Me siento frustrada, ahogada, descontrolada, sin saber qué hacer o qué decir. No puedo respirar, tengo el aire retenido en mis pulmones.
Andrew se acerca más para juntar nuestras frentes. Trago grueso y me deshago de su agarre bruscamente dando dos pasos hacia atrás; así, por fin puedo respirar.
—Bien Andrew, no lo niego —Pude ver un destello de esperanza en sus ojos en cuanto mis labios pronunciaron esas palabras—. Pero tú mismo dijiste que sabías que necesito tiempo. Entiende que cuando estoy contigo me siento bien y todo fluye naturalmente, pero cuando te acercas me asfixio, ¿sí entiendes lo que quiero decir?
—Si —responde asintiendo con desgana.
Tomo su rostro entre mis manos temblorosas.
—Estás temblando—comenta con asombro, agarrando una de mis manos.
—Eso es para que te des cuenta hasta qué punto me descontrola s—digo y retiro mis manos de su cara.
«—¿Por qué dijiste eso?—ataja mi subconsciente».
«—Porque es la verdad—refuta mi corazón».
Andrew no dice nada por un rato, solo se queda observándome detenidamente, como si tuviera una batalla interior.
—Está bien, ya no te presionaré más, dejaré que tomes tu tiempo —Suelto un suspiro lleno de alivio—. Ahora sí, vámonos que Zack y Lindsay nos esperan.
Cuando nos sentamos al lado de nuestros amigos notamos algo raro; dieron un respingo cuando llegamos y se miran nerviosos.
—¿Pasa algo? —inquiero.
—No. ¿Por qué debería? —Se apresura Lindsay a contestar, en un intento fallido de sonar tranquila y despreocupada.
—Bueno —repongo, encogiéndome de hombros—. Tengo algo planeado para hoy—anuncio entusiasmada, tratando de no darle importancia a la actitud de nuestros amigos y sonrió malévolamente—. Después de almorzar los llevaré a un lugar.
—¿A dónde? —pregunta Andrew.
—Es una sorpresa.
Ayer vi un anuncio acerca de un lugar para saltar en parapente y se me ocurrió que sería buena idea llevarlos a todos, sobre todo a Andrew.
En todo el camino estuvimos hablando y escuchando música. Tengo que admitir que cada vez me agrada más Zack. He notado unas miradas entre él y Lindsay, pero las he ignorado porque sé que ella me dirá todo en cuanto estemos solas. Al estacionarnos, la cara de terror de Andrew me reconforta; he cumplido con mi objetivo. Quiero ayudarlo con su miedo a las alturas. En la montaña rusa noté que por un momento había podido relajarse, aunque solo fuera por unos segundos.
—¡¿Tú quieres que a mí me dé un infarto, cierto?! —exclama.
Yo suelto una carcajada en la Zack y Lindsay me acompañan.
—Hermano, vamos. No seas aguafiestas —Lo anima Zack bajándose junto a Lindsay del carro.
—Baja, por favor —suplico.
—No quiero —refunfuña y se cruza de brazos como niño pequeño.
—Eres un cobarde —bromeo.
—Digas lo que digas no cambiaré de opinión.
—Te reto —atajo. No voltea a mirarme, se queda callado viendo un punto fijo en la nada—. Recuerda que todavía tienes que hacer lo que te pido —repongo en tono cantarín.
Este suspira derrotado y se baja del auto de mala gana.
El instructor ya nos había dado las indicaciones y ya todos traíamos puesto el equipo cuando dirijo la mirada hacia Andrew que juega con sus dedos, nervioso. Sé que tiene miedo y eso solo me demuestra lo mucho que quiere estar conmigo, que no le importa enfrentar sus fobias con tal de que yo le dé una oportunidad.
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Amnesia "Solo se vive una vez" (Completa - EN EDICIÓN)
Romantik¿Conocen ese pequeño instante en las películas y libros llamado "punto de giro"? Sí, ese en el que pasa algo inesperado que le cambia la vida al protagonista... Bueno, el mio tiene nombre y apellido: Andrew Miller. Y no, no quiero ilusionarte, esta...