Advertencia: los siguientes capítulos están tristes y algo fuertes
¡¡Comenten o me deprimo y disfruten la lectura!!
Ahí estaba Xiao, frente a los matones de siempre, los fatui, aunque extranjeros, tenían redes por todas partes, Xiao trato de evitarlos, paso ignorándolos, hacia un tiempo que no los veía merodear.
-¿hasta qué te encontramos sucio maricon?- uno de ellos se enfrentó directamente a Xiao, la mirada de odio que le dedico xiao lo perforo, pero el hombre siguió puesto
-déjame en paz- había hablado Xiao, casi como un gruñido
-aun no olvidamos lo que paso la última vez- Xiao se tuvo que detener, había más de seis hombres rodeándolo, se tensó un poco
-dejaste ir a ese par de maricones y sus padres arremetieron contra nosotros, ¿creerías que nos tragaríamos el cuento de que escaparon antes?- el hombre de apariencia tosca se río, Xiao relajo sus hombros pero no sus puños
-eso no es mi asunto- había respondido, volvería a dejarlos ir, mil veces mas si se repitiera
-claro que es tu asunto, maldito marica- el tipo había lanzado un puñetazo, Xiao lo bloqueo y lo lanzo, haciendo que el tipo tropezara
-no me llames así- Xiao se tensó aún más, los demás tipos tenían sin duda, ganas de patearlo
-eres un maldito maricon que se cree la gran mmda- otro puñetazo, esta vez le roso en el rostro antes de esquivarlo, otro de los hombres se abalanzó sobre él, sin embargó Xiao tenía buenos reflejos y bastante flexibilidad para esquivar, sin embargó cuando el resto de los tipos se unieron a la pelea, las cosas se complicaron.
Patadas, puñetazos y varios moretones, uno de los tipos estaba descartado, pero Xiao seguía dando pelea, su respiración era acelerada y de su labio goteaba sangre, no paro hasta que sintió un dolor agudo sobre su vientre, uno de los tipos había tomado un bate y descuidado le había plantado un golpe que hizo que xiao cayera de rodillas.
Uno de los tipos lo tomo del cabello
-no eres tan rudo, todos los gays son así de blandos- había susurrado, el dolor y la ira eran casi de la misma magnitud, el tipo saco una navaja, la apunto al cuello de xiao, luego a su vientre, un segundo después, broto sangré.
Xiao sonrió de lado, sostenía sobre su vente su mano, la cual fue atravesada sin piedad, amortiguando la herida de su vientre
-hablan los que atacan en grupo- Xiao susurro y lanzo una patada justo a la entrepierna de su captor, este lo soltó cayendo de dolor, Xiao saco la navaja de su mano, casi con un grito y la empuño, sonriente y con la mirada encendida
-¿Quién va a matar a quién?- había preguntado, dos tipos se lanzaron por él, el que traía el bate quedo descartado después de que xiao le hiciera una fuerte cortada en la mano dominante, Xiao tomo el bate en su otra mano, aun sangrando y con un dolor para morir, y le proporciono un golpe a un tercero que trataba de rescatar a su herido compañero, Xiao se reía, de dolor a de adrenalina pero aquello les asusto, todos salieron corriendo tomando a sus compañeros heridos
-los buscare malditos- había gritado xiao lanzando el bate, justo cuando escucho las sirenas de policía, no se podía permitir caer en prisión, por lo que huyo, la perdida de sangré lo mareo pero siguió hasta la farmacia más cercana, su aspecto daba miedo pero aun así, le vendieron lo que pedía y aceptaron su dinero manchado con su propia sangre.
Ninguna de las chicas de la farmacia llamo a la policía, lo conocían, lo habían visto en su mejor tiempo, cuando solía ser escolta de una simpática aspirante a enfermería, se sintieron mal por él, mientras observan como vendaba su herida junto en la esquina sin más.
Xiao camino por minutos hasta que sus propios pasos lo llevaron al hospital. Se enjuago en una de las fuentes y volvió a cambiar el vendaje que ahora era una masa de sangre y tela. E hizo lo que no quería hacer.
Entro al hospital, usando las escaleras y evitando todo tipo de personas, estaba mareado y sentía como su visón era borrosa, trago varias pastillas y espero a su efecto, mientras su visón seguía decayendo y la sensación de pesadez en sus pies parecía aumentar.
"¿Qué haces?", "detente", "no avances más", "eres una mala persona", "le arruinaste la vida"
-no voy a detenerme- un paso mas
"¿Qué haces?", "detente", "culpable", "condena", "tragedia", "ni con tu muerte podrás pagar"
-quiero que me perdone, yo realmente, lo siento- un paso mas
"drogas", "exceso", "mi niño es hora de dormir", "todos duermen", "suicidio", "autolesión"
-Qiqi- la puerta estaba justo al frente
"suicidio", "muerte", "culpa", "muerte", "¿Por qué no tomas su lugar?", "pecador"
-A L A T U S, ¿no eres muy descarado para estar aquí?- la voz partencia a childe, el gran amigo de Zhongli, Xiao rompió su trace, el sudor frio lo recorría, la mano le dolía a más no poder y su vientre sangraba un poco , pese a ser superficial, había echo mucho esfuerzo por subir las escaleras.
-¿Qué pretendes viniendo a este lugar?- volvió a interrogar el hombre de ojos azules y cabello naranja
-no es asunto tuyo- respondió Xiao y lo encaro
-¿seguro?, Vienes aquí drogado, con esa apariencia, ¿y no es mi asunto? Realmente crees que dando lastima te ganaras el perdón- en parte aquel hombre tenía razón
-solo quiero verla- había respondido
-no tienes derecho- Xiao rio
-no me jodas- encaro, trato de mantenerse, pero tambaleo un poco
-si te vas ahora, no se lo mencionare a Zhongli, no creo que encuentre muy agradable tu visita, menos viéndote de esa manera- la mirada de xiao bajo
-yo, no quise que esto pasara- se volvió sobre sus talones
-claro, eso debiste de pensar antes de drogarte aquel día, antes de herir a Qiqi- el puño de xiao se apretó
-no te creas tan santo, Ajax- childe callo, ¿Cómo conocía su nombre aquel chico?
-las calles hablan y a veces gritan, es imposible ignorar, ¿no es así Ajax?- Xiao rio y childe se cruzó de brazos, el cazador resulto ser la presa
-¿Qué vas a pedir?, puedo darte dinero, drogas, todo menos estar aquí- cuestiono
-ordena a tus matones que dejen en paz a la pareja de chicos de cabello azul- sentencio
-¿los fugitivos?- xiao asintió
-dalo por echo mi querido Alatus, a perdón, Xiao- childe rio y finalmente Xiao se derrumbó sobre el elevador, cuando llego a la primera planta salió tan rápido como entro. No lloro ni se lamentó, lo intento, lo había intentado pero los errores no se borran con magia.
Se derrumbo sobre la plaza, aunque el mareo había disminuido, ¿Qué haría?
Sintió frio y miedo y después de mucho tiempo se sintió pequeño, tanto o más que una hormiga, todos lo observaban, todos lo juzgaban, todos menos Albedo.
Xiao corrió, necesitaba correr, directamente a los brazos de su Beatiful Madness.

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Beautiful Madness
FanfictionAlbedo comenzó a despreciar su vida hacía tiempo, ya no buscaba su origen en los libros antiguos, no se preguntaba como crearla de la nada. Al contrario, adoraba la muerte, el fin de todo, la aniquilación y el dolor de sus recuerdos se curaba con va...