Albedo comenzó a despreciar su vida hacía tiempo, ya no buscaba su origen en los libros antiguos, no se preguntaba como crearla de la nada. Al contrario, adoraba la muerte, el fin de todo, la aniquilación y el dolor de sus recuerdos se curaba con va...
Qiqi es una niña especial ante los ojos del mundo, es callada y siempre tiene la mirada perdida en las nubes, es inteligente, puesto ha aprendido a diferenciar cada planta medicinal que su padre adoptivo Baizhu le ha mostrado.
Qiqi no recuerda donde estaba antes de estar en la farmacia contando flores y raíces, pero le gusta estar ahí, es lindo, fresco y alegre.
disfruta de jugar y aunque no es muy activa, puede hacer coronas de flores con una maestría de diosa, siempre pide leche de coco en cualquier ocasión especial, siempre diciendo lo deliciosa y refrescante que es. Cuando Baizhu murió, Qiqi sintió dolor por primera vez en mucho tiempo, lloró en silencio, sabía que no volvería a contar flores con el sonriente baizhu y su mascota serpiente.
pero antes de que Qiqi perdiera toda la esperanza, fue recogida por un hombre de apariencia seria y elegante, le prometió a Qiqi que la cuidaría y le conseguiría una cococabra, una bestia semi iluminada, que la niña firmemente creía que era el origen de la leche de coco.
al principio fue duro, Qiqi lloraba siempre a escondidas en una casa tan grande y sin conocer a nadie, pero poco a poco se fue desenvolviendo, Hu Tao jugaba con ella a las escondidas, a menudo perdía, argumentando que era grande y no podía ocultarse bien, Qiqi adoraba a Zhongli y con el tiempo también lo llamaba padre, Yanfei le fabricaba lindos acertijos y juegos para que Qiqi se entretuviera, pero quedó fascinada cuando una chica de cabello azul claro entró por primera a su casa.
vestía con una bata blanca y tenía intrumentos medicos en un maletín de prácticas, Qiqi había pasado toda la tarde interrogando a Ganyu para saber de qué se trataba, le recordaban a Baizhu y eso le hacía muy feliz, tanto que su inspiración se convirtió en eso rápidamente, pero aun así, los ojos de Qiqi estaban aun tristes.
una de las tantas noches, su hermano mayor Alatus se quedó dormido en la sala, Qiqi se encontraba escondida, jugando con sus crayones, aunque él no la vio, ella se percató de su presencia, Qiqi aún no conversaba mucho con su hermano, puesto lo veía muy grande y rudo, sin embargo en aquel momento, Qiqi lo encontró vulnerable, como un niño, como ella, Alatus, se quejaba y se movía, incluso lloraba, Qiqi corrió de su escondite.
-despierta hermanito, despierta- sacudió al mayor
-Qiqi quiere que despiertes- finalmente Alatus despertó, encontrándose con unos ojos violeta de preocupación
-lo siento, ¿te asuste?- pregunto, tratando de sonar calmado, Qiqi nego
-Qiqi también tiene pesadillas de vez en cuando, papá Zhongli siempre me da leche de coco y con la mágica leche de cococabra ya no tienes pesadillas- había expresado la niña con una sonrisa
-¿quieres un poco?- pregunto, Alatus asintió, en unos minutos, la niña había traído dos vasos
-gracias Qiqi- había sonreído Alatus
fue la primera vez, que no sintio miedo al despertarse
-tu hermano siempre te a va cuidar- había dicho mientras le acomodaba su sombrero, el cual no soltaba nunca.
Desde ese día, se habían vuelto más unidos como hermanos, Alatus la llevaba al jardín de niños y la paseaba por el parque la mayoría del tiempo, cuando entró a la universidad tuvo que dejar de hacerlo pero aun así, jugaba con ella. también le regaló su primer juego de enfermera y Qiqi había estado tan emocionada que ni siquiera había podido dormir por estar jugando
-yo cuidaré de mi hermano Alatus y mis hermanas Hu Tao y Yanfei- siempre solía decir
-por supuesto- siempre le respondía zhongli
En poco tiempo se había convertido en la luz de la familia morax, todos la adoraban y protegían, a cambio, ella prometía ser una doctora en el futuro, para cuidarlos siempre.
-yo desapareceré todas las pesadillas, para que mi hermano, ya no llore solo en su cuarto-
solo que las tragedias, no vienen con advertencia.
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Había una vez un chico tan perdido que no podía ver su camino, hasta que choco con otro chico tan perdido que tampoco podía ver su camino. Ambos estaban solos y heridos, uno cansado otro agotado, que comenzaron a caminar recargando sus hombros juntos, caminaban mas lento pero seguían caminando, se tropezaban y se levantaban juntos.
Había una vez una historia de amor en medio de las tragedias mas siniestras del mundo, donde la esperanza moría y los corazones no latían, un amor condenando y abrazador. Pero una llama tan intensa que ni el hielo puede acabar.
¿será un amor capaz de curar o de destruir?, como se sabe, la matería no se crea ni se destruye, solo se transforma. ¿renacerá en algo hermoso o caerá aun mas en pecado?
Los ojos estelares incendien el ámbar moribundo que es capaz de contener las estrellas.
Fin de la segunda parte
quiero agradecer a mis lectores por llegar hasta esta parte tan trágica, el desenlace se acerca y cada vez podemos ver porque nuestros enamorados, son unos completos suicidas, la complejidad de la mente humana y la culpa. así como el amor sin condición.
