En menos de tres segundos, Andrew toma mi brazo y hace volverme a él.
—¿Cómo sabes tu respuesta si ni siquiera te he preguntado algo? —ataja con una ceja elevada y total tranquilidad.
La alegría que siento en este momento es indescriptible.
—Solo quería ver qué tanto me conocías para que no anduvieras alardeando de algo que no es verdad —Sonrió—. Te amo, Andrew Miller, ¿cómo te atreves siquiera a preguntármelo?
—Bueno, en teoría no me has dejado —repone, burlón y con una sonrisa igual o más grande que la mía—. ¿Puedo?
Asiento.
Él saca la pequeña joya de la caja para introducirla en mi dedo. Nuestras manos tiemblan como hojas de papel. A Andrew le toma unos interminables segundos terminar de colocarme el anillo, pero al ver cómo encaja perfectamente, un alivio y satisfacción se apoderan de mí, al tiempo que se escuchan aplausos en todo el lugar. Nos miramos sin dejar de sonreír. La felicidad brota de nuestras pieles.
—Jamás te había visto tan nervioso —comento.
—¡¿Crees que esto es fácil?! —pregunta con dramatismo.
Suelto una carcajada y lo atraigo hacia mí para besarlo.
—¿Valió la pena el estrés que te hice pasar por esperarme hoy? —inquiere con una tierna voz después de que nos habíamos separado.
—¿Por eso te tardaste? —digo sorprendida.
—En realidad, me los lleve a todos para poder elegirlo —explica señalando a nuestra familia, quienes tienen una cara de complicidad.
—Ahora todo tiene sentido.
El día más feliz de toda mi existencia.
Un mes después...
«Pon When It's all over de Rachel Rabbin»
—¿Estás segura de que quieres ir sola? —pregunta Lindsay.
Estamos fuera de la tienda de vestidos de novia porque me acabo de probar el mío.
—Sí, quiero caminar. Ve tú.
—Sarah, te conozco y sé que tienes algo —afirma con gesto severo—. ¿Por qué en vez de dejarme que te lleve al set quieres caminar sola? —Suena despectiva y preocupada a la vez.
—Está bien —confieso en un suspiro, derrotada—. Es solo que ahora estoy experimentando muchas emociones. No es fácil mantener la cordura con todo lo que abarca la preparación de una boda —explico un poco exasperada.
Me mira dudosa hasta que por fin, se rinde.
—Bien —accede—. Nos vemos luego, ¿sí?
—No te preocupes —digo sinceramente.
Le regalo una sonrisa tranquilizadora y la abrazo.
—Sarah, ¿cómo me puedes decir que no me preocupe y me das un abrazo? Tú nunca haces eso —constata en mi oído.
—Lindsay, estás exagerando. Ya vete —apremio, apartándome.
—Te amo, ¿lo sabes?
—Yo también te amo. Anda, ve.
Mi amiga se monta dudosa en su Porch gris y veo como se pierde entre los demás autos.
Suspiro y empiezo a caminar, a tomar aire, a tomar oxígeno para darle un descanso a mi cerebro de todo el estrés y la ansiedad a la cual lo he sometido este último mes o meses, dirigir una película es mucho más estresante de lo que parece, aparte está la boda que implica el pastel, las invitaciones, la decoración, el vestido; es demasiado, me siento abrumada.
Estoy en medio de la calle Wilshire Blvd cuando escucho una voz inconfundible.
—Sarah—Andrew me llama y yo volteo instintivamente.
Veo a Andrew al otro lado de la carretera mientras me saluda con la mano. Yo sonrío y espero que él llegue a mi lado.
Lo próximo que sé, y en lo único que puedo pensar es en mis piernas, duelen, duelen como si un carro hubiera chocado contra ellas, no es hasta que abro los ojos que advierto que estoy en el aire y lo único que puedo ver es el cielo con una grande y hermosa luna de verano. Siento como todo pasa en cámara lenta, como si mi cerebro necesitara más tiempo para captar lo que está pasando en la realidad. De pronto, ya no me preocupan mis piernas, bueno, ya no tanto, me preocupa mi cabeza, se ha estallado contra el pavimento y un dolor agudo se hace presente.
Andrew corre hacia mí mientras mueve sus labios, sin embargo, no logro escuchar nada, mis oídos han sido invadidos por un pitido, de esos como los que hacen las máquinas de los hospitales cuando alguien ya está muerto. Mi prometido me toma entre sus brazos derramando tantas lágrimas como sus ojos se lo permiten mientras sigue moviendo los labios sin cesar.
Luego negro, todo se vuelve negro.
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Fin de la Amnesia.
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Amnesia "Solo se vive una vez" (Completa - EN EDICIÓN)
Romance¿Conocen ese pequeño instante en las películas y libros llamado "punto de giro"? Sí, ese en el que pasa algo inesperado que le cambia la vida al protagonista... Bueno, el mio tiene nombre y apellido: Andrew Miller. Y no, no quiero ilusionarte, esta...