12. En vela

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No había que ser muy inteligente para saber que TaeHyung se había pasado la noche entera en vela. Tenía unas ojeras pronunciadas, pero al menos sus ojos mantenían ese brillo risueño.

Se encontraba en la puerta del tanatorio en donde actualmente estaban teniendo su sesión Choi SooMin y su familia. Sus familiares habían organizado que ese día llevasen el cuerpo de la matriarca al lugar para que parientes lejanos, cercanos y amigos le diesen el pésame. TaeHyung estaba esperando a su compañero a pesar de que le había traído YoonGi. El chico había creído oportuno ir a ver a YeonJun para darle su pésame. YoonGi no creía en nada religioso, pero respetaba a YeonJun y eran muy amigos, así que iba a saltarse una mañana de trabajo para visitarle en aquél lugar tan frío.

TaeHyung se había abrigado mucho aquella mañana después de haber acosado virtualmente a su compañero. Su noche finalmente no había sido tan productiva y ahora estaba empezando a sentir escalofríos.

Familiares, amigos y periodistas tenían la entrada abarrotada y TaeHyung se había sentido tan incómodo rodeado de tanta muchedumbre que se había tenido que apartar un poquito. Había saludado a YeonJun y el chico ése día no había podido evitar no darle un pequeño abrazo. TaeHyung se dejó hacer y se lo devolvió con parsimonia. Nunca sabía muy bien cómo colocar sus brazos. ¿Cómo le gustaban los abrazos a YeonJun? Había tantas combinaciones distintas de abrazos que el solo pensarlas le ponía de los nervios.

De repente un JungKook con el pelo mojado y unas ojeras que podían igualar a las suyas apareció corriendo entre el lugar lleno de arena. TaeHyung le observó hasta que le alcanzó.

-Buenos días. -le saludó como creía que era mejor.

-Hola. -dijo JungKook colocándose la camisa blanca dentro de sus pantalones vaqueros negros. TaeHyung no pudo evitar no mirar ya que el chico tenía un tremendo chupetón en el cuello de color morado. Frunció su ceño y con un gesto sacó de su bandolera una bufanda. Que apareciese así en un lugar como aquél era lo que menos necesitaban en ése momento. Se la ofreció con una expresión neutral y JungKook le miró con una ceja alzada. Tenía la nariz roja y parecía que había salido de casa corriendo. Eran las siete de la mañana y los primeros rayos de Sol estaban saliendo muy tímidamente.

-Hace frío. -resolvió TaeHyung mientras JungKook se anudaba la prenda sin decir nada más. El chico castaño agradeció en silencio que no se quejase.

-¿Qué hacemos aquí, Inspector Kim? -preguntó algo molesto caminando detrás de TaeHyung. Su superior se había vestido con un abrigo de pelo marrón oscuro y debajo llevaba unos vaqueros azules campana con adornos extraños. JungKook supuso que debajo habría otro modelito que dejaba ciegos a los mortales.

-Hoy es el día en el que todos los conocidos de Choi SooMin se pasarán para darle el pésame.

-Ah, el marido. -dejó escapar JungKook metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo negro.

-Exacto. Es el momento en el que debemos abordarle y sacarle algo de información.

-No creo que sea una buena idea. -JungKook soltó sabiendo que aquello podría costarle el día, el puesto y su vida misma. Llevarle la contraria a un superior era como ponerse una bomba en el pecho y esperar que no explotase. -El hombre debe estar destrozado. A menos que él lo provocase, claro. De todas formas creo que deberíamos respetar su momento.

-Por supuesto. -le dio la razón, algo que sorprendió a JungKook. -No voy a entrar a molestar a nadie, respetaré eso. No estaría aquí si YeonJun no me hubiese dicho que es casi imposible contactar con su padre...-decidió especificar.

-Entiendo...-murmuró JungKook observando a su superior por el rabillo del ojo.

No tardaron mucho tiempo hasta que el hombre que buscaban salió del lugar entre gritos de otros familiares. Kang JaeBong se mostró ante ellos con un enorme abrigo que le llegaba hasta los pies. Andaba dando zancadas y tenía una cara arrugada y gastada. El hombre parecía consumido y TaeHyung quería averiguar de qué.

-¡...es tú culpa! -gritó una mujer desde el interior. El hombre levantó un brazo y le dedicó el dedo medio con una expresión de enfado.

Entonces fue cuando se acercaron. Kang los vió llegar y su rostro perdió todo el color. Después se quedó quieto y respiró hondo, esperando porque llegaran hasta él.

-Buenos días. -saludó TaeHyung, como saludaba a todo el mundo. El hombre asintió y con los ojos rojos se sacó una cajetilla de cigarros y encendió uno. -Soy el Inspector Kim y él es mi compañero, el oficial Jeon. -le explicó, acortando la parte de JungKook, ya que prefería que los sospechosos no supiesen su puesto. -Si no le importa, nos gustaría hacerle algunas preguntas sobre su mujer.

-Es ex mujer. -dijo él con tono cansino. JungKook alzó una de sus cejas ante la forma de hablar del otro. Estaba empezando a estar hasta las narices del acento estúpido de los personajes con dinero. «Lo dices como si no te hubieses acostado con una personaje con dinero» se recordó. -¿Qué es lo que queréis? ¿No podéis siquiera respetar mi luto? -TaeHyung sacó su libreta de la otra vez y asintió.

-Claro, señor Kang. Hemos respetado su pésame y ahora que ha salido, puede responder a nuestras preguntas. -el hombre se quedó pasmado y le dió una calada a su cigarro medio consumido. Tenía una perilla cortada muy fina y cuidada, pero se estaba quedando calvo.

-No debería hablar hasta que mi abogado esté presente. -JungKook frunció el ceño con molestia.

-Señor Kang, fue su hija Cho la que nos indicó que usted podría proporcionarnos la información que necesitamos. -algo se removió en la expresión del hombre-Además, pudimos ver que es una chica que ama muchísimo a su padre. -ante aquello Kang suspiró humo que estuvo a unos centímetros de dar directamente con la cara de TaeHyung. El otro ni se inmutó.

-Mi niña..., Está bien, de acuerdo. No tengo nada que esconder, de todos modos. -pues aquello sonó muy sospechoso para JungKook.

-Muy bien. -se animó TaeHyung. -Queríamos saber por qué su ex mujer había dejado todo su imperio en manos de su primo. -el hombre pareció no entender la pregunta.

-No lo sé. Lee es, era un gran amigo mío. -suspiró tocándose la frente como si le doliera la cabeza. -Sé que ambos estaban muy unidos pero después de un tiempo cortaron lazos.

-¿Y sabe por qué? -preguntó entonces JungKook.

-Asuntos entre ellos. Supongo que se los llevaron a la tumba. -TaeHyung asintió, anotando.

-También queríamos saber por qué Choi Lee dejó su empleo en Choi's Choice. La mayoría de los empleados son familiares de su familia y él es el único que ha renunciado por su propio pie y sin dar explicaciones. -Kang se quedó quieto.

-¿Sabe algo? -metió presión JungKook.

-A ver, es cierto que las cosas se pusieron un poco tensas entre ambos, pero si lo dejó supongo que fue por sus propias aspiraciones profesionales.

-¿No lo sabe? -preguntó JungKook sin creerle. -¿No ha dicho hace un momento que eran grandes amigos? -el hombre pareció empequeñecerse ante aquel ataque directo.
TaeHyung se puso tenso. -No creo que fuese por sus aspiraciones profesionales, si le soy sincero. Es evidente que hay algo escondido en todo esto señor Kang, y usted puede elegir si ayudarnos o ponerlo más difícil. De cualquiera de las maneras daremos con la solución y si usted tiene algo que ver, tendrá consecuencias. -el hombre miró hacia el tanatorio y asustadizo asintió.

-De acuerdo, de acuerdo. -accedió. JungKook se relajó. -Pero no podemos hablar aquí. Toma, -le dió una tarjeta con su nombre y contacto-llámame en unos días y quedemos para vernos. -TaeHyung asintió aceptando su tarjeta y una vez dicho aquello el hombre se despidió aún asustado por la actitud de JungKook.

Mientras caminaba hacia su Porsche TaeHyung anotó que era muy probable que el hombre padeciera de depresión o ansiedad. Algo no iba bien psicológicamente con él y quería averiguar por qué.

-Bueno, eso ha estado bien ¿No? -preguntó su subordinado haciendo que saliese de su cabeza de manera momentánea.

-Sí. -le concedió. -Se te da bien meter presión. -le dijo a continuación.

-Gracias. -se masajeó el cuello y suspiró cansado. -Voy a por un café, debe haber alguna máquina dentro, ¿vienes? -TaeHyung se le quedó mirando y asintió, siguiendo sus pasos después hasta dentro del edificio.

JungKook no había rechazado su compañía y es más, parecía querer seguir un rato más a su lado. Aquello debía ser una buena señal, ¿No?

Inspector KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora