Capítulo 4. Te Lo Pruebas?

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Las primeras dos semanas antes de que comenzará con le semestre las dedicó en aprender a manejarse por la ciudad, había ido a la tiendas, al mercadito, el super e incluso se aventuro yendo más lejos de lo que se podría llamar su "zona", repartió copias de su curriculum para ingresar en cualquier parte por mientras, de sus ahorros se compró los estantes para su cuarto, telas nuevas, repuso su colección de hilos, compró la maquina de coser y algunas lámparas que necesitaba para su cuarto.

Al estar aburrida, sin mucho que hacer confeccionó sus cortinas con la tela que se había traído de casa, comenzó de nuevo a realizar trabajos para los vecinos, en especial para Magda, Azucena y un señor muy simpático que se llamaba Carlos, siempre andaba necesitando ayuda con sus jeans ya que se le rompían por la clase de trabajo que tenía, de ahí por lo menos comenzó a llegar dinero, Azucena al saber que Altagracia estaba necesitando de un escritorio le regalo uno que tenían de sobra ahí en la casa, era de Saúl por lo que el mismo lo fue a instalar.





- Lo quieres aquí? - preguntó una vez atravesó la puerta

- Si, debajo de los estantes por favor - señaló - Quieren ayuda?

- No es necesario - responde Jaime - Ahorita te lo colocamos ahí mismito

- Así está bien? - dice luego de unos segundos una vez pusieron el escritorio en su sitio - O lo quieres más para atrás?

- No ahí está perfecto - sonríe - Les traigo un vaso con agua? Es que anda haciendo mucho calor

- No te preocupes niña - niega Don Jaime - Bueno ya me voy, espero que te sirva mucho este viejo escritorio - le devuelve la sonrisa - Hasta luego

- Gracias de verdad Saúl - juega con sus manos - Agradecele a tu mamá de nuevo por mí

- No es nada - ríe acercándose un poco a ella - Nos haces un favor quedándote con este escritorio, sólo ocupa espacio en la casa

- Bueno en ese caso, me alegra haber contribuido - bromea negando - Lamento tener que hacer esto pero tengo que salir

- Para dónde vas? - cruza los brazos curioso

- A comprar telas - toma su bolso que estaba sobre la cama - Ya tengo mi primer encargo, la sobrina de Magda tiene una boda pronto, quiere que le confeccione un vestido

- En ese caso te acompaño, es peligroso que andes sola - atraviesa la puerta

- Siempre voy sola - lo sigue - Tengo una piedra en el bolso para lanzarsela a la persona que me este persiguiendo

- En serio cargas con una piedra? - pregunta extrañado

- Se llama rocky - la saca de su bolso

- Tremenda piedra - vuelve a reír - Vamos, llegaremos más rápido en coche

- Ya ocupé mucho de tu tiempo! - toma las llaves del departamento - Puedo ir sola de verdad

- Altagracia tienes la edad de mi hermanita, no voy a dejar que estés caminando sola por ahí - se lleva las manos a los bolsillos





Y si, Saúl la acompaño a comprar las telas, durante ese tiempo juntos pudo preguntarle muchas cosas, desde que se había mudado Altagracia no estableció una relación verdadera con nadie, se la pasaba en el departamento o fuera buscando trabajo, admiraba que no se dejará estar pero le preocupaba que fuera una muchacha muy antisocial, esa misma era la preocupación de la tía Yesenia, su sobrina no buscaba hacer amigos o un novio siquiera, a veces era muy extraña... pero bueno, luego de conocerla un poco a Saúl le comenzó a caer bien.

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