Arrepentimiento Tardío

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Una actualización mas, un poco tardía por mi trabajo pero que siga el drama 

¡¡Comenten o me deprimo!! 


"Un gran imbécil con un ego más grande que sus manos" fue la manera en la que Xiao se describió a sí mismo, tres semanas después de llegar a Inazuma.

Lentamente se convierte en aquello que solía ser en las calles de Liyue, no le causó mucho problema encontrarse con aquellos lugares en donde inazuma albergaba a personas como él, aunque era sin duda incluso peores que cualquier lugar que conocía, la policía de inazuma esa incluso pero que el liyue, constantemente las personas se movían a diferentes lugares, para evitar ser arrestadas por la afamada Kojou Sara.

algunos de los caían en las manos de aquella mujer sólo tenían dos opciones, o se integraban a la sociedad o desaparecen en la cárcel y al igual que las personas que se encontraban de manera ilegal en inazuma, Xiao tuvo especial cuidado en evitar toda clase de problemas,

Sin embargo poco a poco su locura comenzaba, ataques de ansiedad, pánico repentino, autolesiones cada vez más recurrentes, era sin duda la primera etapa de la sobriedad.

Posiblemente porque tenía esas tres semanas totalmente sobrio y deprimido a más no poder, cada mañana observaba como la ciudad se ponía en pie, y cada noche solo veía la plenitud del mar ante él, si estaba de suerte tal vez podría comer algo mientras seguía sus interrogantes y un camino que no quería seguir.

Días enteros bajo la sombra de un árbol mientras su cuerpo dolía y su cabeza parecía estallar, solo llorando y gritando en su agonía, espasmos que no le permitían siquiera ponerse de pie, taquicardia sin siquiera correr y tanto frío que la costa parecía que era de nieve y no de arena casi desértica

sus uñas se clavaban en sus brazos cada que el dolor punzante y las visiones parecían frente a él, aislado y solo, entre la bruma de un alma rota

-"mi niño es hora de dormir"-, -no, mama, no quiero dormir aun-, -¡Detente, baja ese cuchillo!-

-¿no quieres jugar?-, -si, si quiero jugar mamá-, -tu padre es un patán, lo matare, pero necesito tu ayuda-

"Albedo"

-"alatus mi niño"-, -no soy un niño-, -mamá te ama-, -mamá quiere que mates a papá-

"Albedo Kreideprinz"

-vamos a jugar a la enfermera-, -Alatus, Alatus, Alatus, me gusta ese nombre-

"mi principe de la roca caliza"

-"es hora de dormir"-, -no quiero dormir, quiero jugar-

"Albedo, my beautiful madness"

-ahora tu serás el enfermero-, -hazlo, por mamá-

-"¿ya estás dormido?"-, -no, no lo estoy, estoy jugando-

-¡duele, me duele mucho!-, -"ya es hora"-, -se acabó el tiempo-

Xiao estaba condenado a repetir cada escena una y otra vez sin siquiera poder hacer nada, solo repetía una y otra vez toda la mierda de su vida, cada noche tenía pesadillas y entre gritos solo lo llamaría, a el, al dueño de los ojos de estrellas y cada mañana se limpiaba los ojos para olvidarlo.

Estaba harto de fingir que no quería regresar, para su desgracia, cuando se arrepintió el barco de baidou ya no estaba en el puerto, una parte de sí mismo se sintió aliviado, seguramente si regresaba, terminara buscando a Albedo y aquello no terminaría bien,

durante los primeros dos meses lo soportó, cada día pasaría por el puerto esperando a beidou como un niño que espera por su madre, pero ella jamás llegaría, simplemente un día dejó de ir, cuando su esperanza se extinguió.

y mientras deambulaba por los campos, cada cosa le recordaba a su adorado Albedo, desde los azules del cielos, hasta los campos dorados de arroz, se preguntaba si algún día se volverían a ver y le dolía el corazón

una tarde mientras observaba los fuegos artificiales de una afamada artista de nombre Yoimiya , se subió hasta lo más alto de una casa, cada vez que estallaban dejaban un aura tan azul con dorado que no podía no pensar en él, se sentía tan patético por dejarlo atrás cuando lo amaba, incluso cuando quería que Albedo siempre lo consolara, le mostrará su sonrisa y le repitiera que todo estaría bien..

no podía no pensar como cada mañana le checaba el pulso, Xiao siempre fingió estar dormido un poco mas solo para que albedo se repitiera "no se porque siempre tienes el pulso tan lento por la mañana", luego se reiría y xiao no podía evitar reírse y Albedo mencionaría lo poco empático que eso sonaba.

pero cada que recordaba esa sonrisa, también recordaba cómo lentamente se extinguió en sus brazos aquel día, como simplemente dejó de ser un rostro hermoso para ser tan solo un suspiro de muerte.

y volvía a caer.

Xiao estaba en esa clase pozo sin fondo, del cual entre más te aferras a salir hay algo más fuerte tirando al fondo y por mas que lo intento, finalmente se encontró frente a la jeringa y una dosis más de muerte que le permitió olvidar todo en una noche, bueno, casi todo, porque entre sueños de nuevo recorrió el cuerpo de porcelana de Albedo, devorándolo, recorriendo cada rincón con sus dedos y su lengua, entre éxtasis y lágrimas, repitiendo su nombre una y otra vez como un adorador a los pies del altar, con la ilusión mas hermosa que su pobre corazón podía tener, de los labios de Xiao solo se escapo un murmuro, una suplica de ayuda y perdón y de la imagen de Albedo una sonrisa casi siniestra

Estaba loco y solo, en la cima y a la vez en el fondo.

Beautiful MadnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora