Esas primeras horas de vida estaban siendo realmente un dolor de cabeza, Yesenia tenía problemas para que la bebé comiera, por lo visto odiaba el biberón y Altagracia se negaba a darle pecho pero si no conseguía hacer que coma tendría que insistir una vez más, por lo que la dejo quieta por otro rato más, intento e intento con la pequeña Mónica pero ella no quería saber nada de la leche en fórmula o del horrible biberón, así que volvió a recurrir a Altagracia, quien se nego una vez más sin siquiera mirarla.
- Si se muere será culpa tuya, iremos presas las dos – dice desesperada – Altagracia no te cuesta nada alimentarla
- Ya callala! – grita impaciente – No puedo ni escucharla llorar y quieres que la alimente? Hablas en serio?
- Se va a callar una vez le des de comer – insiste – Madura y hazlo
- Hablas cómo si yo fuera el monstruo – pestañea varías veces para disimular las lágrimas
- Eres un monstruo por si quiera sugerir que ibas a abortar a esta inocente criatura – se acerca – Pero hiciste algo bueno al dejarla conmigo y estaré eternamente agradecida, ahora por favor, alimentala, sólo te pido eso
- Tú eres un monstruo por forzarme a esto desde un principio – se sienta extendiendo los brazos hacía la bebé – Dame a esa cosa, haré que se calle de una vez
- Te lo agradezco – se la entrega – Tu mamá no ha parado de llamar, que quieres que le diga?
- Dile que estoy cansada – acomoda a la bebé en su seno de la manera que Magda le había dicho antes de irse – Inventa cualquier cosa, sólo no le digas la verdad – se recarga en la almohada evitando verla – Ire a verlos en año nuevo, navidad aún es muy pronto a pesar de que... naciera antes
- Si, voy a esperar un poco antes de dar la noticia, así no te hacen preguntas en año nuevo del tema – las observa – Cómo puedes no sentir nada por ella?
- Ve a hablarle a mi mamá – evade el tema – Sino va a preocuparse...
- Bien, la dejare contigo entonces – se retira
- Siento muchas cosas – susurra dejando salir las lágrimas – Que quisiera no sentir, tú te mereces a alguien que no te rechace y no soy esa persona, por favor deja de hacerme difíciles las cosas – suplica – Acepta el maldito biberón, no puedo más – confiesa – Necesito que te vayas lejos para poder sanar, acepta el biberón y ya no me hagas esto – solloza
Luego de haber alimentado a Mónica tuvo que quedarse otro poco con ella pues cada que la despegaba de su seno ella comenzaba a llorar, entonces esperaría a que se durmiera pero la que termino dormida fue ella, Yesenia se había conmovido tanto que les tomo un par de fotos, sabía que algún día le tocaría decirle la verdad a Mónica por esa razón le había tomado fotos a Altagracia embarazada fueron muy poquitas pues obviamente ella no estaba contenta de que existiera algo, además del expediente medico, que denunciara el embarazo, las dejo descansar juntas por un par de horas hasta que tomo a Mónica para cambiarle el pañal.
Por suerte no había echo un escándalo pero seguía sin aceptar el biberón, les toco hacer un trato, alimentaría a Mónica por una semana que era el tiempo que necesitaba para estar bien, durante esa semana cumplió el trato tal y como lo había prometido pero se podía notar que esta situación no le estaba haciendo para nada bien, así que una mañana antes de que Altagracia y los vecinos despertaran Yesenia se fue con la pequeña en brazos, le había dejado una carta con la dirección nueva que tendría por si acaso, Altagracia espero un poco para mudarse e implemento la siguiente fase del plan, hizo correr el rumor de que la bebé había muerto por la noche, supuestamente se había ahogado con su vomito, algo muy común.
