Humo

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Nota de la noche: pido perdón por el retraso, problemas técnicos con mi pc.

Nota especial: para la persona que me escribió un correo, estoy trabajando en su pedido.

¡Gracias por la espera y disfruten la lectura!


Aquí vamos de nuevo, su pulso acelerado, sudor en sus manos, y sus pasos tan rápidos como nunca, solo deteniéndose a tomar grandes respiraciones, cuando al fin regreso a casa, se derrumbo en suelo, mientras lloraba, tomo una pastilla o dos mientras raspaban en la garganta, los recuerdos de su pasado lo golpearon.

"¿creíste que todo había pasado?" "Albedo mi niño luces deplorable" "maestro Albedo" "hermano Albedo, ¿Dónde está mama?" "escoria" "basura" "deberías morir" "mi nombre es, bueno, llámame, Xiao"

Cuando Albedo recobro la conciencia, sus compras estaban esparcidas por toda la sala, y en el buzón de su celular varios mensajes de sacarosa

-"Espero te encuentres bien, no me has respondido, todos te echan de menos"-

-"al fin conseguí unos días de vacaciones, solo que serán dentro de dos meses, me preguntaba, si podría ir a visitarte"-

-"Lisa la bibliotecaria pregunto por ti, dijo que extraña tus visitas de fines de semana y sus charlas"-

Albedo suspiro y respondió con un cortante, -"me ocupe, te marco en cuando este libre"-

Un par de minutos transcurrieron hasta que los ojos de Albedo se clavaron sobre el número de Xiao, ya habían pasado cuatro días de su encuentro y dentro de él, había quería hablarle antes, sin embargo, siempre se detenía.

Al final del día era humano, por mas que sus ataques de depresión, ansiedad y sus deseos de morir llegaran a atormentarlo, también quería conversar, compartir y porque no, incluso ser besado, y el candidato que se había presentado, era otro loco maniaco como el, estaba seguro que Xiao no lo juzgaría, al final del día, el mismo había dicho esa noche, que quería cometer suicidio al igual que él.

Albedo: -"Hola, soy Albedo"- 21:34✔✔

Xiao: -"pensé que no me hablarías nunca más"- 21:57✔✔

Albedo: -"lo lamento, tenía mucho mierda en la cabeza"- 22:02✔✔

Xiao: -"comprendo"- 22: 08✔✔

Xiao: -"¿tienes planes mañana por la tarde?"- 22:09✔✔

Albedo: -"no, estaré libre"- 22:15✔✔

Xiao: -"¿podría visitarte? Esta vez llevare el alcohol"- 22:17✔✔

Albedo: -"jajaj, claro, te estaré esperando"- 22:22✔✔

Fue de esta manera como al día siguiente, cuando los últimos rayos de sol se asomaron por las montañas, el sonido de una motocicleta anuncio la llegada de Xiao.

Albedo lo esperaba con ropa más casual de pantalones azul oscuros, camisa holgaba blanca y una media sonrisa asomándose sobre el libro que leía, las elegantes gafas doradas le daban una apariencia que Xiao deseo ensuciar de la manera más pasional posible.

-Hey, luces como una persona normal- saludo Xiao cargado su mochila, mientras acomodaba su motocicleta y guardaba el casco.

-¿a qué te refieres?- siseo Albedo mirando por encima de sus gafas

-luces como un apuesto profesor, he de admitir que tengo curiosidad de saber cómo llegaste aquí- bromeo Xiao mientras sin previo aviso entro en la cabaña, directo a guardar las botellas de alcohol en el refrigerador, Albedo solo lo siguió mientras guardaba su libro.

-tal vez fui profesor, uno muy malo o quizá soy un asesino- respondió con un tono de amargura y a la vez una sonrisa más cercana a una mueca de dolor. 

-podríamos ser dos asesinos, piénsalo, el chico bonito y el vagabundo- se escuchó sonar una botella y dos vasos llenos de hielo estaban listos frente a Albedo, este señalo los sillones mientras prendía fuego, ambos se acomodaron como la última vez.

-no creo que seas un vagabundo-finalmente resoplo, aun se sentía extraño, de una manera en la cual nunca antes se había sentido, no le molestaba las bromas sobre su pasado, ni el temblor de sus manos, incluso el dolor de cabeza y las nauseas de aquellos recuerdos parecían distantes, como si entrara en una cámara de aislamiento, donde solo se enfocaba en reír como idiota, pero se sentía bien.

-no crees que soy un vagabundo, pero si crees que podía ser un asesino- la ceja se Xiao se arqueo

-no quise decir eso- se escucho una gran risotada de ambos

-trabaje en una funeraria, pude haber asesinado a muchos y asegurarme de que jamás encontraran sus cenizas- la mirada de Xiao eran profunda, casi salvaje, las llamas del fuego le daban ese brillo y matices de sombra que caían perfectamente con la idea de un terrible psicópata, endulzando con miel a su víctima antes de asesinarla

-en ese caso, fui químico, uno de los mejores, podría haberte envenenado sin siquiera tocarte- bromeo Albedo y Xiao sonrió, era una sonrisa encantadora y siniestra

-no me importaría morir así, en el profundo celeste de tus ojos de asesino- Xiao sonrió mordiéndose el labio, Albedo se sonrojo mientras tomaba su bebida, hasta que Xiao comenzó a buscar en su mochila, sacando una cajita pequeña en color rojo y negro.

-¿te molestas si fumo hierba?- pregunto aun sin destapar la caja, Albedo negó y solo observó como aquellos dedos esmaltados de negro, forjaban un porro, no aparto la vista hasta que el humo salió de los pulmones de Xiao.

-¿quieres?- pregunto Xiao moviendo su mano para alejar el humo.

Albedo reflexiono por unos segundos, si hubiera sido el mismo de antes, el chico inteligente y aplicado, hubiera sacado a Xiao a patadas de su casa, mientras sermoneaba sobre lo dañino, y a al vez formulando una tesis de los beneficios si solo se usará de manera medicinal, no recreativa, sin embargo, en ese momento.

Ya no era el mismo, estaba lleno de basura, culpa y la necesidad de huir, de evadir su tristeza y patética realidad, de ya no escuchar reclamos en su mente y el sonido de los vidrios quebrase, se encontró a sí mismo, un poco más relajado, cuando el humo salió lentamente.

Beautiful MadnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora