Veracruz
Mónica había crecido en un hogar feliz, Yesenia había adoptado por completo el papel de madre y no lo estaba haciendo nada mal. Mónica era una adolescente feliz, no gozaba de lujos inmensos pero tenía su propia casa, asistía a un colegio muy bueno, nunca le falto nada e incluso asistía a actividades extracurriculares, como estudiar inglés y ser bailarina, estos dos se pagaron con el dinero que Altagracia mandaba además del colegio obviamente, ese dinero siempre le llamo la atención ya que no entendía como su madre obtenía tanto.
Yesenia no tenía un gran trabajo por lo que de ahí no podía venir tanto, además siempre que iba a cobrar el dinero Mónica no podía acompañarla lo que era muy extraño pero una vez decidió seguirla y ahí descubrió que iba a un banco, eso quería decir que le mandaban el dinero, ahora la pregunta era... ¿quién? Y eso era justo lo que ahora estaba tratando de averiguar, mientras se embarcaba en esa misión tenía otra igual o mucho más importante que esa, pronto su clase de ballet iría a competir en la CDMX.
Pero al ser menor necesitaba el permiso de su madre, lo cual sería casi imposible pues ya antes tuvo que rechazar ir a competir allá porque su madre decía que era muy peligroso, sólo que está vez no dejaría pasar la oportunidad por nada del mundo, las ganadoras tendrían la oportunidad de ganarse vestuarios echos por la mismísima Altagracia Sandoval, el ballet siempre tiene trajes que imitan la alta costura de siglos atrás, desde hace unos años marcas de alta costura se estuvieron uniendo para poder hacer esta colaboración.
Los trajes de ballet son muy caros por lo que les convenía tener esa promoción, este año Altagracia decidió participar porque le parecía divertido trabajar con bailarinas tan jóvenes, podía sacar mucha inspiración de ellas. Mónica y todas sus amigas admiraban sus vestidos, eran las típicas adolescentes que estaban enamoradas de la moda y envidiaban a esas modelos que tuvieron la oportunidad de usar tan bellos vestidos, en su cuarto tenía una caja donde guardaba las revistas donde Altagracia aparecía además de sus diseños, en Veracruz era muy admirada.
Ya que pues de ahí era, entonces siempre encontrabas personas que aseguraban haber trabajado con ella antes de ser lo que hoy era, la peluquería en la que trabajo era muy famosa actualmente, a sus papás los reconocían en la calle y felicitaban para Mónica saber que su tío era padre de la mujer que admiraba tanto fue un gran "bum" para su cabeza, lastima que ella no venía mucho y cuando lo hacía su madre no la quería llevar hasta allá para conocerla, eso siempre le pareció muy extraño pero nunca pregunto la razón, sabía que su madre saldría con lo mismo.
- Mónica! Contesta el teléfono por favor! – grita desde la cocina
- Ya voy! Ya voy! – salta sobre el sofá para poder contestar – Hola?
- La estás viendo? – sube el volumen de la tv – Está saliendo en el canal 6
- Ay! Se me olvido! – busca el control de la tv – Ya hablo?