Incluso si no lo sabes

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He regresado, pido perdón por la espera, tuve algunos problemas que me impedían escribir.

Hoy es mi cumpleaños y tenia que actualizar pese a todo, gracias por seguir leyendo.

¡¡Gracias por leer y comenten o me deprimo!!


Hablar de lo que Albedo estuvo haciendo hasta que la primavera llegó, era una lista interminable de sonrisas falsas y tazas de té con conocidos.

la mayoría de las personas lo volvieron a ver como él solía ser, un hombre atractivo y reservados, interesante, misterioso e inteligente, había dado un par de entrevistas a los medios hablando del incidente, siempre con la misma línea "en cualquier campo de investigación, existen riesgos", poco a poco dejaron de acosarlo.

-señor Kreideprinz, es un honor volver a conversar con usted- habló un hombre de apariencia extranjera

–el honor es mío- respondió de manera educada, Albedo lucía un pulcro traje en tonos blancos y marrones con sus pesadas gafas, mientras que Sacarosa un lindo vestido blanco hasta las rodillas con un corset marron

–entiendo que busca la reconstrucción de la antigua casa de su maestra, ¿es este el motivo de su visita?- Albedo asintió

–en cuanto al laboratorio- albedo se aclaró la garganta

–espero que sea construido en el sótano, con todas las medidas de seguridad previstas en los planos y el proyecto, no me importa el costo- detrás de Albedo, Sacarosa entregó los planos y pesados archivos de las especificaciones

–está en las mejores manos– el hombre recibió las indicaciones

–en cuanto al área que especifique de botánica, la señorita Sacarosa también específico en el documento la manera en la que será construido- Sacarosa extendió el último documento

–por supuesto, la construcción iniciará de inmediato–

Cuando la construcción terminó, las hojas de los árboles se desprendían con la brisa.

Todos habían hecho una reunión para celebrar, Klee tenía su propia habitación y una habitación de juegos, con peluches y una consola de videojuegos, no podía ser la niña mas feliz del mundo. Sacarosa tenía un santuario personal y su habitación, jamás podría pagarle todo lo que su maestro y amigo hacía por ella, por lo que se esforzaba con la nueva investigación al lado de su maestro.

Albedo había elegido una habitación el doble de grande de la anterior, mientras que sus cosas solo ocupaban la mitad del closet en la otra, solo el vacío.

La Biblioteca, la sala de estudio y el laboratorio en perfecta sintonía,

Mientras los invitados conversaban en la sala, albedo estaba sumergido en los libros de la biblioteca, sus ojos tenían pesadas ojeras de horas de estudio.

–¿no deberías estar celebrando?- irrumpió el moreno de fuego, Albedo cerró su libro

–no creo poder seguir ese ritmo Kaeya- el moreno rió mientras albedo guardaba sus gafas

–¿en que trabajas tan arduamente?- preguntó con curiosidad

–solo es teoría– Albedo suspiro

–no creo que sea así de simple– Kaeya se acomodo en el sofá hurgando algunas notas y libros

–es, nada, en realidad- era más que eso, pero se negaba admitirlo

–no somos familia pero todos nos conocemos, sabes que puedes pedirnos ayuda– soltó el moreno un poco más serio

–lo se- albedo sonrió, una sonrisa bastante falsa pensó kaeya

–dibujas muy bien, ¿porque no abres una galería?- los ojos de albedo se abrieron mientras se levantaba a tomar el cuaderno de bocetos de manos de kaeya

-vamos, deja esto en paz– albedo le quitó la libreta

–Bien. bien, te esperamos en la sala– kaeya se rió de manera burló mientras salía de la biblioteca, en el boceto, unos mienterios ojos ámbar.

El tiempo que pasó fue de gran avance para ambos investigadores, Sacarosa ordeno todo lo que tenían al lado de Albedo mientras daba una ultima revisión, esta listo, o al menos algo preparado, una vez que armo su equipaje salió a dar un paseo, el otoño había llegado demasiado rápido, se había planteado, las hojas amarillentas crujían ante sus pasos y la brisa fresca levantaba los cometas sobre la plaza principal, se preguntaba a donde el viento se había llevado sus emociones, era un tonto, demasiado joven pensó, mientras bebía de su café, escucho al bardo de la ciudad cantar como cada fin de semana.

Las personas expresaban su alegría en las calles de la ciudad de la libertad, como solían llamarla, pero albedo solo fumaba su cigarrillo, no lo hacia tan amenudo pero solía dejar salir el humo tan lento como sus ganas de volver a espina dragón, a veces extrañaba la soledad de un páramo nevado, pero no se atrevia regresar, porque en el fondo le dolia el corazon.

–¿estás seguro de querer hacerlo?-- lo interrumpió sacarosa, Albedo apagó el cigarrillo

–se lo que piensas, no debería– suspiro tomando su maleta de manos de Sacarosa

–no, no es eso, solo que, pienso que deberias buscarlo– Albedo nego

–el ya no quiso seguir en mi vida, y esta bien, solo siento que, debo hacer algo por el- suspiro mientras comenzaron a caminar

–comprendo– suspiro sacarosa

–sabes, hicimos un montón de cosas estúpidas, no entiendo porque nunca pude detenerme cuando estaba con él, sabía lo que hacíamos y aun asi, decidi continuar, es por eso, que quiero regalarle algo hermoso en vez de tanta mierda– Sacarosa podía notar la sinceridad en aquellas palabras

–aun asi, esta bien si lo intento sin que el se entere, no quiero que, solo, no quiero que piense que lo hago para que volvamos a ser amigos- albedo se mordió el labio con ligera ansiedad

–no creo que amigos, sea la palabra adecuada, pero esta bien si lo haces, estas cosas pasan así– sacarosa sonrió mientras abordaban el autobús

–nunca fuimos nada, de todas formas- albedo se sonrojo un poco

–voy a fingir que no dijiste eso– sacarosa volvió a sonreír mientras tomaban asiento

–gracias Sacarosa- Albedo término y la chica sonrió.

Dentro del corazón de albedo, no podía dejar de amar a su cruel amante.



FELIZ AÑO 2022

Y SUERTE SI TIRAN POR XIAO

Y SUERTE SI TIRAN POR XIAO

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Beautiful MadnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora