Damas de Hielo

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¡¡Disfruten la lectura y comente o me deprimo!!


Una vez que todos se reunieron de nuevo, el equipo de búsqueda estaba listo, Sacarosa y Kaeya irían a Espina dragón, visitarían la casa de Albedo y de paso podrían encontrarse con Rosaria, la informante de Kaeya, y aunque Sacarosa tan tímida como siempre no podía seguirle el paso al moreno de fuego, trato con todas sus fuerzas de mantener el ritmo por lo menos de sus conversaciones mientras viajaban en su camioneta.

Por otro lado Diluc y Jean, tomaron la carretera directo a Liyue, esperando poder encontrar a su genio, Lisa por su parte decidió quedarse a cargo de Klee.

Los primeros en llegar fueron Sacarosa y Kaeya, la casa de Albedo tenía las luces prendidas en el segundo piso, pero las puertas cerradas firmemente, aun estaba la nota arrugada, dejada por Albedo para Xiao, Sacarosa sacó su copia de llaves.

-Albedo, perdón por entrar, soy solo yo, Sacarosa y Kaeya- grito al entrar, no recibió respuesta

-no creo que estén aquí- menciono kaeya, ambos entraron, Kaeya inspecciono todo la cabaña pero no encontró a nadie

-lo suponía- suspiro Sacarosa

-no te desanimes, vayamos a la iglesia, en ese lugar podremos encontrar a Rosaria- Ambos abandonaron el lugar y se encaminaron al colorido pueblo

saludaron un par de personas antes de llegar

-Bienvenidos, soy la hermana Barbara, ¿en que les puedo ayudar?- saludo una diaconisa de cabellos rubio y coletas

-buscamos a Rosaria, ¿no sabes si se encuentra aquí?- preguntó kaeya

-Al fin puedo verte de nuevo, ¿Cuántas copas han pasado?- del fondo salió una mujer alta y muy pálida, llevaba su manto típico de la iglesia pero una vestimenta más reveladora, con medias de red, Barbara en cambio llevaba un vestido blanco y medias, mucho más recatado

-Supongo que aún le debemos a mi querido hermano sus dos jarrones favoritos - sonrio Kaeya, Sacarosa le sonrió a Barbara, dos tímidas asi se entienden

-no estas aqui por el cálido clima, asi que, te invito una copa, además tengo a alguien a quien presentarles- Rosaria indico el camino

-Barbara regreso luego- barabara solo sonrió nerviosa y sacarosa se disculpa con un gesto

-ella es Sacarosa, era la asistente de kreideprinz- presentó mientras caminaban por las calles

-un gusto- saludo sacarosa

-¿Tú eres la bioquímica genio no es así?- Sacarosa asintió, aunque no se sentía realmente un genio, solo hacia lo que le gustaba

Al cabo de un rato entraron a una singular taberna, llena de adorables gatitos, Sacarosa no resistió y acaricio algunos mientras buscan una mesa
-Bienvenidos a Cola de Gato, soy Diona, ¿gustan pedir algo?- la adorable cantinera se presentó, cabellos rosa y ojos salvajes de un verde esmeralda

-dos whiskies- Diona torció los ojos

-un chocolate caliente- musito sacarosa, los ojos de Diona se iluminaron,

-enseguida- la pequeña cantinera se retiró

-¿a quien me querías presentar?- preguntó Kaeya

-es una conocida, he trabajado con ella y se que, lo que yo no se, ella debería de saberlo, supuse que la conocías, suele trabajar a veces con tu hermano- a Kaeya le temblaron los ojos

Beautiful MadnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora