A La Orilla De La Desesperación

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Tarde pero continua esta historia.. espero quede alguien que quiera seguir leyendo esta historia y disculpen la tardanza... 


Silencio, solo silencio, al fin el corazón de Albedo dio un latido de esperanza, Thoma le conto con detalles como había conocido a Xiao, como solían trabajar juntos y finalmente como Xiao abandono el lugar, Albedo pudo sentir cada palabra y como Thoma describía a Xiao como un chico que estaba perdido en si mismo.

Finalmente Thoma relato la ultima vez que vio a Xiao, la mirada esmeralda de Thoma se torno un tanto oscura, se notaba algo de culpa y melancolía

-Quisiera decir que tuve el valor para ayudarlo, pero después de eso, volví al lugar y ya no lo encontré mas, incluso lo busque por un tiempo, pero fue como si la tierra se lo hubiera devorado, el señor Kamisato, sugirió que tal vez había vuelto a su país de origen y deje de buscarlo, pido disculpas por eso- Albedo sonrió de manera melancólica ante aquello

-no, en realidad hiciste mas de lo que debías- Albedo tomo un poco de aire, que parecía cortarle los pulmones ante tan tas emociones.

-la ultima vez, se encontraba en las cuevas, cerca de la costa, es un popular lugar para los marginados, que el gobierno elige no ver, un mercado de pulgas de todo tipo de ilegalidades, lo vi, tenia en sus manos un jarrón de flores, y estaba muy drogado, bajo seguramente varias sustancias, y, también algunas lesiones, su mirada de absoluto vacío, me helo la sangre, de sus pies y manos brotaba tanta sangre y su conversación, con el mismo,  era tan extraña, no me atreví a acercarme, cabía la posibilidad de que fuera violento, decidí esperar, si hubiera sabido que ya no estría al día siguiente- Thoma se rompió, un par de lagrimas salieron, Albedo lo consoló con una palmada en la espalda y un pañuelo

-descuida, conozco a Xiao, y no seria la primera vez que actúa así, no te culpes, incluso yo, he aprendido a tratar de ver que, Xiao, el tan solo, busca siempre como destruirse, sin siquiera saberlo, pero al menos se que estará en algún lugar- Albedo sonrió, aunque su interior seguía quedándose, incluso cuando había dicho que creía que xiao estaría vivo en algún lugar, otra era pesimista, las drogas y las autolesiones que xiao estaba acostumbrado, podría matarlo en un suspiro, pero Albedo estaba dispuesto a dar un ultimo paseo.

Ya sea para dejar a Xiao morir en su pasado y seguir avanzando o amarlo con cada fibra de su ser, si este se lo permitía.

Cuando la brisa se llevo las hojas de los cerezos y las luces de la ciudad comenzaron a encenderse una a una, los ojos de albedo se iluminaron como un par de estrellas, las olas llegaban con lentitud al borde del puerto, el cabello de albedo se soltó arrebatado contra el viento, y su kimono tan blanco y azul que pudiera mezclarse con el cielo y las aguas, realmente una vista magnifica.

Sus manos estaban manchadas por pintura en tonos opacos y posiblemente olía a aguarrás, quien viera aquella escena sin duda le daría un toque melancólico, solo un hombre con una estrella en el cuello, como el nudo de sentimientos que se arremolinaban en unos ojos de tormenta.

-señor kreideprinz, ¿se encuentra bien? - pregunto Thoma mientras se acercaba al lugar

-una disculpa solo tomo un poco de aire fresco- se justificó, pero algo le dijo a Thoma que aquello era una gran mentira

-estoy a su ordenes por cualquier inconveniente- Albedo asintió y Thoma solo lo observo unos segundos más, ojalá pudiera ayudarlo a encontrar al chico que buscaba.

Finalmente, los ojos de Albedo se volvieron aún más opacos y dejo salir una sola lagrima

-ya no voy a llorar más de manera patética- sus puños se apretaron y comenzó a caminar

Beautiful MadnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora