Los límites.

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Me levanto de la cama con una sonrisa en los labios fuera de lo común. Hoy me he despertado incentivada, no tengo ni idea del porqué, pero debo aprovechar este arrebato de buena madrugadora.

«— ¿Te haces la estúpida, no? ¡Claro que sabes! Quieres ver a Andrew—dice mi subconsciente». Inmediatamente desecho ese pensamiento.

Bajo las escaleras y me encamino hacia la cocina, donde encuentro una nota de mamá pegada con un imán de un pequeño girasol en el refrigerador.

"El desayuno está listo. Su padre y yo tuvimos que salir temprano para ir al trabajo.

Los amamos".

Subo corriendo a mi habitación con el plato en una mano y jugo de naranja en la otra. Luego de comer, me ducho y en esas parezco una loca bailando y cantando de un lado a otro. Cuando salgo del baño reviso el teléfono para ver la hora y veo un mensaje de Lindsay.

"¡Hola linda! Sé que tuvimos una discusión ayer, pero necesito decirte que no iré a clases. Tengo que ir al médico"

"Tranquila, yo te debo una disculpa por cómo te traté ayer... ¿Qué tienes? ¿Todo bien?"

"En realidad es al dentista."

"Nos vemos mañana entonces."

El director está dando una charla sobre una excursión en medio del campus cuando Andrew me sorprende por detrás.

— ¿Vamos?—pregunta sin siquiera saludarme.

— Suena bien, no nos vendría mal una semana fuera de la universidad—comento.

De verdad ya me hacen falta unas pequeñas vacaciones.

— ¡Bien! Supongo que para esas fechas ya estarás pensando en salir conmigo, ¿no? —inquiere con una expresión tierna.

— ¿Sabes qué?—reflexiono—. No, me estoy divirtiendo mucho, vamos a seguir con los retos hasta el último día de la excursión.

— ¡¿Qué?!—exclama.

La verdad es que después de lo que pasó ayer no sé si estaré preparada para responder en seis días. Además, quiero conocerlo mejor para así estar completamente segura de la decisión que vaya a tomar. Tal vez, hasta pueda llegar a ser un buen amigo después de todo.

— ¿Acaso no quieres salir conmigo?—atajo con tono un poco seductor.

— Por supuesto que sí—responde rápidamente—. Está bien, lo haré—acepta finalmente, resignado.

— ¡Bien!—digo con una sonrisa triunfante—. ¡Vamos a clases!

— Me gusta la sonrisa que traes hoy, ojalá sonrieras así todos los días—comenta de camino al salón, ocasionando que la comisura de mis labios se eleve aún más.

— ¿Dónde está Lindsay?—pregunta él al ver que el puesto de mi amiga está vacío.

— No podía venir, tenía que hacer unas cosas—explico encogiéndome de hombros y él asiente.

Andrew, provechoso de la ausencia de mi amiga se sienta a mi lado.

— ¿Quieres saber tu próximo reto?—pregunto repentinamente con miranda malvada.

— Dime—apremia, casto de entusiasmo.

Saco el pegamento y el pequeño cuadro de cartón de mi mochila, lo pongo en mi mesa y me cruzo de brazos.

— Ve y pega ese cartón al lente del proyector. ¡Ah! Y el borrador pégalo a la pizarra.

— ¿No estamos muy grandecitos para ese tipo de bromas?—replica y arquea una de sus cejas.

Amnesia "Solo se vive una vez"  (Completa - EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora