Inspector Kim

27. Cañas y compañeros

Con la idea de que sólo les quedaba una posible sospechosa con la que contactar regresaron a la oficina. JungKook le llevó y estuvieron todo el viaje hablando de las posibilidades y razones por las cuales la mujer de Lee habría acabado con la vida de su marido y SooMin. TaeHyung había celebrado descartar en parte a JaeBong, ya que no tendría que considerar el caso como un crimen pasional, pero todavía quedaba la incógnita de la mujer de Lee. ¿Qué pasaba si realmente SooMin y Lee tenían algo y al enterarse su esposa decidió acabar con la vida de ambos? Todavía quedaba alguna posibilidad de que el crimen fuese pasional a su pesar.

Cuando llegaron decidieron ahogarse en el papeleo y en transcribir toda la información que habían conseguido. Ahora sabiendo que SooMin consumía droga de manera ilegal tenían otra línea por la que investigar. Aquello emocionaba a TaeHyung y a su vez le ponía nervioso. Sentía que con cada paso que daba, cada información que conseguía, surgían mayores huecos e incógnitas que debían responder para dar con el verdadero culpable. Al menos agradecía que el resto de los integrantes de la familia Choi que trabajaban en Choi's Choice (los cuales no tenían acceso a los jet privados de la familia y razón por la cuál habían sido descartados en un principio) hubiesen sido tan colaborativos. No habría aguantado a más sujetos como los Kang, eso lo tenía claro.

—¡Chicos! ¡Habéis vuelto! —dijo cantarín JiMin mientras se acercaba con tres cafés en mano. JungKook le sonrió con calma y agradeció el café. Después no tardó ni dos segundos en darle un largo sorbo. —Creía que os iba a tomar más tiempo.

—Qué va. —respondió JungKook resuelto y con orgullo. —El hombre estaba consumido por sus propios demonios. Yo creo que hasta va a agradecer que le metas entre rejas. —soltó sin más. TaeHyung frunció el ceño un poco y siguió trabajando con diligencia.

—He leído el informe que me has mandado, TaeHyung. —dijo entonces JiMin. TaeHyung le observó y asintió sin decir nada. —Me va a ayudar mucho, gracias. —TaeHyung se encogió de hombros sin saber qué decir y volvió al trabajo.

—Bueno, entonces esta noche salimos, ¿No? —dijo JungKook animado y estirándose en su asiento. Después de aquellos días trabajando juntos habían colocado otra mesa pegada a la de JungKook que le daba una forma de L muy graciosa pero práctica. El Comisario no había dicho nada al respecto así que JungKook se alegró por su hazaña y por no tener al Inspector Kim pegado todo el tiempo.

—Sí, en cuanto termine unos informes nos vamos. —indicó y antes de irse observó a TaeHyung y le sonrió. —TaeHyung, tú también puedes venirte si quieres. Sólo vamos a por unas cuantas cañas. —el chico le devolvió la mirada y sonrió. No tenía ni idea de lo que cañas significaba pero no sonaba tan mal. Igual iban a un río y cogían algunas. Eso no pintaba tan mal, ¿No?

Al cabo de unos segundos de la ida de JiMin, JungKook se acercó a él y le susurró:

—No tienes que ir si no quieres. —TaeHyung se sorprendió ante su simpatía y asintió convencido de que estaría a gusto con esas dos personas.

—No pasa nada si voy, ¿No? —le preguntó honestamente.

—¿Has salido alguna vez de cañas?

—No, creo que no. —JungKook suspiró pero de alguna manera no le sorprendió la respuesta.

—Bueno, entonces no creo que sea tan malo. A lo mejor te gusta y todo...—murmuró sonriendo por lo bajo. Si TaeHyung no había probado mucho alcohol tal vez aquello podía acabar en desastre, aún más conociendo que JiMin tenía un aguante maestro en lo que a alcohol se refería. Aquella noche podía acabar con risas, al menos por su parte.

…

Después de conseguir separar del trabajo a TaeHyung y arrastrarle hasta el coche de JungKook meterle y acercarle al bar más cercano el oficial empezó a regocijarse de haber traído al pobre de su superior. Sabía que acabaría saliendo de aquél local dando tumbos y no intentó frenarlo. Es más, tenía curiosidad por ver al Inspector borracho o como mucho contento. Estaba seguro que sería divertido.