Parte De Mí

Capítulo 66. Ultimátum

Meses Después.

- Dónde está Allegra? – abre la puerta de su estudio – La busque en su cuna y ahí no la vi, con Magda tampoco está

- Shhh – lo calla mientras vuelve a diseñar

- Altagracia esto es serio, nuestra hija no está – camina en su dirección

- Puedes bajarle a tu tono? Ella está conmigo – se gira con cuidado – Le dio hambre así que le di uso a una de esas telas que no necesito, enseguida te la doy

- Literalmente te la amarraste – sonríe acercándose – Se ve cómoda

- Más le vale, tuve que ver un tutorial mientras ella lloraba – la sostiene para volver a girarse a su escritorio

- No la escuche llorar – admite tomando asiento

- Bueno en ese caso te estás quedando sordo porque estoy segura que hasta los guardias de afuera la habrán escuchado – suspira guardando la hoja en una carpeta – Necesito dormir más, mi creatividad está por el piso

- No es verdad, están bonitos los bocetos que estuviste haciendo – observa a Allegra

- Son ordinarios y si ella puede moverse Luís – dice antes de que preguntará

- No dije nada – cruza los brazos

- Sé cómo piensas – suelta parte de la tela para que pudiera verla mejor, además ya podía usar sus brazos – Eso y también escucho las cosas que Magda y tú dicen de mí

- No dijimos nada con la intención que piensas – le sonríe a Allegra quien se encontraba despierta – Estamos preocupados nada más

- De qué? Ella está sana, no le falta nada, gracias a los límites que puse ella llora menos – lo encara – Estoy haciendo las cosas bien pero parece que ustedes no lo ven así

- Entiende que nos prohibiste cargarla en ciertas horas, tenemos que dejarla llorar porque según tú... – se calla

- Y gracias a que hicieron caso ella aprendió a calmarse sola, se entretiene y divierte – interrumpe – Dejen de tratar de pintarme como mala mamá sólo porque no soy como las demás, que tú pensarás que tener una hija me iba a cambiar es tu problema – se endereza – No era dulce antes de Allegra y no lo voy a ser ahora pero que crees? Eso no me hace mala mamá

- Qué va a pasar cuando ella vea a las otras mamás de sus amigas? – pregunta

- Se va a dar cuenta de que todas somos distintas, una mala mamá José Luís deja que su hija pase hambre, que el pañal sucio le cause rozaduras – niega – Ni siquiera se levanta cuando la escucha llorar. No soy dulce pero estoy pendiente de Allegra todo el tiempo, deje mi trabajo de lado para atenderla y eso me hace una excelente madre – señala la puerta – Ahora por favor quiero que salgas con todo y tus ideales de madre perfecta de mi estudio, cuando Allegra termine yo me encargo de que vaya contigo – asegura

- Sólo trata de entender, no le das cariño y eso va hacerle daño después – se retira

- Imbécil, Imbécil, Imbécil – repite en un tono bajo aunque de todos modos Allegra comenzó a llorar, los bebés sienten la tensión en especial la de su madre – Shhh ya – la coloca sobre su pecho mientras se cubre – No quise hacerte llorar – sostiene su cabeza mientras con la otra mano sobaba su espalda – Me perdonas? No volverá a pasar

Tuvo que mecerla un poco pero Allegra volvió a calmarse, aún tenía hambre por lo que se la llevó a la terraza del estudio, en especial porque ella necesitaba aire. Allegra tenía casi cinco meses de vida, había crecido bastante incluso se veía más bonita, aprovechando que su cuerpo estaba más fuerte la dejaba medio sentada sobre su regazo sosteniendola con un brazo nada más mientras que ella se engachaba a su seno. En esa posición le era más sencillo "trabajar" lo único que conseguía hacer en realidad era responder mensajes urgentes de todos los ateliers, algunos de su mamá que moría por venir a ver a su nieta, Mónica que a diario preguntaba por Allegra. Al desocuparse decidió tomar una foto para sus redes, hasta la fecha no habían enseñado su carita.

Cosa que dejaba a la prensa cada vez más interesada, aunque aquella medida que ambos tomaron para evitar que la carita de Allegra saliera por todas partes los habían frenado un poco, claro que eso no quitaba que quisieran conseguir fotos familiares. Muchas de ellas eran en el centro comercial, el atelier del centro, cuando iban a su cita con el pediatra o simplemente paseando en un fin de semana familiar en todas ellas no era necesario borrar la carita de Allegra pues los dos eran muy cuidadosos, sin embargo cuando estaban con familia y amigos nadie ocultaba su emoción por lo mucho que había crecido o lo bonita que estaba, a pesar de todo esto las peleas entre los dos padres no habían cesado por completo, José Luís seguía sin apegarse al sistema sencillo que Altagracia había propuesto.

Siempre criticando la manera en que hacía las cosas, lo peor de todo es que nunca le prohibió mimar a Allegra, si durante la tarde tenían prohibido cargarla pero era sólo una hora, eso no significa que no puedes convivir con ella. La misma Altagracia se metía al cuarto para enseñarle algún peluche que al agitarlo hacía que la chiquita comenzará a reír y sino le leía un cuento, él solo se estaba ahogando en un vaso de agua porque no podía ser que una niña de trece casi catorce así como un niño de diez se adecuaran a la perfección a este plan de crianza y un adulto que ronda sus cuarenta y tantos se resista en hacerlo. Ya todos sabíamos que le iba a doler ahí en la hombría que Allegra no fuera criada de la misma manera que Mau pero debía de aguantarse.

Altagracia no era la típica madre empalagosa pero si le daba cariño a su hija, uno diferente tal vez pero Allegra se veía contenta cuando pasaba tiempo con su mamá, así que ella no estaba entendiendo cual era el maldito problema. Después de que Allegra terminará de comer la llevó a su cuarto pues se quedó dormida, le aviso a José Luís por la bocina y luego regreso a su estudio para tratar de concentrarse aunque sea un instante, no lo consiguió pero al menos pudo dormir, ya en la tarde después de darse una ducha pues baño a la bebé y termino más mojada que el baño, si Allegra era muy inquieta durante la hora del baño, José Luís entró al cuarto para poder explicarse con respecto a lo que ella había escuchado.

- No entiendo que pasa contigo – admite tomando asiento – Antes eras fría pero ahora... no sé

- Bueno tal vez deberías de analizar todo este año – se coloca sus cremas – Me forzaste a llevarme bien con Mónica cuando te dije que no estaba lista y todo porque tú querías una sola cosa

- Entonces está mal hacer que conquistes tus miedos? – asiente

- Lo que hiciste no tiene nada que ver con conquistar nada – sonríe – Sabes a ti te gustan las mujeres fuertes porque amas ser dominado pero también te gusta dominar y tú sabías muy bien que en sólo una cosa no ibas a lograr lo que tanto querías – se levanta – Te aprovechaste de que yo no estaba bien emocionalmente pero creíste que yo saltaría de alegría porque tendríamos un bebé, uno que te dije que no estaba lista para tener – recalca – Entonces usaste otra de tus cartas "hacer lo que piensas que yo quiero" en este caso era abortar pero sabías que no lo iba hacer – da de hombros – Y sabes por qué no sigues satisfecho? Porque yo no cambié y esperabas que lo hiciera

- Admito que si, esperaba que durante el embarazo sintieras algo por nuestra hija y cambiarás – se levanta – Pero me equivoque

- Yo siento muchas cosas por nuestra hija pero no voy a cambiar sólo porque a ti no te gusta José Luís – toma aire – Así que, ya que tanto te gusta que te dominen – camina hacía él – Dejas de criticar mi manera de ser madre o yo quiero el divorcio, antes de que preguntes, jamás dejaría que te llevarás a mi hija – lo señala – Porque si! Es mi hija y no la vas alejar de mí porque tu orgullo estúpido de hombre no puede aceptar que estoy haciendo bien las cosas sin tener que ser la madre que aparece en estúpidos comerciales – lo encara – Esté es un ultimátum puedes enojarte todo lo que quieras pero no voy a cambiar sólo porque a ti no te gusta que tu esposa no sea la mujercita fácil de doblegar y dulce, hay muchas así allá afuera – sonríe – Ve por una si se te antoja pero si vas, no pienses que podrás regresar aquí a pedir disculpas para que te acepte

La que salga en defensa de JL es fan de la Boyer