Inspector Kim

30. Desaparición

Esa mañana JungKook tuvo tres razones para levantarse con el pie izquierdo.

La primera de todas fue el timbre de su hogar.

Habían pasado unas semanas desde que habían interrogado a Choi MiSuk y TaeHyung llevaba desde entonces analizando datos sin parar en su ordenador. El chico se había instalado en su habitación de invitados alegando que así sería un peso menos para su amigo. En menos de lo que JungKook habría querido, su Inspector estaba durmiendo en el otro cuarto todas las noches. Tardaron unos días en hacerse al otro y a convivir en el mismo espacio pero, JungKook debía admitir que tampoco les costó mucho. TaeHyung seguía una rutina muy estricta y JungKook respetó eso. Así como que él también tenía sus cosas que hacer y manías. Así que, tener a TaeHyung ocupado en su ordenador, limpiando u ordenando no fue más que algo bueno para eliminar su soledad. En ese tiempo notó que otra persona en su piso le estaba haciendo bien, aunque simplemente fuera para gestos pequeños, como regresar del gimnasio y ver la luz de su cuarto encendida porque estaba trabajando o jugando a videojuegos. Incluso él se había unido a alguna partida alguna noche.

En general aquellos días habían estado bien, trabajando a buen ritmo en el caso así como recibiendo a su estúpido amigo de pelo azul en el apartamento, para que viese su nuevo hogar. Ese día JungKook conoció a HoSeok, o como le llamaba TaeHyung: Hobi. Sin embargo, al cabo de unos días TaeHyung desapareció sin previo aviso. JungKook había supuesto que se había ido con su amigo idiota y su novio por unos días. Además que él tampoco se veía con la suficiente confianza como para llamarle para preguntarle dónde estaba o si estaba bien. «Aunque las ganas no le habían faltado» pero no iba a admitirlo en voz alta. 

A pesar de todo esto, se levantó de su cama y corrió a ver quién estaba llamando al timbre. Lo primero que se le vino a la cabeza fue un TaeHyung borracho que se había olvidado las llaves o las había perdido pero, cuando se acercó y no escuchó su voz, sino un grito molesto, descartó a TaeHyung. «¿Tal vez sería algún vecino enfadado con algo?» pensó medio adormilado.

Lo que sí que nunca se habría esperado era al mejor amigo de su inspector con el ceño fuertemente fruncido y a su novio detrás con un semblante preocupado. Sus alarmas se dispararon entonces poniéndole alerta.

—¡Dónde cojones está TaeHyung! —gritó el tal YoonGi con un humor de perros. Entró en su hogar como un torbellino y se fue como loco a mirar todas las habitaciones como si JungKook lo tuviese apresado en algún armario.

—¿Qué ocurre? —le preguntó a HoSeok, sabiendo que era el único con el que podía hablar. El otro le miró con los ojos preocupados y asustado cerró la puerta. Después le encaró nervioso.

—JungKook, dime que sabes dónde está TaeHyung…

—¿No está con vosotros? —preguntó confundido.

—No, no. ¿No está aquí?

—¿¡No sabes dónde está!?—gritó YoonGi apareciendo por el pasillo, después de haber salido del cuarto de TaeHyung.

—A ver, —les dijo a los dos intentando aclararse. —TaeHyung se fue hace cuatro días por la tarde. Esa fue la última vez que le vi. —YoonGi ante eso se llevó ambas manos a la cabeza y dejó escapar un gruñido.

—¿No sabes dónde puede estar? —le preguntó entonces HoSeok.

—Si no está con vosotros, no.

—¡Ah, joder! —YoonGi se revolvió el pelo desesperado. —Esto es culpa mía. Tendría que haberlo vigilado más. Seguro que ha hecho una locura sin pensar en las consecuencias...—empezó a soltar culpándose. HoSeok se acercó a él y le abrazó con cariño. Por un momento JungKook se quedó pensativo mirando al suelo. ¿Una imprudencia? ¿Es posible que TaeHyung...?

La segunda cosa que despertó alarmas en JungKook fue una llamada entrante en su móvil.

Con prisa cogió su teléfono para saber de quién se trataba. HoSeok y YoonGi le miraron expectantes.

—Es el Comisario Kim. —les informó antes de descolgar. —¿Dígame? ¿Comisario?

—JungKook, ¿Sabe dónde se encuentra el Inspector Kim? Lleva cuatro días sin reportar ni enviar sus informes. Lleva ya retraso de trabajo y no hay manera de contactar con él. ¿Ha ocurrido algo?—JungKook tragó saliva intentando quitar el nudo que se estaba formando en su estómago y garganta. —¿JungKook?

—No sé dónde está TaeHyung...—soltó sin más. El Comisario dejó unos segundos de más para procesar lo que acababa de decir y cogió aire.

—Joder...—y cortó la llamada. JungKook supuso que enviaría oficiales para buscarle por toda la ciudad.

¿Dónde narices se podría haber metido TaeHyung? ¿Le habría ocurrido algo? ¿Estaría bien?

Sin mayores preámbulos se dirigió a su cuarto para cambiarse y ataviarse con todas sus armas. Si esta desaparición tenía algo que ver con su trabajo debía estar preparado para enfrentar lo que fuese.

Sin embargo, cuando ya se hubo preparado escuchó un grito provenir de su salón. Corrió todo lo rápido que pudo hasta que se encontró con HoSeok y YoonGi asustados mirando una de sus ventanas hecha añicos y un ladrillo en el suelo.

La tercera cosa que puso su mañana patas arriba fue aquél ladrillo. Y la nota que traía consigo.

—¿Qué es eso? —preguntó HoSeok mientras sus rodillas temblaban.

—Un aviso. —le informó YoonGi viendo cómo JungKook cogía el ladrillo con cuidado y lo inspeccionaba. —¿Qué dice? —exigió saber cuando JungKook cogió la nota.

—«Te prometimos mantenernos en la oscuridad, cubriendo tu pasado, siempre y cuando la luz no alcanzara nuestras tierras. Tu pequeño león se ha metido donde las sombras reinan y están a punto de engullirlo. Si el farsante no acude a la llamada, el león que se coló perecerá.»—JungKook sintió su cuerpo temblar ante aquello.

—¿Qué cojones es eso? —se quejó YoonGi.

—Parece que está haciendo referencia al Rey León, ¿No? —comentó HoSeok asustado. JungKook asintió.

—¿Cómo? —preguntó YoonGi entonces.

—Sí. —HoSeok se acercó a JungKook y le quitó el papel para leerlo de nuevo. —En el Rey León, Mufasa antes de morir le prometía a Simba que todas las tierras que tocasen la luz serían suyas. —señaló algunas palabras mientras lo explicaba —Todas las tierras a excepción de las que están en las sombras, a las que no alcanza la luz—YoonGi asintió comprendiendo mejor ahora—. Eso es lo que dice. Y supongo que el león que se ha colado debe ser TaeHyung, el león que está fuera de su territorio...—YoonGi se atragantó con su respiración entrecortada.

—Pero ahí dice que ese león perecerá. ¡Si está hablando de TaeHyung debemos actuar ya! ¡Pueden hacerle algo malo!—HoSeok asintió con mayor energía mientras leía de nuevo.

—Sí, pero ellos quieren al farsante...¿Quién es el farsante? —YoonGi frunció el ceño pensativo. Les habían mandado ese mensaje específicamente a ellos, así que debía ser alguno de los que se encontraban allí.

YoonGi pensó con más fuerza intentando averiguar si alguien de su grupo le había llamado así alguna vez o algún enemigo que él tuviera, pero no encontró nada. Le habían llamado muchas cosas, pero nunca farsante…

Con un suspiro tembloroso JungKook se aclaró la voz.

—Soy yo. —murmuró. —Yo soy el farsante...