La hija pérdida de la Mafia✔+18

Capitulo 35

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Alexa

En el auto, Jeremy pone una melodía y empieza a tararear mientras acaricia mi cabello.

—Quiero que tengas un hijo mío, no el que llevas en tu vientre—Mi mundo se detiene.

Sonríe dandome un beso en la mejilla.

—Escuchaste—sujeta con fuerza mi cabello.

Me quedo en silencio completamente aterrada ante su petición descabellada.

—¡Tendrás un hijo mío si o si!—me aparta de el con fuerza.

Solo me quejo en silencio mientras lágrimas silenciosas se deslizan por mi rostro.

No hables

No digas nada

No pienses

No lo mires

Respira

Respira

—abella

—Isabella

—¡Te estoy hablando mujer!—vuelvo a mis sentidos al sentir un escosor en las palmas de mis manos.

Observó mis manos lastimadas, marcadas con mis propias uñas, la sangre se desliza lentamente hasta caer en el perfecto vestido color blanco, alzo mi rostro al sentir una mirada intensa, con la cabeza en alto aunque el miedo me consuma por dentro pero aún así no lo quiero ver, no lo quiero escuchar, mis súplicas son atendidas cuando luego de varias minutos el auto se detiene.

Jeremy sale del auto, abre la puerta para mí y me tiende su mano, observó mis manos y luego la de el, la tomó sin importar manchar su mano de sangre y salgo del auto sin mirarlo pero me detiene.

—Si te vuelves a lastimar te amarrare y te tendré encerrada—sisea—Esperame en el Jet.

Me safo de su agarre y avanzo mirando a mi alrededor, muchos árboles, una bodega desolada y el jet deslumbrando en todo su esplendor, el sol de a poco se oculta al oeste, está anocheciendo.

Uno de los hombres de Jeremy me ayuda a subir al jet y me acompaña hasta mi asiento.

—Señorita tiene una llamada—lo miro confundida y sujeto el teléfono.

—Hija—contengo la respiración.

—Papá—mi voz sale en un hilo y las ganas de llorar llegan a mí.

—Shh, no llores todo saldrá bien, este hombre te ayudará en lo que sea pero discretamente.

— ¡Jeremy no quiere que yo tenga a mi bebé!—susurro llorando—Tengo miedo.

—Tranquila no vamos a permitir eso, si te amo, no tenemos mucho tiempo tengo que colgar.

—Tambien te amo papá—la llamada se cuelga y le devuelvo el teléfono al hombre a mi lado, luce un poco joven de tes blanca, es alto, cabello castaño, ojos marrones  una nariz perfilada junto a unos labios carnosos.

—Muchas gracias—trato de formar una sonrisa pero solo formo una mueca.

—No se preocupe señorita, soy Abel estoy completamente a su servicio—luego se marcha, permitiendo ver su espalda ancha.

Quito la mirada de el, al ver a Jeremy quien se acerca a mi,  este me ofrece un vaso con agua, de inmediato puedo sentir la sed en mi y  sin pensarlo dos veces bebo todo el agua.

Luego se sienta a la par mía, acaricia mi  rostro para luego besarme, trato de soltarme de su agarre pero no tengo fuerzas, quiero impedir que siga besándome con su asquerosos labios peor empiezo a sentirme somnolienta.