Klee Dream

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Actualización del viernes en jueves uwu 

¡comenten o me deprimo, Disfruten la lectura!


Fue una mañana maravillosa de verano, a comparación de espina dragón, donde el invierno era permanente, el sol aterrizaba sobre toda la explanada y el viento tibio fluía con gracia, Albedo se quedó mirando a través de la ventana, olía a flores de viento y el polen de diente de león aun le provocaban destornudas matutinos, se escuchaban las voces de las personas y el bullicio de la ciudad, pudo observar la plaza principal, con una estatua tan antigua como el tiempo frente a una catedral de arquitectura compleja y unas bellas fuentes.

No había nadie que disfrutara tanto el verano como klee, era su mágica estación, podría usar toda clase de vestidos, boinas y salir a jugar, incluso escapándose de Jean para correr con sus amigos por toda la explanada, en varias ocasiones llegando llena de lodo y raspones, pero siempre con un gran ramo de flores, para que Jean no la castigara, nunca funcionaba, pero seguía haciéndolo.

-¿Cuándo volverá mi hermano Albedo?- había preguntado la niña, mientras comia una paleta refrescante

-muy pronto- había mentido Jean

-se perderá de nuevo el verano y no me hará burbujas mágicas que exploten y tengan olor a chicle- la cara de la niña decayó, Jean no supo que responder

-¿Qué no le llegaran mis cartas?- la paleta dejo de parecer atractiva y la niña comenzó a pintar en su libreta

-a veces, la paquetería tarda- respondió otro caballero, de vestimenta azul y un parche en el ojo

-si yo consigo dinero, podre pagarle a Kaeya para que lo busque- la mirada de la niña se encendió como el fuego

-Kaeya no encontraría ni su propia sombra- a la escena entro otro caballero, muy apuesto de cabello y ojos del color del arce

-entonces le pagara al señor Diluc- Klee subió la oferta y Jean sonrió

-ninguno de estos dos, podrá hacer un buen trabajo Klee, te aseguro que ninguno es capaz de encontrar su propia sombra- refuto Jean

-yo sé que si, pero necesitan mora y yo conseguiré mucha- Klee había salido disparada por el lugar

-iré con Lisa, ella sabe dónde hay mora- había gritado tomando a su muñeco

-esa niña no se cansa- afirmo Kaeya

-solo quiere ver a su hermano Albedo- suspiro Jean

-¿no has sabido nada?- pregunto Diluc mientras se servía un vaso de agua

-la única que sabe es Sacarosa, pero es el secreto mejor guardado de esta chica- suspiro de nuevo

-desde el incidente nada siguió igual- resoplo kaeya

-te equivocas, hay algo que sigue igual pero Albedo se niega a verlo- suspiro jean, Diluc la observo

-Klee no el guarda rencor por Alice, lo ama tanto como si fuera su hermano de sangre y Albedo, bueno el, se niega siquiera a sacar la culpa de su corazón- finalizo, Diluc le paso un vaso de agua

-se hundió tanto que no creo que seamos capaces de verlo en esta vida de nuevo, no al menos que barbatos haga milagros- sonrió Jean, Kaeya se encogió de hombros.

Klee había salido directo a la biblioteca, sorprendiendo a Lisa quien acomodaba unos libros

-hermana lisa, Klee quiere mora- había expuesto tan firme como una piedra, lisa sonrió

-¿acaso no te basta con los dulces que te robaste de mi oficina ayer?- reprendió con una risa, Klee fingió pensarlo

-no, es para pagarles al señor Diluc y a Kaeya- Lisa se sorprendió y bajo de la estantería de libros

-¿les debes golosinas?- pregunto con una mirada amable

-no, yo quiero que busquen a mi hermano Albedo, mis cartas no funcionan- Lisa le acaricio la cabeza con cariño

-te ayudare, pero tendrás que trabajar- Lisa sonrió y de nuevo la llama de klee se encendió,

-tengo estos volantes, si me ayudas a pegarlos por la plaza te daré 100 de mora- sonrió

-klee pegara tantos carteles como sus manos puedan- había estirado sus manos y tomado la cinta adhesiva

-vamos entonces- Lisa tomo las hojas de carteles y se encaminaron a la plaza

-¿crees que mi hermano Albedo este enojado con Klee?- la niña seguía con esa cara triste que ponía cada que mencionaba al mayor

-¿Por qué estaría enojado con una niña tan tierna como klee?- pregunto lisa mientras llegaran a la plaza y comenzaron su labor de pagar carteles

-Klee extraña mucho a mamá, pero extraña más a su hermano Albedo- había soltado un puchero

-¿estas segura?- inocente pregunta, pero lisa quería saber aun mas

-¡si! Mamá siempre estaba de viaje pero mi hermano Albedo siempre estaba en casa, con sacarosa, una vez hornearon galletas y klee comió tantas que la llevaron al hospital- Klee rio y lisa la subió a sus hombros para pegar carteles más alto

-estoy segura que Albedo te quiere mucho, solo esta triste por lo que paso- Lisa abrazo a Klee mientras la bajaba

-pero Klee podría regalarle flores y muchos dibujos para que no este triste nunca, para que siempre estuviera con su hermana Klee, así ninguno de los dos estaría triste- el corazón de lisa dio un salto, no sabía si de alegría por la inocencia de Klee o tristeza ante las palabras de la niña

-estoy segura, que el volverá- finalmente soltó

-extraño a mamá, pero extraño más a mi hermano Albedo, el no quiere volver porque mamá se fue y también su mamá- klee recogió un diente de león de las jardineras

-pero klee sabe que fue un accidente y solo quiere volver a jugar con su hermano para no sentirse sola- klee soplo, las semillas del diente de león volaron con el viento

-también le escribiré una carta y le diré que lo extrañas- Lisa abrazo a klee y juntas terminaron de pegar los carteles, para regresar a la biblioteca, donde Klee fue recompensada y trato de sobornar de nuevo a Kaeya y Diluc, ambos aceptaron el trabajo de buscar a Albedo gratis pero le habían dicho a Klee que tardarían, a Klee no le importaba la espera, solo quería que le entregaran su carta y la de lisa

Beautiful MadnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora