Capítulo 46. Rumores

315 48 71
                                    

- Bueno llegamos con unos minutos de sobra – coloca el freno de mano

- Que bueno porque mamá no puede verme comiendo esto – le da una mordida

- Por qué? – indaga tomando su tenedor – No es una hamburguesa, es "sano"

- Tiene algo con el pavo – da de hombros

- Que extraño – asiente recargandose en el asiento para comer – Cuando sea y media, tienes que estar frente a tu puerta – advierte – Sino es capaz de demandarme

- No tiene con que – frunce el ceño

- Si tiene, tuve que presentarle un contrato para asegurar que a ti no te iba a pasar nada – le cuenta – Lo que me parece perfecto porque la imagen es todo lo que tenemos pero si no llegas a la hora pactada, tu madre es capaz de demandar

- No creo pero ahora entiendo porque está más relajada, incluso ya no pone tanta resistencia cuando le digo que quiero pasar más tiempo contigo – sonríe – Cuándo te regresas a la capital?

- No voy a regresar por ahora – la mira – Y aunque lo hiciera, sabes que no puedes venir conmigo, ya no estás de vacaciones, debes mantener tus calificaciones para terminar el año

- Bueno si te ibas, pensé en decirle a mamá que me deje ir un jueves, sólo faltaría el viernes y estaría de regreso el domingo por la tarde – sugiere

- Nunca te hubiera dado permiso para hacer eso y lo sabes – niega – Digo está bien soñar pero sabemos que eso está bien difícil – ríe

- Tal vez – sonríe leve

- Mónica, te puedo hacer una pregunta? – indaga

- Sip, sueltala – se coloca de lado para poder verla

- Por qué insistes tanto en pasar tiempo conmigo? – la analiza – Cuál es la razón que te hace pensar en ese tipo de planes?

- Yo amo mucho a mi mamá Yesenia – guarda su sándwich – Pero muchas veces me sentí sola porque hay cosas que no entiende y digo no está mal, no puedes pedirle al universo que te dé una madre con esto y lo otro – ríe bajo – Cuando supe que tenía otra mamá... me sentí un poco más tranquila

- De verdad te sentiste tranquila? – alza una ceja

- Es fácil hablar contigo – suspira – Aunque no estés de acuerdo con lo que sea que te diga, guardas silencio hasta que termine y luego me aconsejas sin hacerme sentir tan estúpida – la mira a los ojos – Osea tu enfoque realista como adulto no es tan chocante y tampoco lo dices como si esa fuera la única verdad en el mundo

- Sabes que tu mamá no quiere que vayas y te estampes con el primer muro que encuentres, verdad? – toma su mano

- Lo sé – asiente – Pido que estés presente en mi vida porque si junto a ambas, tengo a la mamá perfecta para mí, la que se preocupa por todo lo que podría pasarme – ríe – Y la que cree que puedo vencer cualquier obstáculo

- Que seas una adolescente no significa que no puedas lograr lo que te propongas Mónica pero tu mamá tiene razón en muchas cosas – la señala – Tienes una cabeza bien loca, eso de escaparte por ejemplo está muy mal, luego por eso te va como te va

- Ves, con las dos juntas creo que podrían ayudarme a ser una buena persona – vuelve a reír

- Ve a tu casa mocosa – sonríe negando

- Ya voy – se queja abriendo la puerta

- Podrás con el traje sola? – pregunta en lo que dejaba su ensalada de lado

Parte De Mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora