Han pasado 10 minutos desde que Andrew me envió el mensaje, y en todo ese tiempo no he movido un músculo, estoy postrada en mi cama sin reaccionar, teniendo sentimientos encontrados de nerviosismo y emoción. Respiro profundo para despertar de mi trance y con los dedos temblorosos logro responder:
"¿Hoy?"
"No tiene que ser hoy, puede ser mañana o cuando tú quieras está bien."
Sé lo importante que es esto para él y no quiero arruinarlo por eso me apresuro en responder:
"¿Pasas por mí a las 8?"
"A las 8 estoy en tu casa. Ponte linda, hoyuelos."
"Bueno, más de lo que ya eres."
Tiro el teléfono en la cama, salgo de ella rápidamente y bajo las escaleras como un rayo para decirle a mi madre.
La veo desde las escaleras sentada en el mueble de la sala, viendo un programa de no sé qué. Camino sigilosamente hasta ella y me siento a su lado.
—¿Qué estás haciendo? —pregunto toda inocente.
—¿Qué quieres, Sarah? —pregunta sin inmutarse.
—¿Por qué querría algo? —replico adoptando un gesto de ofendida.
—Porque te conozco —repara con media sonrisa.
Tomo aire para tomar valor y lo arrojo tan rápido como mi boca me lo permite.
—Hoy voy a casa de Andrew para conocer a su abuela.
Espero su respuesta, impaciente. Mamá se quita los lentes y me mira detenidamente.
—¿Con que conocer a su abuela? Sarah, ¿no acaban de llegar de un viaje de una semana juntos? —indaga con severidad.
—¿Qué tiene? —digo tratando de quitarle seriedad al asunto.
—Sarah, conozco todo sobre tus conceptos de las parejas y todo eso, pero a mí no me engañas... Andrew te gusta, mi amor—afirma con tranquilidad.
Me conoce muy bien como para saber que no es normal que quiera ver a una persona por tanto tiempo.
—Mama...
—Tranquila. Sabía que algún día llegaría —me interrumpe—. Sólo lo estaba confirmando. Anda y arréglate que tienes que dar una buena impresión —apremia con una sonrisa.
Siento como si me hubieran quitado un peso de encima, sin dudarlo, la abrazo.
—Gracias —susurro en su oído.
Estoy terminando de maquillarme. Los nervios me están carcomiendo a tal punto que no puedo apresurarme, he tardado casi dos horas arreglándome y aun así, no he terminado.
—Sarah —Toca la puerta mamá—. Ya Andrew está aquí.
Rápidamente me pongo unas sandalias bajas y salgo. En el pie de la escalera está él hablando con papá y al advertir mi llegada se queda unos segundos admirándome.
—Sarah —saluda y me da un casto beso en la mejilla cuando estoy en el último escalón.
—La quiero aquí antes de las 12:00am, ¿no? —le advierte papá, apuntándole con el dedo.
—Aquí estará.
Papá me da un beso en la cabeza.
—Cuídate —me susurra y yo asiento—. Cuídala —le advierte a Andrew.
—Como a mi vida —responde él asintiendo.
Ninguno de los dos dice nada en todo el camino, en el que yo no dejo de pensar en qué debo y qué no hacer. Después de no sé cuánto tiempo, Andrew detiene el auto en frente de la que supongo es su casa; la observo detenidamente a través del vidrio de la ventana e inmediatamente noto la abundancia de árboles y plantas alrededor de la vivienda, lo cual apunto en mi cerebro para tener un tema de conversación con la señora.
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Amnesia "Solo se vive una vez" (Completa - EN EDICIÓN)
Romantik¿Conocen ese pequeño instante en las películas y libros llamado "punto de giro"? Sí, ese en el que pasa algo inesperado que le cambia la vida al protagonista... Bueno, el mio tiene nombre y apellido: Andrew Miller. Y no, no quiero ilusionarte, esta...