El cortometaje.

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Al despertar siento que no han pasado ni 3 horas desde que me quedé dormida. No me quiero levantar, pero cuando veo en el reloj de la mesita de noche que son las 7:30 am salgo corriendo despavorida sin realmente prestar atención a lo que hago mientras me baño con agua fría, me visto y arreglo.

— Toma, esto te ayudará con la resaca—dice Andrew mientras me tiende un vaso con café de camino al salón.

— ¿Tan mal me veo? —inquiero.

Pese a que ha aparecido de la nada y sin saludar, no me asusto esta vez, creo que ya me acostumbre a su manera de llegar.

— No eres la única—repara con cansancio, mostrándome sus ojos ojerosos debajo de las gafas.

Agarro el vaso y tomo un largo trago de la bebida caliente y amarga.

Nos dirigimos hacia el salón donde está Lindsay, fresca como una lechuga y al verme con Andrew sonríe estúpidamente. A su lado está una amiga que no conozco, por lo que me resigno a sentarme con Andrew detrás de ellas.

Después de un rato, llega la profesora y empieza a hablar, hablar y hablar cosas que no entiendo y en cuestión de minutos me quedo muy plácidamente dormida con la cabeza apoyada en los brazos.

Cuando despierto de mi recuperador sueño, veo que Andrew también se quedó dormido y se está despertando igual que yo.

— Bueno, chicos, espero su presentación para mañana. Que tengan un buen día—se despide la profesora con una sonrisa y se retira.

Miro a Andrew desconcertada y él me mira de la misma forma.

— ¿Qué estuvieron haciendo anoche, chicos?—indaga Lindsay con una sonrisa sarcástica.

—Eso no importa—la corto—. ¿De qué presentación habla?—insto desesperada.

— Tienen que presentar un cortometraje de por lo menos 5 escenas con todos los movimientos de cámara necesarios para que se vea como una película—explica como si fuera algo obvio—. Es en pareja y yo ya tengo una—Señala a su amiga de al lado.

— Tendremos que hacerlo juntos entonces—precisa Andrew con una sonrisa de oreja a oreja.

—Pues sí—acepto resignada—. Nos vemos después de clases para acordar lo que vamos a hacer.

Gracias a Dios no me quedé dormida en el resto del día, no presté mucha atención que digamos, pero algo es algo. Voy caminando por el campus cuando recuerdo que tengo que ver a Andrew. Giro sobre mis pies para buscarlo, pero ya lo tengo a mi lado.

— ¿A dónde vamos? —pregunta.

— ¿Siempre apareces así sin más? Un día de estos me va a dar un paro cardíaco por ti—digo con una mano en el pecho y este suelta una carcajada.

— Tendrás que acostumbrarte—repara encogiéndose de hombros.

— ¿En mi casa está bien?

Hoy sé que mis hermanos estarán ahí, pero así me siento más cómoda.

— Vamos—accede asintiendo.

El recorrido hasta casa fue rápido y tranquilo con "The Neighborhood" de fondo.

En cuanto abro la puerta, diviso a mamá sentada en un mueble con los anteojos puestos leyendo unos documentos.

— ¡Hola, mamá! —saludo cerrado la puerta.

Ella voltea, se quita las gafas y al ver a Andrew nos muestra una tierna sonrisa maternal. A ella le cayó muy bien, dice que es un buen muchacho.

— ¡Hola, mi amor! ¡Hola, Andrew! —saluda con una voz excesivamente emocionada—. ¿Por qué llegas tan temprano?—inquiere.

Amnesia "Solo se vive una vez"  (Completa - EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora