Celeste

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Planeaba subir solo un capitulo hoy, pero de ultimo momento les regalo otro mas. Especial para Karilore2008, gracias por tu apoyo, espero que te siga gustando la historia

¡¡Disfruten la lectura!!


Los sonidos de lluvia se colaban por las ventanas mientras Albedo se retorcía en su sofá, se levantó de golpe, cuando los recuerdos de la noche anterior aterrizaron a un lado de una punzada que lo recorrió a lo largo de su ser.

Cuando sus ojos finalmente cedieron a la pereza, se puso de pie con dificultad, tropezó con una mochila negra, justo a un lado estaba lo que parecía ser su dueño, a un lado del sofá, envuelto en su chamarra y la de Albedo, solo se colaban sus pies y los mechones de cabello, debió ser incomodo dormir sobre el suelo.

Albedo se incoó para poder despertarlo, a lo que su compañero de aventura se despertó lentamente

-lamento, que hayas dormido en el suelo, supongo que no estaba lo suficientemente sobrio para recordar que también tengo una cama- tarareo Albedo mientras trataba de restaurar los músculos adoloridos.

-realmente aprecio que no me votaras anoche, incluso ahora mismo- con pesadez Xiao también se restiro sobre sí mismo.

-eso no es muy amable, incluso si- Albedo no puedo continuar, la latente mirada de xiao lo hizo palidecer un poco, con nerviosismo, después de todo, casi se habían revolcado la noche anterior

-tienes unos ojos aún más hermosos a la luz del día- la sonrisa de Albedo se coloreo aun mas, mientras se ruborizo un poco

-me iré enseguida si te molesto- termino Xiao

-no, bueno digo, está lloviendo aun, puedo hacer un desayuno mientras pasa la tormenta- Albedo se sorprendió a sí mismo, el reflejo del espejo lo delato, no estaba actuando como había actuado los últimos meses, siempre con esa ansiedad social, huyendo de todos, con las manos sudorosas y la necesidad de morir constantemente, pero ahora, con aquella persona, estaba siendo demasiado amable.

-no, no deberías ser tan amable con un extraño que estaba a punto de morir- Incluso noto el leve brillo en los ojos ámbar de Xiao, él estaba sorprendido de una manera similar a la de Albedo

-supongo que tampoco te arrepientes de morir e invitas a un extraño a drogarse y beber para luego invitarle un desayuno- hablo Albedo entrando en el baño de la planta baja.

-no soy alguien que se atreva a juzgar el destino- cuando Albedo salió, noto la expresión perdida de Xiao y comprendió más de sí mismo, podría notar despreció y esas ganas de no existir, pero no se atrevería a juzgar muy pronto.

-el baño esta libre, hay agua caliente por si gustas ducharte-ofreció albedo y se dirigió a la cocina.

Había preparado pasta, su especialidad y un poco de jugo de naranja, ambos desayunaron un poco en silencio, haciendo preguntas triviales, Albedo descubrió que Xiao vivía cerca de Liyue, trabajaba medio tiempo wangshu inn, por su nombre parecía ser una especie de hostal para turistas, había estudiado ciencias forenses por lo menos un par de semestres.

No menciono si tenía familia, y siempre parecía dar respuestas cortas pero con la suficiente información, cuando la lluvia ceso, ambos se despidieron, sin que antes, Xiao dejara escrito su número telefónico en una servilleta.

Albedo estaba agradecido que no se mencionara los besos y lo extraño de esa noche, que fuera una conversación agradable, ya hacia un largo tiempo de que no conversaba con alguien así, tan solo las llamadas cortas de Sacarosa como siempre.

Como investigador estaba realmente intrigado por Xiao. Aquel extraño hombre que besaba como el infierno y por muy extraño que fuera, a su lado, había evitado su muerte, un extraño con el cual no entraba en pánico. 

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