Capítulo 29. Álbum De Fotos

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- Bueno, vamos a ver tu cuarto – dice luego de haber lavado los platos – Para que puedas ubicarte más o menos en la casa y tengas tu espacio

- Tienes una casa muy bonita – sonríe leve

- Gracias – seca sus manos – Bueno ya sabes donde está la cocina, puedes venir y tomar lo que quieras salvo una cosa – abre la nevera – Ves este chocolate de acá – señala – Es de Luís y se pone de muy mal humor si no lo encuentra – ríe – El resto no hay problema – vuelve a cerrarla

- A poco el chocolate hace que este de buen humor? – cruza los brazos

- Por increíble que parezca, si – asiente – Bueno saliendo de la cocina vas a ver el comedor, el horario varía un poco pero siempre comemos juntos así que no te preocupes que no vas almorzar sola – asegura – Después esta el recibidor y la sala, las escaleras que te llevan a los cuartos, no bajes en calcetas – pide – Es mármol y te aseguro que se vuelve bien resbaloso con las calcetas

- Calcetas no entonces – ríe siguiéndola

- Aquí arriba tienes otra "sala" es más íntima y la luz natural llega muy bien, está puerta es tuya – la abre enseñando el cuarto – Mande hacerle unos pequeños cambios porque era muy sobrio pero si quieres hacerle algo, me avisas

- Está muy lindo – observa todo con una sonrisa

- El closet lo tienes aquí – indica – Es bastante amplio, el baño está detrás de esa puerta, el jardín ya sabes donde queda no?

- Si Luís me lo enseño, también la piscina y el gym – camina a la cama

- Ah bueno, hay otra escalera más que te lleva al ático, ahí está la biblioteca pero también tienes una televisión por si quieres ver alguna cosa, puedes usar la de la sala o la que tienes aquí – suelta su cabello – Estaré unos días aquí en la casa hasta que te acostumbres un poquito pero luego tendrás que ir conmigo a el atelier, le prometí a Yesenia que no te quedarías aquí sola

- No era necesario que se lo prometieras – toma asiento

- Bueno esa fue la "condición" además de que la llamarás todos los días – da de hombros – Pero eso ya es cosa tuya

- La llamaré sólo para que no haga un escándalo – rueda los ojos acostándose

- Debes soportarla hasta los dieciocho nada más – ríe caminando a la puerta – Ahorra todo lo que puedas y vete

- Capaz me secuestre para que no me vaya – se queja

- Es una posibilidad muy grande – asiente – Bien, estare en mi estudio, es la última puerta a la derecha, si no estoy ahí búscame en el cuarto que esta a una puerta del tuyo – avisa – Acomódate con confianza – dice antes de irse






Mientras Mónica sonreía emocionada por estar en casa de su madre biológica, Altagracia fue a diseñar ahí a unos cuantos pasos nada más. Mónica terminó de acomodar sus cosas en el closet, vio por un rato un programa de tv, hasta que encontró aquel maldito programa de chismes, donde volvían a tocar el tema opinando como si todo lo que saliera de sus bocas fuera la pura realidad. Cansada de escuchar hablar a gente pendeja además de estar aburrida, decide espiar un poquito por los alrededores, abajo pudo ver que habían fotos que nunca había visto de los dos como pareja.

Aquí arriba en una de las mesas que tenía un gran jarrón con orquídeas blancas, encontró las fotos de la boda, unas muy bonitas que no se encontraban en las redes de ambos, en la boda de Altagracia fue la última vez que su abuela tuvo una claridad mental considerable, hoy el alzheimer estaba muy avanzado ya no reconocía casi a sus seres queridos, sin embargo era una señora muy simpática y alegre. Sonrió instintivamente al ver la foto en que ella se encontraba besando la frente de Altagracia, dejó de ver las fotos al escucharla hablar por teléfono, supo de dónde venía el ruido ya que era el único cuarto con la puerta abierta.






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