16. Mi estilo

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El viaje fue tranquilo después de eso.

TaeHyung se ahogó en sus apuntes y barajó varias posibilidades mientras intentaba no pensar demasiado en donde estaba. Todavía no había superado sus miedos a los vehículos, concretamente los coches, pero al menos tener más confianza con JungKook le ayudaba a sentirse mejor.

Antes de que alcanzasen la Comisaría TaeHyung escuchó su teléfono y con un respingo lo atendió con calma.

—¿Hola? —preguntó del otro lado. Después una risa escandalosa se escuchó y TaeHyung no pudo evitar sonreír.

—¡TaeHyung, querido! —la voz de SeokJin se escuchó demasiado alta para sus sensibles orejas. Tuvo que alejar el móvil y bajó el volumen del mismo con una mueca en sus labios. —¿Estás ocupado? Estoy ahora mismo de compras y se me han ocurrido muchísimas ideas. ¡Tienes que venir cuanto antes! —TaeHyung rió ligeramente agotado. La noche en vela le estaba afectando y tan sólo eran las dos de la tarde. Observando sus apuntes decidió que podría pasarse a ver a Jin durante su hora de la comida, que estaba a punto de empezar.

—Vale, puedo pasarme un rato. —contestó secamente. Jin hizo un ruido emocionado.

—Ven a mi tienda a la hora de comer. ¡Te espero! —TaeHyung colgó con un suspiro risueño y se dió cuenta entonces que JungKook estaba aparcando en el garaje de la Comisaría. Sonrió con energías renovadas y salió del coche. Detrás de él le siguió JungKook que se estaba manteniendo extrañamente callado para lo que solía ser. TaeHyung decidió no comentar nada aunque podía suponer lo que había pasado con lo que había escuchado de su conversación anterior. No estaba en su mano y tampoco sabría cómo iniciar una conversación de ese estilo con JungKook. No tenía ni idea de relaciones con amigos, mucho menos con parejas, así que para no equivocarse demasiado, evitaba el tema todo lo que podía.

Sin mediar palabras con su compañero se dirigió a la salida. El otro le siguió muy cerca y con la cabeza agachada. Una vez alcanzaron la puerta que llevaba a un ascensor y a sus despachos, TaeHyung se desvió.

—¿No vas a la oficina? —preguntó JungKook confundido. TaeHyung se giró y con una sonrisa le indicó que se iba a comer. Al contrario de lo que jamás habría esperado, JungKook le dijo que le acompañaría, que tenía hambre y no quería lidiar con alguien llamado JiMin. TaeHyung supuso que se trataba de su compañero. «¿Aquél de las cañas?» se preguntó a sí mismo.

Por el camino JungKook se mantuvo pensativo y TaeHyung decidió no perturbarle.

Llegaron hasta un pequeño puesto que vendía bocadillos con bebida y un complemento por un poco más. TaeHyung se cogió todo el menú con el complemento y JungKook se quedó solo con el bocata, casi rechazando la bebida que venía acompañada por él. Después se sentaron en unas mesas colocadas alrededor del puesto y comieron en silencio.

Con el paso de los minutos sintió cierta tensión en el ambiente. Los ojos de JungKook perdidos y su cuerpo tan relajado no indicaban nada bueno, así que TaeHyung intentó animarle. Sabía que ese tipo de cosas no se le daban bien, pero al menos haría lo posible.

—Pues...—empezó hablando después de masticar—Yo nunca he sido muy fan de los superhéroes, la verdad. Pero el Capitán América siempre me ha gustado mucho. —JungKook le observó sin entender lo que le estaba contando hasta que de repente se dió cuenta de lo que TaeHyung pretendía. Sonrió ligeramente pero su expresión se mantuvo triste.

—¿Capitán América? —preguntó después de unos segundos. —Ese tío es demasiado para mí. Soy más de Ironman, además que son casi opuestos. Hubo varias películas de ellos peleando.

—Sí, no entendí mucho esas entregas. ¿No se supone que los dos pertenecen a los Vengadores? —JungKook sonrió de nuevo y empezaron entonces una conversación de todo y de nada. O tal vez, una conversación llena de Marvel. Con el paso de los minutos se encontraron preguntándose por sus hobbies, sus gustos, en música, en comida e incluso en las personas. Los temas salieron solos y aunque a TaeHyung le costaba soltar prenda y desarrollar su parte, JungKook conseguía hacerle las preguntas adecuadas en el momento adecuado, no forzándole a contestar lo antes posible sin darle tiempo a pensar. TaeHyung en general se sintió a gusto en su conversación y eso habitualmente no ocurría.

Inspector KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora