebe y lo beso por toda la cara, Gianni o Gian como solían llamarlo de cariño soltó pequeñas carcajadas un tanto fuertes, que regocijaba a la joven madre.
—Alain dijo que el doctor Bradley tenía una solución al mutismo de Gian— sonrió viendo a la chica que continuaba asiendo cariños a su hijo. Aixa levanto la vista viendo a Chae con cariño, asintió esperanzada. No era la primera vez que escuchaban aquello, pero no se daban por vencidos; mientras hubiera una mínima esperanza ellos jamás se rendirían.
Gianni nació con una leve sordera, una negligencia en el hospital por una inyección de BCG que estaba infectada de mercurio, él bebe había perdido la posibilidad de escuchar siendo este uno de los efectos secundarios de una inyección mal efectuada que había dañado los tímpanos, siendo un pitido ensordecedor lo único que era capaz de escuchar que lo hacía llorar todo el tiempo. Era por ello que el doctor les había recomendado que Gian usara tapones especiales para obstruir cualquier ruido que fuera capaz de colarse por sus ductos auditivos.
A pesar de todo Gian era un niño bello e inteligente, solía hacer muchos ruiditos con su boca para llamar la atención de los que se hallaban al rededor.
Hasta hoy no había tenido una operación para ayudar a su sordera, como era muy pequeño ningún doctor especializado en oídos quería atenderlo, y Aixa junto a su hermano y Chae pasaban viajando por todo el mundo en busca de alguien que pudiera darles una esperanza de que Gian podría escuchar.
—Entonces estaremos en Londres lo antes posible, hermosa.
—Chae, gracias, no sabes cuánto te agradezco todo este tiempo que has estado con nosotros... eres un gran amigo.
—Sabes que me gusta estar contigo, y con este caballerito que se robó mi corazón cuando nació.
—Por algo es que eres su padrino, ¿no?— Chae asintió sonriéndole a la chica.
Estaba contento por haber podido permanecer al lado de la chica que le gustaba, pero temía que algún día apareciera el papa de Gianni y le quitara el puesto que con creces se había ganado al lado de ella y su hijo, no quería que el sujeto lo aparatara a Aixa y Gian, eso jamás lo permitiría.
Pero ahora se encontraba seguro de que si Aixa algún día volviera con el padre de su ahijado, y si eso pasaba ellos no se volverían a separar. Ahora existía un vínculo entre los tres. Y aunque estuvo saliendo con Aixa por un tiempo y llegaron a más que simples besos, nada pudo cambiar lo que ella aun sentía por, Blake; solo esperaba conocerlo algún día para decirle lo idiota que fue por dejar ir a una impresionante mujer como lo era Aixa.
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進む SUSUMU © ✔️
RomanceSUSUMU del japonés (ir hacia adelante... en español Seguir adelante) Blake jamas imagino que sufriría el dolor de la perdida de un ser amado tan rápido, siendo ahora un viudo con dos hijos que tendrá que salir adelante a pesar de todas las circuns...