Parte De Mí

Capítulo 24. Padres

Después de haber almorzado juntos como de costumbre, Altagracia tuvo que alejarse del postre de su marido o caería en tentación muy pronto, él por su parte andaba observándola desde su silla, le encantaba verla trabajar, en especial ahora que se estaba dedicando a tres vestidos a la vez, tenía otros siete pegados en una pizarra en la pared, diseños espectaculares, el de ahora era un encargo especial para una muchacha de dieciséis, iría a su primera alfombra, se trataba de una actriz, su serie en Netflix le habían abierto muchas puertas, como se trataba de un evento formal decidió por un diseño de Altagracia.

Luego de haberle añadido los detallitos con las flores que cosió a mano pues no quería arruinar el vestido regresandolo a la máquina, le colocó la etiqueta distintiva y se alejo para ver el vestido en diferentes ángulos, satisfecha le tomó varías fotografías para mandárselo a la muchacha. De ahí lo único que hizo fue tomar la mano de su guapo marido para irse a casa, debían dejar todo en orden allí antes de mudarse al departamento por un tiempo, claro que cuando llegaron no esperaban encontrar allí a los padres de Altagracia, ambos habían llegado hace unos minutos directamente del aeropuerto.

- Mamá, papá? Qué hacen aquí? – deja su bolso sobre el mueble

- Ya que no respondes nuestras llamadas – pronucia Amanda – Vinimos para hablar sin que te escapes de nosotros

- Quieres que me quede contigo? – pregunta en un tono de voz bajo

- No es necesario – suspira – Olvidemos lo del departamento por ahora, ve a descansar un ratito al cuarto – besa su mejilla

- Cualquier cosa, sólo llama – asiente – Con permiso – se retira

- Nos quieres explicar que fue lo que paso? – la encara

- Si – asiente – Pero primero pasemos a la sala – indica – La historia es larga como para estar de pie

Una vez estaban en la sala, Altagracia comenzó a relatarles como había "pasado" todo, les dijo que se había enamorado estúpidamente, que había confiado en esa persona lo suficiente como para entregarse. Pronto descubrió que estaba embarazada, no les dijo nada porque la obligarían a regresar, había invertido mucho tiempo además de dinero en cumplir sus sueños que no pensaba regresar a casa, les confesó que daría a la bebé en adopción pues no se sentía lista para ser mamá, ahí es donde entraba su tía quien iba adoptar a la niña.

- No puedes ocultar una cosa de esas Altagracia – suspira negando – Nos excluiste por completo de tu vida

- Mamá, no iba a dejar que me llenarán la cabeza con cosas que no quería – da de hombros – Ser mamá no es lo que quiero hasta el día de hoy

- Pero pasaste por todo esto sola! – se mete Manuel – Nosotros hubiéramos entendido si no querías conservar a la bebé, la cosa aquí es que te callaste y nos dejaste fuera

- Realmente lo hubieran entendido? – pregunta encarando a ambos – No mientan

- Bueno tal vez si te hubiéramos dicho un par de cosas – concuerda Amanda – Pero nunca te obligaríamos a que hicieras algo que no quieres