Amnesia "Solo se vive una vez" (Completa - EN EDICIÓN)

Noche de Acción de Gracias.

Andrew deja mi cuello y me mira directamente a los ojos con vehemencia, su respiración entrecortada y esa mirada penetrante como si quisiera llevarme hasta el fin del mundo con él me está volviendo loca, puedo sentir mi pulso como loco contra mi oreja.

—Me encantas —confiesa sin aliento.

Soy gelatina, hielo, todo aquello capaz de derretirse, creo que esta es la forma que reacciona tu cuerpo cuando te sientes así de deseada.

De la nada, él interrumpe nuestro momento de miradas y me da un beso en la frente, me ayuda a bajar del mesón y me guía hasta la salida. Voy desconcertada, no tengo ni idea si es que hice algo para que decidiera cortar lo que sea que estaba naciendo entre los dos, sin embargo, no replico ni pregunto nada.

Subimos al auto y empezamos a hablar de nuestras canciones favoritas, de nuestros abuelos y nuestra familia. Llegamos a un lugar al cual no venía hace mucho tiempo, la colina Monte Lee en donde está el letrero de Hollywood; se puede ver la ciudad entera desde aquí. Recuerdo que solía venir de vez en cuando con papá para pasar el rato viendo las luces y la vida de la ciudad.

—¿Has venido alguna vez? —me pregunta Andrew al notar que veo el lugar con gesto de nostalgia.

—Sí... venía con papá cuando era pequeña. No piso este suelo desde los 16 años —Andrew sonríe y me abraza por detrás igual que en la cocina.

—Esta vez, no quiero que voltees —Su voz es ronca. Está hablando en serio—. Lo que quiero decirte no puedo hacerlo mirándote a los ojos, me desconcentras y haces que me vuelva estúpido, que no pueda expresar bien lo que siento—Siento su corazón latir demasiado rápido contra mi espalda. Tengo miedo de lo que vaya a decir o que no sepa cómo reaccionar—. Cuando me confesaste lo que sentías por mí no pude hacer más que besarte, vi que era la única forma de demostrar que yo siento lo mismo, pero no, ni siquiera sé si me siento igual. Estoy pensando en cosas que no debería, empezando a tener dudas, pensando si solo te gusto y no sientes nada más allá de eso, de un simple gusto, una simple atracción y eso me da miedo porque... yo en cambio sí estoy empezando a sentir algo muy fuerte y profundo, como si una oscuridad me estuviera consumiendo por dentro, poco a poco —Escucho que ríe como para si mismo—. En los momentos que estoy contigo le causas un desasosiego a mi parte lógica de mi cerebro y me vuelvo tonto, pienso en toda clase cursilerías.

»Quiero aclararte una vez más que yo no quiero que esto sea de un día, semanas o meses, me encantaría que fueran años, sin embargo, no puedo predecir si mis sentimientos cambiarán o que algo pueda llegar a pasar, por esa misma razón, porque no sabemos qué pueda pasar, quiero disfrutar cada segundo a tu lado, quiero llegar a tu casa como tu novio, no como tu amigo, quiero que todos sepan que eres mi novia.

»Estarás pensando que es demasiado apresurado, pero no puedo evitar pensar que no es un día más, es un día menos y cada momento de nuestras vidas hay que aprovecharlo, hacer lo que queramos y yo te quiero a ti, quiero ser tuyo y que tú seas mía, pero para eso, necesito saber si tú sientes lo mismo.

Mi corazón palpita tan rápido como el suyo, creo que se han sincronizado debido a la cercanía. Sus palabras no dejan de repetirse en mi mente, "quiero ser tuyo y que tú seas mía". No sé la razón, pero sentí un estremecimiento al escucharlo.

—¿Ya me puedo voltear? —pregunto con timidez.

—Sí —Vuelve su voz ronca, eso me encanta.

Lo beso tierna y delicadamente mientras enredo mis dedos en su cabello. Él agarra muy fuerte mi cintura, como si no quisiera que me apartara de su lado nunca.

—No pienses, sé que eso suena un poco doble moral viniendo de mi parte, pero... tan sólo hagamos justo lo que dijiste, aprovechemos esto lo más que podamos y que sea bonito mientras dure, no quiero que me prometas el mundo, no quiero que me prometas nada porque no sabemos si podremos llegar a cumplirlo, quiero que esto sea, hasta que la vida nos lo permita.