21. Yeji

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JungKook había visto a muchas personas en su vida. Asesinos, pederastas, violadores, abusadores, proxenetas, imbéciles, borrachos, drogadictos...y a casi todos les había tenido cierto recelo. Pero aquélla chica... Aquélla chica parecía una niñata más de un barrio bajero.

Se había presentado en la Comisaría dando una patada en la puerta de su despacho y anunciando a todo pulmón que ella había asesinado a Choi SooMin.

JungKook se había quedado a cuadros y casi había tirado su preciado café. Casi. Después de salir de su sorpresa se acercó corriendo al lado de la chica y le preguntó si se encontraba bien. Ella entonces entró en cólera y empezó a patalear.

La joven llevaba una botas militares con una plataforma de (tranquilamente) unos ocho centímetros. Llevaba una falda llamativa que parecía un tutú y una camiseta negra rockera. Sus ojos eran muy afilados y su maquillaje buscaba acentuarlos más aún. Sin embargo, dentro de todo el atuendo extraño que llevaba, lo que más destacaba de su aspecto era una mecha rosa chillón que bajaba desde la mitad de su frente izquierda hasta el final de su pelo. Era una mecha que abarcaba la parte delantera del flequillo, pero sólo en el lado izquierdo de éste.

Al ver que la chica no se relajaba y no dejaba de gritar una y otra vez lo mismo, JungKook decidió llevarla a la sala de espera, en donde le dijo que iban a interrogarla en cuanto llegase el inspector a cargo. La sentó en un sofá con brusquedad (ya que la chica era muy fuerte, más de lo que admitiría en voz alta) y se quedó esperando al responsable principal del caso.

Como debió de suponer con anterioridad (cosa que no hizo), TaeHyung se presentó casi una hora después de haberle llamado. JungKook entonces le indicó dónde se encontraba la chica, sin comentar nada sobre la noche anterior. Todavía no comprendía la química que había experimentado con su superior aquella noche. Tampoco es como si le hubiese estado dando vueltas desde que se había ido a dormir. Para nada.

—¿YeJi? —preguntó su superior nada más entrar en la habitación vacía. La chica ni se levantó de su asiento para saludarle. Levantó la barbilla a modo de saludo y cruzó sus brazos. TaeHyung le miró de reojo por unos segundos y lo único que se le ocurrió hacer fue encogerse de brazos. Su superior asintió ante aquello y buscó asiento en frente de ella. Debían aclarar aquélla situación. JungKook por otro lado, decidió mantenerse de pie y amenazante. Si iban a jugar a poli bueno y poli malo, él se pedía el malo.

—Buenos días. —dijo, como siempre, una vez decidió comenzar una conversación con la chica. Ella, un poco desconcertada, volvió a levantar la cabeza a modo de respuesta.
—Me han comentado que ha dicho que es la asesina de Choi SooMin.

—Sí. —afirmó ella con énfasis.

—De acuerdo. —contestó TaeHyung con calma. JungKook se quedó muy quieto, intentando comprender a su superior. Desde que se había graduado nunca había visto a alguien tan relajado en una declaración así— Y, ¿por qué? —aquello debió de poner nerviosa a la chica ya que tragó saliva ruidosamente y pareció perder confianza.

—¿Cómo que «por qué»? ¡Me tienen que encerrar! ¡Estoy confesando un crimen! —gritó entonces desesperada. TaeHyung asintió sin decir nada.

—Sí. Es cierto. Estás confesando un crimen con el que no se te relaciona. —desarrolló. Entonces la chica pareció comprender a lo que se refería el inspector. Estaba dudando de su confesión. No se fiaba de que ella estuviese diciendo la verdad.

—Mire, yo se lo explico. —YeJi intentó sentarse de una manera más cómoda en la silla hasta que sus ojos se enfocaron en JungKook, quién seguía de pie, mirándola sin creerle ni una palabra. —Pero antes, ¿puede hacer que su compañero deje de mirarme así? Creo que quiere lío conmigo o algo. —TaeHyung frunció el ceño confundido y miró a JungKook por encima de su hombro. El chico le devolvió la mirada y se sentó en una silla a su lado. Aquello pareció tranquilizar a la chica y comenzó con su explicación. —Soy la novia de Choi YeonJun, por si él no os lo había dicho antes...—TaeHyung se mantuvo quieto y sacó su libreta. En una hoja completamente nueva comenzó a escribir todo lo que le parecía relevante. Y ésta vez, JungKook decidió fijarse en sus apuntes.

Inspector KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora