Andó con calma por entre las personas que caminaban con un humor de perros.
Había sido un día frustrante, desde luego, y su compañero no parecía querer hacerle las cosas fáciles. No sabía nada de JungKook, más allá de que era un potencial inspector que estaba buscando desesperadamente su ascenso. No sabía nada, ni de dónde venía, si tenía alguna otra formación o simplemente si tenía familia o hermanos.
Si bien las personas no contaban de buenas a primeras su vida, TaeHyung se sentía más calmado conociéndolas de primera mano. Le gustaba saber al menos de dónde provenía aquella persona, si su familia había sido la típica o si había alguna especie de cambio u otra cuestión interesante a tener en cuenta. Por ello, quería conocer más de su aparentemente reservado compañero, ya que para él, sabía tanto de Jeon JungKook como Choi YeonJun, y eso que ambos se habían presentado aquél mismo día.
Cuando por fin alcanzó la tan conocida peluquería abrió la puerta y no tardaron en saludarle varias personas que ya le conocían. Todos eran trabajadores jóvenes, amigos de Hobi. Además de que todos tenían órdenes de tratarle bien ya que sino el jefe podría meterlos en problemas. Por lo tanto, ellos se encargaban de mostrarse lo más alegres posible a su alrededor.
Se sentó a esperar a su grandioso amigo y no tardó en vislumbrar a YoonGi barriendo después de haberle cortado las puntas a una mujer. Ésta se encontraba ahora pagando con una ligera sonrisa en el rostro y YoonGi estaba entretenido entre tanto barrer y mantener el lugar suficientemente limpio para su exigente jefe. Si YoonGi estaba por ahí, TaeHyung sabía que Hobi no tardaría en aparecer de la nada. Y fue exactamente así. Se abrió una puerta y el torbellino que era HoSeok apareció de entre las paredes.
-Buenas tardes. -saludó a sus clientes y después les preguntó uno a uno si se encontraban bien. TaeHyung esbozó una sonrisa relajada en sus labios, viendo el personaje tan carismático que era su amigo. YoonGi tampoco pudo evitar dejar salir su sonrisa al verle aparecer de nuevo. TaeHyung adoraba a YoonGi pero le adoraba aún más cuando estaba con HoSeok. Estaban los dos tan a gusto el uno con el otro que parecían incluso haber estado juntos toda la vida.
En cuanto hubo atendido a todos sus clientes los ojos del jefe del local recayeron sobre TaeHyung. El chico se encogió en su asiento y sonrió tímidamente.
-¡Pero si es mi chico favorito! -gritó animado acercándose con enormes pero cuidados pasos hasta donde estaba él. Le cogió de las mejillas y se las estrujó con una euforia desmedida. -¿Cómo estás? ¿Qué tal el día? -le preguntó mientras él se levantaba y Hobi aprovechaba para soltarle y echarle un vistazo de pies a cabeza. -Te ves muy bien hoy. -le alagó con una enorme sonrisa de corazón adornando su cara. TaeHyung se sonrojó ligeramente pues creía que nadie podría verle atractivo a él, con lo torpe y descuidado que era. Suspiró ante sus pensamientos pero consiguió mantener su sonrisa intacta.
Avanzó junto a HoSeok mientras le relataba muy escuetamente lo que había hecho durante toda su jornada. Le dió las gracias en varias ocasiones por ser una verdadera maravilla de persona y se sentó en un asiento para que le empezaran a aplicar el tinte. Como siempre, YoonGi fue el que se encargó de hacerle la mezcla que iba a utilizar en su cabello. Le habían salido unas raíces negras enormes y YoonGi ya le había dicho más de una vez que arreglase esa situación pasándose a ver a Hobi. Ése día no podía haber evitado aquella cita y por eso ahí se encontraba en aquél momento.
-¿Qué tal todo? -le preguntó YoonGi tranquilamente removiendo las sustancias de olor fuerte que estaban en un bol de plástico. -¿La investigación de YeonJun...?
-Sabes que es confidencial, no puedo decirte nada...
-¿Y tu compañero o ex compañero? Eso no tiene que ver con la investigación, puedes contármelo. -objetó algo malhumorado. TaeHyung asintió.
-He decidido coger el caso y estudiarlo conmigo. Aunque es un poco...
-Un poco qué, TaeHyung. -le exigió saber ante la falta de respuesta.
-Desconfiado. -YoonGi puso los ojos en blanco y le cedió el cuenco con todo mezclado a HoSeok.
-Bueno, eso son cosas del oficio, ¿No? -intentó complementar HoSeok, quien debía de saber ya todo por YoonGi. Ambos eran como unos padres adoptivos de TaeHyung, le cuidaban y protegían de todo, o al menos eso creían.
-No son cosas del oficio dejar a tu recién asignado compañero tirado porque no entienda...-el chico miró de reojo a TaeHyung, que le evitaba, y suspiró. -Al menos me alegro que haya recapacitado y quiera ayudarte. De verdad. -TaeHyung le observó entonces y asintió, entendiendo aquello como una disculpa del día anterior.
De cualquier forma, no podría estar enfadado con YoonGi por mucho tiempo.
Durante el proceso del tinte y las diferentes cosas que le pusieron en la cabeza su mente se centró en JungKook. El chico se había mantenido bastante apartado de él, mirándole molesto y al borde de un ataque de nervios pero, después de ese día, tal vez su cooperación resultaría hasta agradable. Tenía cierta esperanza en que el chico hiciera algún tipo de esfuerzo extra para conseguir su tan deseado ascenso. Según lo poco que le había comentado el Comisario Kim por e-mail, el chico tenía talento pero también era soberbio.
Al principio TaeHyung no entendió soberbio pero, si aquello significaba renunciar en el mismo día al caso que le fue asignado, entonces JungKook era muy soberbio.
Con aquello rondando su cabeza se dijo a sí mismo que en cuanto llegase a casa indagaría sobre la vida y el pasado del chico. Debía encontrar respuestas que explicasen su comportamiento o al menos saber algo más de él.Por ello, en cuanto HoSeok le lavó y le peinó los recién teñidos rizos dorados, salió disparado del local dejando con la palabra en los labios a YoonGi, quien quería ofrecerse para llevarle a casa. No tenía tiempo para tratar con el chico en ese momento.
Cuando por fin alcanzó su piso y cerró la puerta con llave suspiró pesadamente y se dirigió hacia su ordenador con dos pantallas conectadas. Solía usarlo para jugar a videojuegos, ya que prefería investigar en las oficinas de la Comisaria, pero como no tenía mesa y suponía que JungKook no le ofrecería una silla a su lado, decidió buscar la información que requería en su casa.
Buscó en algunos documentos electrónicos y entre burocracia y burocracia únicamente descubrió que tenía una familia, formada por un padre y una madre. Ambos tenían trabajos muy buenos, unidos a su buena vida. Ella era una abogada, actualmente empleada en un bufete y él era un jefe de policía veterano, cercano a la jubilación. TaeHyung suspiró una vez leyó todos los papeles que describían la poca información de sus padres. «Así que, JungKook no era más que otro chico normal», pensó. Por alguna extraña razón siempre buscaba historias apasionantes en las personas más corrientes. Y como en aquella ocasión, solía decepcionarse no encontrando nada que le pareciera destacable. «No todo el mundo ha pasado por el infierno que tú, TaeHyung», la voz de YoonGi parecía distorsionada en sus recuerdos. Con el ceño fruncido decidió apartar al chico de pelo turquesa de su mente y se dispuso a continuar con su evaluación.
Leyó y volvió a leer en busca de algo que se saliese de lo cotidiano, algo que destacase por encima de lo que él consideraba normal. Sus ojos se movieron inquietos entre las líneas y líneas de palabras que hablaban sobre la vida de una única persona. Todo le cuadraba hasta que llegó tan arriba de su historial que de repente, se cortó.
Aquello llamó la atención de TaeHyung.
Había información oficial desde que JungKook tenía dieciséis años, pero no había nada anterior a esa edad. Su ceño se frunció y sus ojos emitieron un brillo extraño.
Desde luego ese tipo de incógnita era de las que a él no le dejaban dormir por la noche.
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Inspector Kim
Misterio / SuspensoEl Oficial Jeon tiene al Comisario en la palma de su mano, pero éste le pone un último desafío antes de poder alcanzar su sueño: si consigue resolver el caso que el Inspector Kim está llevando, su sueño (y su ansiado puesto) se hará realidad. Todo...