ADVERTENCIA: el siguiente capitulo contiene temas explícitos, así como acciones, si son sensibles a temas como las drogas, abuso y suicido, leer con precaución
acompáñenme a leer una de las partes mas difíciles para escribir, esta historia continua, no ha terminado, hay mucho mas por escribir.
!comenten o me deprimo, aun mas!
-ya me vas a decir que hiciste- Xiao guiño el ojo como por cuarta vez en diez minutos, Albedo se palmeo la cabeza
-no, ya te dije que es hasta el final de la noche- suspiro albedo mientras seguían caminando, hacia rato que la motocicleta de Xiao se había quedado sin gasolina y la tuvieron que arrastrar
-pero está amaneciendo, ¿no es esto el final de la noche?- otro suspiro
-no te pongas filosófico- regaño Albedo, ambos llegaron a una posada tan conocida para Xiao como lo era Liyue.
-bueno te advierto, creo que deben odiarme por aquí- Xiao suspiro
-¿que hiciste?, acaso te fuiste sin pagar- Albedo río
-aquí trabajaba pero un dia decidí ya no venir más sin avisar, cuando regrese es obvio lo que pasó- Albedo negó, ambos entraron y en efecto, miraron con algo de desencanto a Xiao, pero cuando Albedo pago, la mirada solo fue de amabilidad, el poder del dinero pensó Xiao
-es una buena habitación- Albedo suspiro mirando por el balcón
-supongo que lo es- Xiao balbuceó mientras se rascaba el cuello, signo de desesperación, por lo que albedo noto que su brazo estaba rojo de tanto rascarse, ambos se miraron y rieron
-hay que apresurarnos, llegando a Liyue podremos- Albedo sonrío, mientras jalaba a Xiao directo a la ducha
después de un rato, ambos se encontraban relucientes y con una gran botella de vino en las manos
-¿podemos?- musito Xiao al verla
-me ofende muchísimo tu pregunta- el corcho salió volando, por alguna razón, ese día algo estaba mal, Xiao podía ser el mismo, no como Xiao o Alatus, no como un pandillero o alguien que carga las culpas del mundo, ni tampoco Alatus el niño de la casa morax, el que sus padres no quisieron, era solo una persona mas, podía sonreír y reír, incluso bromear y abrazar como nunca, podía dar besos en las mejillas sin miedo y Albedo podría decirse que era lo mismo, un poco más ligero un poco más libre de su tormenta.
cuando la última gota de vino cayó, al son de los besos, ambos se retiraron para continuar su camino.
Albedo quedo encantado ante los paisajes salvajes de Liyue, de matices naranja y amarillo, la motocicleta quedo aparcaba a la entrada, mientras Albedo disfrutaba del viento cálido, que solia alborotar su cabello y el olor a sal de mar, Xiao llego a su lado después de una hora
-perdón la tardanza- Xiao despacho dos líneas blancas sobre sus dedos y ambos estaban de vuelta, un par de fumes de color verde y de nuevo, la sensación de ser capaces de perdonarse
-muéstrame Liyue- había pedido Albedo,
-Solo que, si vemos conocidos, tendremos que correr- Xiao tomó a Albedo de la mano y corrieron por las empedradas calles del centro, había olores deliciosos y linternas de papel por todas partes, alumbrando la tarde.
finalmente subieron a lo alto del puerto, una vista mágica del atardecer coloreando los barcos sobre el océano tranquilo, el viento mecía las velas con sutileza y ambos chicos chocaron sus latas de alcohol antes de beber disfrutando la vista
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Beautiful Madness
Fiksi PenggemarAlbedo comenzó a despreciar su vida hacía tiempo, ya no buscaba su origen en los libros antiguos, no se preguntaba como crearla de la nada. Al contrario, adoraba la muerte, el fin de todo, la aniquilación y el dolor de sus recuerdos se curaba con va...
